ETHAN
El odioso ruido me despertó, miré mi teléfono 7:20am, tenía exactamente una hora para salir de la casa, antes de poder levantarme de la cama, vague un poco por instagram.
Me encontré con la foto de Abby, una chica con la que comparto salón en la escuela, yo le gustaba el semestre pasado, la verdad es una chica hermosa, me agrada, el problema fue la situación de mi padre, tenía que estar concentrado en ayudar a mi familia y no tenía tiempo.
"No quiero que se acabe" Posdata: Mi hermano sabe cómo tomar buenas fotos
Le di like a la publicación y me levanté de la cama. Tomé un baño rápidamente, me coloqué mi uniforme y baje por el desayuno.
Vivo en una casa de dos pisos, mi madre se encuentra terminando de poner la mesa, al voltear observó que mi hermana menor Allison, se encuentra en un profundo sueño.
-Buenos días apo, preparé huevos con tocino- Mi madre se talló el ojo izquierdo para sentarse en la mesa conmigo.
Solía llamarme "apo", quiere decir apodo abreviado, cuando era pequeño mi abuela siempre fastidiaba a mi madre, preguntándole ¿Cuál era el apodo que me ponía de cariño? Y un día mi madre le contestó Apo y con eso dejó de molestarla. ¿Qué original no?.
-¿Desvelada?- Pregunté, llevando un poco de huevo a mi boca.
-Tu hermana no se podía dormir ayer, mis arrullos funcionaron hasta ahora- Mi madre colocó su mano en su frente reposando un rato y señaló a la bebé.
-Duerme un poco, parece que no se despertara en mucho tiempo, tengo que irme o la Srta.Stacy me hará lavar de nuevo los baños y es algo que hoy no quiero experimentar- Tomé mi teléfono, metí mi cartera en el bolsillo delantero de mi pantalón, y le dí un beso a mi madre.
-Te amo Apo, vete con cuidado ¿Si?-
Asentí, salí de mi casa y justo me entró una llamada de mi mejor amigo Nate, nos conocemos desde primaria, esté chico sin duda es quien está siempre para mi, solo que no se lo digan, a veces suele ser un poco ego.
Recorría todos los días el mismo camino al hospital, es rutina para mi todo esto y una compañía telefónica no me vendría mal para hacerlo un poco diferente.
-Ayer te marque y no me contestaste imbécil ¿Me puedes explicar dónde estabas?- Escuche del otro lado de la línea.
Había visto sus llamadas, pero no tenía ánimos de hablar el día de ayer.
En la calle gente pasa por mi lado desinteresada, todos en su mundo, así es Neva York, encuentras todo tipo de personas, por ser un lugar turístico, todo es parques, centros comerciales, pero así como existe el lado bonito de Nueva York, también existe su lado oscuro, el lado malo, como le dicen mis amigos de la escuela, donde las paredes están llenas de grafitis, hay basuras por las calles, la gente se grita de un lado a otro y te ves rodeado de clubs nocturnos y gente que robaba.
-Mis papás me tienen cansado, Nate haz esto, ¿Por qué no haces esto? ¿Y tu novia? Si eres gay, realmente lo podemos entender corazón, de verdad aveces siento que me van a volver completamente loco, viven en la edad antigua- Nate sonaba un poco estresado.
Solté una carcajada -Ya es hora de que le digas lo nuestro Nate-
-¿Puedes dejar de coquetearme Ethan?- Se reía a través de la línea.
-Tú eres el que me contesta, y lo primero que haces es hacerla de pedo, por no contestar ayer-
Llegué al hospital, entré y saludé a Velma. A lo lejos vi una escena que llamó completamente mi atención, al ver la cara de Velma un poco incómoda, decidí ir a ver qué era lo que pasaba.
-¡Devuélveme eso¡-
Podía reconocer esa voz...
-¿La chica de ayer?- Pensé en voz alta y mi amigo logró oírme.
-Uy, una chica- escuchó decir a mi amigo y pongo los ojos en blanco.
Me acerqué, y noté que se encuentra hablando o mejor dicho peleando con el guardia de el hospital, esté se acercó retador, así era Bob, le encanta fastidiar a las personas y la chica parece demasiado valiente para contestarle de esa manera.
Colgué el teléfono dejando a Nate sin avisar, me acerque y puse mi mano derecha frenando a Bob.
-Tranquilo Bob, es una niña yo me encargo ¿Si?-
-Me llevaré esto, será mejor que la tranquilices y le expliques las reglas- Bob se alejó con una canasta de pan en su mano.
La chica se sentó en la silla, sus manos tapaban su cara y por su expresión debe asegurar que se encuentra enojada.
-¿Qué pasó?- Me coloqué a su lado.
Ella solo me miró por 2 segundos y endureció el gesto -No es de tu incumbencia.-
Auch.
-Quizás no, pero ¿Estabas vendiendo pan? Si es algo parecido, yo te podré ayudar ya que trabajo en la cafetería-
Me tapó la boca con una mano haciéndome callar y me miró con el ceño fruncido.
-¿Y cómo se supone que lo harás? No creo se pueda vender a escondidas, mi abuelo no se debe de enterar que tuve problemas con el estúpido del guardia, y el doctor Osvald, y mucho menos por la causa- Esta chica si que es desconfiada.
Saqué la mano de mi boca -Pensé que no era de mi incumbencia-
Pude ver como se rependía internamente. Qué fascinación me daba que todo se le notara, todo era perceptible en su rostro.
-No.- Levanté una ceja. -Bueno sí, pero no se lo dirás a nadie, ni al doctor, ni a ti mismo, ni a tu oso de peluche si es que tienes uno, tú no me conoces, jamás nos hemos visto ¿Está claro? O juro que te haré llorar-
Si que era dramática, más que miedo su amenaza me dio ternura, su carita pedía a gritos amor y más con ese moño color pastel que amarra su coleta. -¿Estás amenazandomde?
-Tu sabes como lo quieres tomar, pero haré lo que sea por conseguir dinero, y te aseguró que lo que estoy haciendo es por una buena causa-
Asentí por que realmente creí, no sé porque, no la conozco y estaba amenazandome, pero creo que fue algo en sus ojos verdes. Esa preocupación real, esa desesperación. La misma que siento yo cuando se trata de mi familia.
-Está bien- Se relajó y volvió a respirar con tranquilidad. -Pero solo si me dejas ayudarte-
Holaa agradezco de todo corazón que sigan leyendo, a las personas que comentan y votan por esta historia. Eso me impulsa a seguir y realmente aún falta demasiado.
ESTÁS LEYENDO
El Día Que Conocí A Diana Payne
Teen FictionDiana Payne tiene tatuada las ganas de vivir en sus clavículas y de aventurarse por el mundo en el pecho. Cuando su abuelo enferma de gravedad es obligada a mudarse a la gran ciudad de Nueva York o como ella la llama la cuidad que nunca duerme. Cuid...