ETHAN:
Los pocos rayos de sol que entran en mi habitación logran despertarme, hoy es un buen día por dos razones:
1.- Hoy es mi día de descanso en el trabajo y comúnmente nos dan un día a la semana.
2.- Hoy ayudaría a Diana a lavar carros, para recolectar dinero para su abuelo.
La verdad no se si sea buena idea el no decirle la situación al doctor, realmente no sé en qué condiciones esté viviendo Diana Payne, pero su historia logró conmoverme de una manera extraordinaria, no sabría qué haría si mi madre enferma y tengo que hacerme cargo de absolutamente todo y sin tener un peso. Menos más y la obligue a que aceptará mi ayuda, porque si ella se arriesgaba sola sería un poco peligroso.
Tallé mis ojos para despertar un poco más, agarré mi teléfono rápidamente y lo primero que encuentro son cuatro mensajes de Whatsapp y dos notificaciones en instagram.
Whatsapp:
°Nate: - Nos juntaremos en casa de Olivia en 3 días ¿Vienes puñetas?-
°Chica del Pan: -Te veo fuera del hospital en 30 minutos porque vine a ver a mi abuelo, aún falta que me despida de él y no quiero que sospeche absolutamente nada.
°Grupo: ¿Quién trae hielo? 7 mensajes sin leer.
Es el grupo que tengo con mis amigos del colegio, supongo que hablaban de la reunión en casa de Olivia, la verdad es que no quería debatir conmigo mismo si voy o no, así que decidí ignorar los mensajes. Realmente espero que mi novia celosa llamada Nate no se moleste por no contestar.
Le escribí a la chica del pan que llegaría pronto y me dispuse a ver instagram.
Instagram:
Abby reaccionó a tu historia: 100%.
Abby comentó tu historia: Se me antojo el café.
Se me olvidó completamente que ayer subí una foto, de un café a mi historia y me gusta tomar fotos, antes de dejar mi teléfono mire la hora, diez cuarenta para poder darme un baño y salir. El chorro de agua cae por mi cabeza a toda presión. Un recuerdo vino a mi mente, mi madre sirviendo el desayuno, con una sonrisa en su rostro, una sonrisa que hace mucho tiempo no veía y una broma en sus labios. El calor del agua me va relajando poco a poco, mis ojos se tornan poco pesados, cierro el grifo y salgo de la ducha.
No me tardo nada en estar listo, en cinco minutos estoy vestido y peinandome en el espejo. Sigo siendo yo. Respiro hondo y salgo de mi habitación. Bajo a la sala donde se encuentra mamá dándole de comer a Allison, le dejó un poco de dinero, ayer en la noche platique con ella sobre Diana y estuvo de acuerdo conmigo en ayudarla. Por lo que le conté ella afirmó que se trataba de una chica especial y así lo era.
-Suerte con la chica- Dijo antes de que saliera y le regalé una sonrisa.
Llegué a la esquina del hospital, llevaba exactamente 10 minutos esperando a la chica de ojos bonitos, cuándo la veo salir con una blusa color negra holgada, un pantalón de mezclilla, los mismos tenis que siempre llevaba y su cabello suelto.
-¿Listo para una pequeña aventura de caridad?- Preguntó parándose frente a mi. -Listo- Dije riendo y nos dirigimos a la 3era avenida.
-¿No crees que sería un poco loco que todos tuviéramos un sobrenombre, es decir algo que describa cómo o qué pasa en nuestras vidas?-
Habían pasado exactamente dos días desde que Diana me contó del incidente de su abuelo, el doctor Osvald empezaba a sospechar que la familia Payne no tenían dinero, pero le pudimos inventar que la abuela de Diana estaba de viaje y que en unos cuantos días mandaría dinero.
Diana positiva era aún más curiosa, hablaba hasta por los codos, y siempre planteaba todo tipo de preguntas, ya estaba acostumbrándome y era un juego que me gustaba jugar.
Así que en lugar de preguntar el porqué de la pregunta, la respondí. -No sé si sería extrañamente genial o extrañamente nefasto- noté que miraba a toda la gente que pasaba a nuestro lado. -Además creo que somos muchas cosas, sería injusto porque una etiqueta no sé qué tanto podría llegar a decir.
Ella asintió sin dejar de ver sin dejar de mirar a la calle. Estamos llegando a la 3era avenida , esperando a que un coche se estacione y poder ofrecer nuestros servicios.
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Terminamos el día, habíamos recolectado 30 dólares, fue una tarde muy dura, la alegría de Diana es impresionante, ver su sonrisa, la felicidad que transmite, sin duda vale y mi estómago comienza a rugir.
-¿No tienes hambre?- Pregunté. -Hay una pizzería a tres minutos de aquí caminando- Señale la calle.
-¿Qué si tengo hambre?- Miró su teléfono viejo y abrió la boca. -Creo que con tanta felicidad no me di cuenta de la hora-. Dio un brinco, de la nada me rodeo con sus brazos formando un abrazo. - Gracias de verdad- Su abrazo me tomó por sorpresa, tanto que no pude reaccionar a la cercanía de nuestros cuerpo y se apartó.
-Lo siento- Dijo un poco timida. -No te preocupes, es solo que no estoy muy acostumbrado a los afectos- Me justifique, pero era algo completamente cierto de mi persona y no quería profundizar el tema, a lo cuál ella se dió cuenta.
-Pizza suena bien- Dijo mirándome con compresión y comenzamos a caminar en dirección a una buena comida callejera Neoyorquina.
-¿Qué pondrías en tu etiqueta?- Posa sus ojos celestes sobre mi, brillantes como cada vez que imagina una posibilidad. Pienso un momento ¿Qué pondría en mi etiqueta? "Hijo que se parte el lomo para cuidar a su familia","Buen estudiante", "Chico popular", "El que vive la misma rutina todos los días" -No se me ocurre nada ¿Tú?.
No lo pensó ni por un segundo. -Yo pondría tal vez "Amante de los sueños". Me encantá soñar y imaginar que estoy dentro de un libro, conocer muchos lugares y personas distintas-.
No dudaba ni por un segundo que eso sería así.
-Estoy seguro que sí.
Antes de que pudiera responder algo, un señor con bigote, delgado, tez blanca y ojos oscuros nos interrumpió.
-Bienvenidos Jet's Pizzas ¿Mesa para dos?-
Asentimos, pedimos enseguida que nos sentaron en una mesa un poco apartada y comenzamos a platicar un poco sobre la vida y así pasó la tarde, era algo diferente para mi, en vez de salir con mis amigos, estar dormido todo el día, siento como si mi día hubiera sido productivo y más con las ocurrencias de esta chica sin duda era especial, era diferente y eso es realmente interesante.
Caminamos compartiendo audífonos todo el camino, escuchando mi canción favorita. "La magia de la banda Little Yisus", a ella le encantó ya que me pedía repetirla una y otra vez.
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El Día Que Conocí A Diana Payne
TeenfikceDiana Payne tiene tatuada las ganas de vivir en sus clavículas y de aventurarse por el mundo en el pecho. Cuando su abuelo enferma de gravedad es obligada a mudarse a la gran ciudad de Nueva York o como ella la llama la cuidad que nunca duerme. Cuid...