Taehyung es un chico encantador quien siempre le encuentra el buen sentido a la vida. Un día, tras romper todo tipo de lazos con su ex pareja decide no derramar una sola lágrima más por él y gasta todos sus ahorros en un novio robot con la intención...
La playa era sin duda uno de sus lugares favoritos. A su parecer era una maravilla natural impresionante. Y su alegría era incluso más grande ahora que podía disfrutar de un lugar así con tres de sus seres más queridos.
Quizá había sido mala idea llegar a la playa antes del mediodía, sabía que el Sol y el calor a esas horas sería asesino pero nada realmente podía restarle ni una mínima pisca de la felicidad que sentía ahora mismo, por lo que en cuanto se asentaron en un lugar, él y Jungkook, ni lentos ni perezosos, se sacaron las camisas y lanzaron sin preocupación sus sandalias a la arena, corriendo a prisa y dándose empujones juguetones hasta llegar al agua.
Jimin y Yoongi se quedaron en la arena por mucho tiempo, charlando entre ellos y esperando a que el Sol bajara. Mientras que la parejita más hiperactiva parecía estarse divirtiendo demasiado chapoteando y peleándose por ver quién nadaba más rápido de un punto a otro.
Salieron un par de veces del mar, volviendo donde sus otros dos amigos solamente para descansar un poco, comiendo frituras que habían traído o usando sus cámaras para inmortalizar aquel gran viaje juntos.
—¿Aún no quieren entrar? —pregunta Jungkook, poniéndose de pie, dispuesto a volver al agua.
Yoongi sacude la cabeza y se vuelve a recostar en su lugar.
—¿Tú? —pregunta Taehyung a Jimin.
—No, estoy bien aquí.
—Ugh, que aburridos.
—Vaaaaaamonos —canturrea Jungkook, colgándose del cuello de Taehyung y casi haciéndolo caer, arrastrándolo de vuelta al agua con él. Y nuevamente, se iban metiendo el pie o empujándose en el camino como si fuesen dos niños haciéndose maldades el uno al otro mientras ríen.
—Son una pareja muy singular, ¿no crees? —comenta Yoongi, girando su cabeza para poder mirar a Jimin.
—Sí, bastante —concuerda el rubio, sonriendo de lado, sintiéndose feliz por su amigo. Realmente Taehyung merecía a alguien que siempre lo tuviera sonriendo.
Aunque cada vez que recordaba que el novio de su amigo y el chico a su lado no eran humanos, aún le causaba un pequeño conflicto interno.
—¿Todo bien? —la mano grande del pelinegro se posa sobre la pequeña y calida mano de Jimin, haciéndolo salir de sus pensamientos. Yoongi sabe lo que corre por su mente.
—Sí —vacila un poco antes de responder. Yoongi le regala una sonrisa ligera, que extrañamente le sirve como calmante al rubio, lo que hace que éste también le devuelva la sonrisa.
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—¿Y ahora a qué jugamos? —pregunta Kim, que está sobre la espalda desnuda y mojada de Jungkook, abrazado por su cuello.
Jungkook nada mientras lleva a Taehyung sobre su espalda porque su castaño novio dice que se ha cansado de nadar, así que Jungkook se ha ofrecido en llevarlo el mismo mientras se relajan chocando contra las olas que vienen hacia la orilla.
—No lo sé —responde el pelinegro, formando un leve puchero y cerrando los ojos cuando una pequeña ola choca con él.
Taehyung iba a opinar algo, pero sus intenciones fueron abruptamente detenidas por el inesperado impacto de un balón contra su mejilla, haciéndolo caer de la espalda de su novio. Jungkook se sobresaltó por el sonido del choque y el quejido ahogado de Taehyung al caer al agua.
—¡Cuidado! —gritó un chico a lo lejos, bastante tarde realmente.
Jungkook se apresuró a sujetar a Taehyung como si éste fuera a ahogarse, siendo que el mar en ese punto en el que se encontraban no era tan hondo. Inmediatamente después de que tuviera a Taehyung a salvo en sus brazos y lloriqueando del susto y dolor, Jungkook se giró a observar con ojos violentos al chiquillo que venía corriendo con cara de preocupación hacia ellos.
—¡Lo siento mucho, no era mi intención! —se disculpó el desconocido haciendo una precipitada reverencia de noventa grado ante ellos.
El jovencito tenía el cabello negro y larg, tanto como para que le rozara los hombros, usaba sólo unos shorts azul marino totalmente empapados y su torso y brazos tenían salpicaduras de agua. Tenía un rostro bastante atractivo, con ojos agudos y labios regordetes.
—Estaba jugando volleyball con mi amigo y he lanzado el balón tan fuerte que él no pudo detenerlo y sin querer golpeé a tu amigo —explica el muchacho con prisa y vergüenza.
—No es mi amigo, es mi novio —aclara primeramente Jungkook—. Y no me pidas disculpas a mí, pídeselas a él.
—Lo siento mucho —vuelve a inclinarse pero ahora hacia Taehyung solamente.
Kim sigue con una mano puesta sobre su mejilla y sus cejas juntas, pero luego de ver la cara de susto del niño, relajó la expresión.
—Está bien, fue un accidente.
—Lo fue —recalca el niño.
—Bien, te perdono. Pero ten más cuidado si van a seguir jugando —dice Taehyung, a lo que el contrario asiente fervientemente.
—Yo... Debo irme —anuncia, tomando el balón con él—, no debo dejar a mi amigo solo mucho tiempo.
Jungkook y Taehyung miran por detrás de él y observan a otro niño, parado solitario en el agua con una expresión algo triste.
—Está bien —responde Taehyung, pero cuando el chico está apunto de irse, se le ocurre una idea—. Espera, ¿cómo te llamas?
—¿Yo? Soy Hwang Hyunjin, soy un robot de la línea Robotic Friendship —dice sonriente.
—¡Wow! —exclama Taehyung, no esperaba que fuera un robot. Aun le parecía fascinante el encontrarse con más personas que tuvieran un acompañante robot como él—. Nosotros somos Taehyung y Jungkook, él es un robot, es mi novio —una amplia sonrisa se dibuja en los labios del castaño luego de decir aquello—. ¿Podemos jugar al volleyball con ustedes? Tú y tu amigo hagan equipo contra nosotros.
Hyunjin sonríe en grande y asiente feliz. —¡Genial! Hagámoslo. Pero debo decirles que soy muy bueno jugando volleyball —presume.
—Y yo muy competitivo —responde Jungkook.
—¡Vamos! —Taehyung alza su puño con emoción, aún abrazado del cuello de Jungkook con su otro brazo y dejando que éste lo lleve nuevamente en su espalda hasta donde jugarían.
