—¿Que hiciste qué?
Los ojos avellana frente a él lo miraban tan severos y firmes que por primera vez, después de haber tomado tal decisión, Taehyung se sintió equivocado.
—Bueno, sí, eso... —su mirada trataba de enfocarse en otra cosa que no fuera el rostro de su mejor amigo.
Un sonoro suspiro llegó a sus oídos, cargado de decepción e inconformidad. Taehyung no hizo más que morder la parte interna de su mejilla.
—No es tan malo si lo piensas.
—No, para nada, solamente estás tratando de reemplazar a un ser humano con un... un pedazo de metal parlante —comentó Jimin irónicamente.
—Lo llevaré a tu departamento para que lo conozcas, es bastante agradable y educado.
—Mejor te hubieras conseguido un perro, es casi lo mismo.
—Jimin... Dale una oportunidad. Por mí.
El rubio volvió a suspirar, tratando de calmarse. Se cruzó de brazos y se echó hacia atrás, recargándose en el respaldo de la silla.
—Sabes que no estoy de acuerdo con este tipo de cosas Taehyung, no puedes pedirme que sea comprensivo cuando de la nada vienes a decirme que te conseguiste un robot sólo porque no puedes dejar ir a Hoseok.
—No puedes quejarte tampoco —dijo Taehyung, con algo de irritación—, tú ni siquiera puedes conseguirte un robot porque no superas el pasado tampoco. Si tú ya hubieras dejado atrás todo lo que te ha sucedido no estarías solo.
—Eso no es verdad —ahora Jimin sonaba molesto.
—Sabes que lo es —Taehyung imitó su tono mordaz.
—Como sea, tengo clases, me iré primero.
Jimin se puso en pie, notablemente fastidiado, y se apresuró a salir de la cafetería. Taehyung, por su parte, se quedó sentado, pensativo y sintiéndose algo arrepentido. Sabía que lo que Jimin había pasado era más significativo que un simple rompimiento como le sucedió a él, sin embargo, Jimin debía ser comprensivo pues la ruptura de Taehyung era prácticamente reciente, y debió al menos felicitar hipócritamente a su mejor amigo por haber decidido avanzar y dejar detrás a aquel muchacho que le había hecho tanto daño.
Además, ¿qué había de malo con hacerse de un novio robot? El mundo había avanzado y por algo se habían inventado aquellos humanoides. Mucha gente los tenía, adultos; hombres y mujeres, jóvenes e incluso algunos padres los compraban para sus hijos e hijas, aunque también se utilizaban los amigos robots, no tenían nada de malo.
Incluso su hermano mayor tenía un novio de metal y era increíble verlos juntos. Parecían tener una buena relación y su hermano parecía estar satisfecho aún cuando todo había comenzado como un error, además Jin (o Jin hyung, como le gustaba llamarlo) era muy simpático, agradable e incluso lo consideraba un hermano mayor más. Siempre estaba junto a Namjoon, su hermano mayor, ayudándolo, apoyándole, haciéndolo reír y aunque a veces sorprendentemente discutían, ellos lucían muy felices uno junto a él otro. Por eso pensaba, ¿qué tenía de malo que él también quisiera una vida feliz junto a alguien que lo amara de vuelta?
Cerró la puerta principal tras él, haciendo un ruido regular, ni fuerte ni silencioso. Soltó un suspiro y cuando estuvo a punto de dar un paso hacia su habitación, Jungkook apareció por dicha puerta con una sonrisa enorme en su rostro, dejando ver sus adorables y blanquecinos dientes que le hacían lucir como un conejito a ojos del castaño. Llevando aún la ropa que venía en su gran empaque, Jeon se acercó a él con entusiasmo y sin avisar, dejó un pico en los labios de Kim, quien abrió sus ojos en sorpresa.
—Bienvenido, te extrañé, ¿qué tal las clases?
Su pecho se sintió cálido. Hace mucho nadie me daba la bienvenida, pensó. Inmediatamente una sonrisa geométrica apareció en su rostro canela, llamando totalmente la atención del azabache.
—Han ido bien, gracias.
—Me gusta tu sonrisa —comentó de pronto Jungkook.
—¿Cómo?
—Eso, me gusta tu sonrisa. Es peculiar, no es como la de las otras personas. Hace que me gustes más.
La sonrisa rectangular se volvió una fina línea apretada de la vergüenza y su rostro comenzó a sentirse caliente de pronto. Por el otro lado, la sonrisa de Jungkook se ensanchó en grande hasta liberar una corta carcajada llena de burla juguetona.
—Te has puesto rojo —señala.
—No es verdad —Tae le empuja suavemente pero Jungkook se acerca aún más a él, queriendo molestarlo.
—No puedes negar lo obvio, te estoy mirando y estás completamente rojo.
Los brazos del pelinegro rodean el cuello de Kim, apresándolo, obligándolo a evitar huir y manteniendo sus rostros juntos. El silencio reina por unos segundos, en los cuales lo único que hacen es mirarse a los ojos.
Los ojos de Jungkook lucen tan reales que llegan a darle escalofríos a Taehyung. Aún con las palabras de su mejor amigo en mente, se dedica a observar a su contrario con detalle, dándose cuenta que podía sentir el cariño que Jungkook le transmitía con sólo su mirada. Increíblemente, Taehyung notó una hermosa constelación en los orbes grandes y peculiarmente oscuros de Jeon y fue ahí cuando su corazón brincó, cuando su mente hizo clic y entendió que Jungkook era real, no importaba de qué estaba hecho ni cómo luciera. Jungkook estaba ahí, siendo real y amándolo como quizá, nadie jamás lo haría. Queriéndolo como un amigo lo haría y amándolo como una pareja lo haría.
Aunque sí, no podía simplemente decir que Jimin estaba equivocado, porque no, no lo estaba. Jungkook jamás dejaría de ser un robot y él no podía negar del todo que la razón principal por la que buscó a Jungkook, fue para deshacerse de su dolor sobre la partida de Hoseok de su lado. Pero tenía la firme sospecha que, junto a Jeon, olvidaría de inmediato su corazón roto y harían su propia historia, con altibajos y dudas pero sería su historia.
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𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 🍥 kooktae
FanficTaehyung es un chico encantador quien siempre le encuentra el buen sentido a la vida. Un día, tras romper todo tipo de lazos con su ex pareja decide no derramar una sola lágrima más por él y gasta todos sus ahorros en un novio robot con la intención...