El Día Que Conocí A Diana Payne

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HOLA DE NUEVO :(, CON ESTE CAPITULO ME PASO LO MISMO CHICOS NUEVAMENTE UNA DISCULPA

(Lucas En Gif)

DIANA:

ESTOY TRISTE DESESPERADA Y ESTANCADA: EN UNA MONTAÑA RUSA QUE PARECE NO TENER FIN. MIS EMOCIONES SON UN CAOS, QUE NO HACEN MÁS QUE MEZCLARSE CON OTRA COSA QUE SU NOMBRE NO EMPIECE CON E Y TERMINE CON NOJO. MIS OJOS VEN SOLO EL COLOR NEGRO, OPACO Y DENSO. NO ENCUENTRO NADA QUE ME ALIENTE A SEGUIR ADELANTE EN ESTOS MOMENTOS, ESTABA LEJOS DE MI ABUELO...

QUIZÁS IRME, NO PUDE DESPEDIRME DE ÉL, SU REACCIÓN AL SABER QUE ME HABÍAN ENVIADO A UN ORFANATO, NO ME GUSTARÍA HACERLO SENTIR CULPABLE, POR LA RAZÓN DE NO PODERSE HACER CARGO DE MI EN ESTOS MOMENTOS, Y MI PREOCUPACIÓN POR QUE LE HUBIERA DADO OTRO ATAQUE AL SABER LA NOTICIA ERA MI MAYOR TERROR.

Y ES LA SOLEDAD QUE SIENTO, AL ESTAR SENTADA EN EL ESPACIO DE CEMENTO LLAMADO JARDÍN. – Pero Que se jardín tiene poco- pensé en voz alta.

Todo lo demás pasó muy rápido, chequeos, me hicieron exámenes y detectaron que estaba baja de nutrientes, me explicaron con palabras científicas y nada lindas lo que teníamos que hacer para suplementar, pero en pocas palabras íbamos a aumentar gradualmente mis calorías y debía tomar suplementos multivitamínicos.

Qué difícil es mantenerse positivo cuando todo está saliendo mal.

Por fin después de varias pláticas y promesas, que sabía que duraría menos del mes de estancia en el orfanato, entré a la enorme casa opaca, que se encuentra frente mío. Hasta su aspecto podría decir que es escalofriante, sus paredes están desgastadas, todo es de madera, nos encontramos en medio de un bosque, sentía como si hubiera llegó a una de las casas abandonadas de una película de terror.

Hay tantos tipos de valentía en este mundo, a veces la valentía te obliga a dar tu vida por una causa mayor, a veces es darlo todo por quien amas. Pero a veces no es así, a veces solo es apretar los dientes por el dolor y por el trabajo de cada día, para poder surgir paso a paso una vida mejor o en el caso de mi querido abuelo son las tres.

Me dolía el pecho, de tanto amor y admiración que sentía por él, todo el camino a mi habitación con las demás niñas no podía sacarme la imagen de barclay payne de mi cabeza.

Al ver la habitación gris frente a mí, comienza a invadirme un hormigueo una sensación de vacío, una sensación de vacío que nace de mis articulaciones de la mandíbula, y eso me hace tragar saliva.

Aprieto la bolsa negra donde están todas mis pertenencias terrenales con más fuerza, hasta que mis nudillos están blancos, y entró con pasos pequeños a el oscuro lugar.

Todas las chicas me miraron de arriba abajo, algunas con las cejas arqueadas y otras SE REÍAN A CARCAJADAS.

-MIREN UNA CASTAÑITA- UNA SE ELLAS SUSURRO. -¿QUÉ HACE UNA CHICA DE SU ESTILO EN UN ORFANATO?- OTRA CHICA ME MIRABA CON UNA CARA DE REPULSION COMPLETAMENTE.

