Taehyung es un chico encantador quien siempre le encuentra el buen sentido a la vida. Un día, tras romper todo tipo de lazos con su ex pareja decide no derramar una sola lágrima más por él y gasta todos sus ahorros en un novio robot con la intención...
Taehyung había intentado animar a Jimin con la idea de que festejar su cumpleaños, el cual estaba casi a la vuelta de la esquina. Taehyung sabía perfectamente que Jimin se negaría a hacerlo, pero nada perdía intentándolo. Yoongi, desde que comenzó septiembre, había estado presentando una constancia extrañamente buena a su parecer. No presentaba mejoras pero tampoco estaba decayendo, simplemente estaba, y ya. No sabía si eso era una buena o una mala señal, pero prefería ni siquiera mencionarlo. Taehyung actuaba normal, sonriente y juguetón frente a Jimin, queriendo transmitirle una buena vibra y no darle más preocupaciones, siempre estaba cuando su mejor amigo le llamase por alguna emergencia.
El problema era cuando estaba en casa, pues ese era su único lugar donde podía preocuparse y pensar consigo mismo, sin embargo, debido a la presencia de Jungkook se le era difícil expresarse con naturalidad, pues su novio no tenía ni la mínima idea de lo que allá afuera estaba pasando realmente, por lo que Taehyung debía actuar y hablar con cuidado enfrente de Jungkook.
Pero, aquella tarde que llegó de la escuela, pasó algo que no esperaba. Jungkook sacó el tema de Yoongi, contándole a Taehyung sus preocupaciones y dándole a entender que estaba casi comprendiendo que algo demasiado extraño estaba sucediendo con Yoongi.
Los ojos de Jungkook comenzaron a llenarse de lágrimas y los nervios de Taehyung comenzaron a alterarse. No sabía qué decirle. No sabía qué hacer. ¿Debía decirle? ¿O era mejor mantenerse callado por un tiempo más?
Rodeó con sus brazos a su metálico amor, dándole cariño para que éste se calmara. Evitó decir cualquier palabra, sólo ofreciéndole su hombro para que pudiera sentirse mejor después de desahogarse.
En cuanto Jungkook se comenzó a calmar, Taehyung le regaló un dulce beso en la frente y una sonrisa cariñosa. Haciendo que el nivel de amor de Jungkook subiera a base de mentiras y secretos.
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El mes pasó, septiembre acabó, llevándose con él el pequeño rastro que aún quedaba del verano, dándole paso a octubre, un mes lleno de vientos que se encargan de tirar las hojas de los árboles al igual que las esperanzas que ambos amigos aún mantenían por volver a tener una vida tranquila y normal.
Para Taehyung no había otro sentimiento dentro de él que no fuese preocupación. Esa intranquilidad de no recibir noticias por parte de Hoseok le ponía de los nervios; lo hacía sentir inútil. No podía continuar viviendo su vida sin hacer algo por Yoongi, de cierta manera en su mente se repetía el constante arrepentimiento de "yo lo traje, yo debo salvarlo", lo que lo hacía sentirse como la mierda en momentos como estos.
Hoseok tenía desde la última vez que se vieron sin enviarle un mensaje o si quiera contestarle las llamadas. Taehyung quería saber cómo iban las cosas, necesitaba saber si había mejorías o si todo se iba a ir a la mierda. Estaba demasiado alterado.
Y si no fuera suficiente, el mensaje que Jimin le había enviado por la mañana lo había hecho volverse loco aún más.
Su mejor amigo no era alguien que faltase a clases sólo porque sí. Jimin era un chico aplicado, quizá no era el mejor de la clase pero lo intentaba. Por lo que aquel mensaje que le decía que no iría a la universidad y le pedía que lo cubriera, sin contexto previo alguno, lo hizo comerse las uñas todo el día.
No aguantó más la desesperación y decidió irse. A Taehyung no le importaba faltar. Taehyung era ese alumno que si pasaba era feliz, no le importaba si pasaba apenas o si pasaba con buena calificación, sin embargo, si reprobaba no era algo que le quitara el sueño; por lo que al tener ya una materia perdida, se resignó a que si faltaba a esa clase no afectaría en nada más.
Volvió lo más pronto posible a su edificio, yendo directamente al departamento de su mejor amigo, viéndolo cansado, con los ojos hinchados y con aura gris rodeándolo.
Por supuesto, Taehyung se quedó con él. Le convenció de dejarlo a cargo y de que se fuera a dormir, Jimin se veía como una basura total, por lo que Taehyung no dudó ni un segundo en mandarlo a dormir, quedándose él solito cuidando al inmóvil Yoongi. Y durante ese tiempo que tuvo a solas consigo mismo, sentado en la cama de la habitación junto al cuerpo de Yoongi, pudo pensar un poco acerca de la situación.
La idea de que este repentino pero totalmente esperado suceso de la recaída de Yoongi, era sin duda alguna el verdadero inicio del final, se hizo presente en su mente. Y sumándole a eso la falta de presencia de Hoseok, quien era la única persona que quizá podría hacer algo realmente, decidió que quizás era el momento de hablar con Jungkook. De cierta manera creía que si le contaba las cosas a su chico, tendría un poco menos de peso sobre sí mismo.
Lo que Taehyung no esperó fue que Jungkook se pusiera furioso.
Taehyung esperaba que su novio se derrumbara en llanto ante la noticia, estaba totalmente preparado para abrazarlo y darle su hombro para que se desahogara con él. Pero lo que en realidad pasó fue una discusión, una muy fuerte para la que Taehyung no estaba preparado.
-Claro que planeaba decírtelo -Taehyung trató de excusarse-, pero creí que no era el momento aún. Tenía la esperanza de que todo se arreglaría rápidamente que no habría necesidad de contarte, pero las cosas se complicaron.
-De verdad que no lo creo -exhaló, la tristeza y la decepción eran totalmente detectables en la voz de Jungkook-. Yoongi hyung es un robot como yo, ¿de verdad nunca te pasó por la cabeza que quizá yo podría ayudar? ¿Quién más podría entender mejor a un robot como él que yo?
-Hyunjin nos ayudó un poco.
La boca de Jungkook se abrió con incredulidad. Estaba ahora un poco más herido.
-¿Preferiste hablar con Hyunjin que conmigo?
-Él parecía saber.
-¡¿Y a caso yo no sé?! -Jungkook se alteraba cada segundo más, sus ojos redondos brillaban por las lágrimas que los bañaban.
-¡No lo sé! ¿Cómo iba a saberlo?
-Sabías que yo tenía la sospecha. Cada vez que te pregunté por Yoongi tú sólo me decías que estaba bien y ya, ¿de verdad no pensabas que eso me terminaría dañando en algún momento?
-Solamente no quería preocuparte. Preferí cargar con todo yo solo para protegerte a ti.
-¿Protegerme? ¿Preferiste "protegerme" con mentiras? Todo este tiempo, todo lo que me has dicho y lo que me has demostrado son mentiras -la primera lágrima resbaló por el precioso rostro enfurecido de Jungkook-. No creas que no sé que esto no es lo único que me has ocultado.
El corazón de Taehyung dio un vuelco del susto.
¿Qué estaba tratando de decir?
Jungkook lucía dolido, enfurecido y extrañamente tímido, como si tuviera miedo de decir lo que pensaba, como si supiera que lo que acababa de decir le traería unos grandes problemas después a ambos.