Mi cuerpo comenzó a sentir como si un millón de hormigas comenzarán a trepar poco a poco, comencé a caminar, sin quitarme la mirada de todas las chicas, deje mis cosas en la cama que me había dicho la trabajadora social y esta se despidió con una sonrisa, como las que te dan cuando estás a punto de subirte a un juego mecánico y así era. Me estaba subiendo a un juego que no sabía si es o no de mi agrado.

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La semanas pasaron, traté de mantenerme lo más lejos posible de Eliza y sus amigas, con ellas compartía cuarto, la verdad era que no tenía ni una amiga aquí, Eliza y sú se quitó siempre se encargan de molestarme, siempre encontraban el modo de hacerme el día imposible. Un día mi ropa y zapatos amanecieron en el cable de luz, otro día toda mi ropa de cama unida y doblada en nudos, me empujaban y dejaban notas al pasar como "Diana la vagabunda"  en mi cama.

Ahora me encuentro en el cemento que aquí le suelen llamar jardín, aunque de jardín no tiene nada, es un lugar tan gris y vacío. A veces me recuerda un poco al hospital en Nueva York. Miro al cielo tratando de encontrar mi respuesta ¿Cómo se encontrará mi abuelo? , ¿Ethan? Solo de pensar su nombre me daba rabia, era el único amigo que había tenido en mucho tiempo y su traición dolió más que una puñalada en el corazón.   .-¡Lo Odio!- Solté en voz alta.

-¿A quíen? Mira que no es bueno odiar a las personas- Un chico, rubio, cabello alborotado, calculando 6 centímetros más alto, ojos claros, estaba sentado en la orilla del patio mirando una ¿Brújula?.

-¿Eso es una brújula?- Pregunté acercándome a él, con mi delicioso puré de papa en mi charola. 

-Si, ¿te gusta?- Dijo mostrándome, un pequeño círculo de plástico pintado de dorado, con unos cuantos toques rojos y azules. -Que bonita- Solté y el río. 

-Eres la primera persona que comenta algo así de este cacharro viejo y barato, ¿Como te llamas?- Preguntó llevando un poco de puré a su diminuta boca. -Tampoco olvides decirme el nombre de la persona a la cual guarda tanto rencor en tu corazón-

-Un chico, pero no debo malgastar mi tiempo pensando en él, me llamó Diana Payne- Alcé mi mano para estrecharla con el. - Y yo pienso que una brújula como quiera que sea es realmente interesante, es decir te lleva a donde quieres llegar, tan solo ese pequeño cacharro viejo es famoso por los piratas, tan solo tomarla me hace sentir en un barco, en busca de un tesoro.

-Tienes mucha imaginación, ya veo porque las chicas te tienen envidia- Señaló a Eliza. -Por cierto me llamo Lucas... solo Lucas, la verdad es que no tengo apellido- Sus ojos mostraban tanta sencillez y calidez a la vez era realmente hermoso.

-¿Envidia? No, solo son muchas ganas de molestar- De tan nerviosa que me puse por el comentario tiré mi jugo de manzana y el mostro una sonrisa burlesca al instante. -Que confianza- Dije para burlarme de él mientras alzaba sus brazos.

-¿Tu novio? Él chico del que hablas- Retomó la conversación, inmediatamente negué con la cabeza, Ethan Bennet no podía ser mi novio aunque me pagarán 1 millón de dólares. -Un amigo, o eso pensaba, digamos que por su culpa estoy metida aquí, pero suele ser un poco triste perder a alguien que pensabas que era tu amigo- 

-Yo puedo ser tu amigo- Propuso y yo asentí, la verdad es que este chico me trasmite una paz muy distinta a la que me la suelen dar otras personas.

Aún es difícil olvidar por completo la amistad de Ethan, pero es un proceso, a veces suelo aferrarme a las personas, no se si sea por el hecho de que no suelo tener muchas personas importantes en mi vida, o que me da miedo perderlas, pero ahora me encuentro con mi nuevo amigo Lucas, comiendo un sabroso  ( es sarcasmo) almuerzo de Martes y contando anécdotas que hemos pasado.