Capitulo 19| cabos sueltos

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Victoria

— Victoria — me interrumpió mi especialista haciendome volver a la realidad — quieres decirle algo a Dante.

Lo miré a mi lado, me había acompañado a cada una de mis terapias aunque muchas de ellas le decía que se quedara fuera, pero hoy no podía, habia llegado el dia de contarle la verdad.

— Victoria, lo que quieras decir puedes hacerlo sin miedo. — Tomó mis manos entre las suyas.

— Siento lo que hice Dante... Yo no entendía completamente la magnitud de mis acciones. Siento haber hecho que terminaras tu relación con mi hermana y siento lo de este bebé.

— No te preocupes, es mi hijo y lo voy a querer

— No es tuyo Dante. — no podía mirarlo a la cara, soltó mis manos y se paró — Este bebé... Nosotros jamas estuvimos juntos... Perdóname Porfavor, yo... No pensaba lo que hacía, no entendía lo que hacía... Perdóname

Salió de la sala pegando un portazo que me hizo saltar en el sofá.

— Dale tiempo. Todo estará bien.

Esa misma tarde luego de ir a recoger algunas fotografías de la casa de mis padres volví sin ganas de nada. Me desnudé y vi que mi vientre ya no estaba plano, lo toqué y cerré mis ojos llorando. Me metí a la ducha y estuve alli mucho tiempo, solo quería que me perdonara, le causé mucho daño y esto no creo que me lo perdone

Me vesti y estaba secando mi cabello cuando tocaron la puerta, quizas era el, al abrir me llevé una gran sorpresa

— ¿Que hace aquí? — Sentí escalofríos, entró sin decir nada y cerro.  — Todo acabó, ya no trabajo para usted

— eso no lo decides tú.

— El trabajo acabó usted mismo me lo dijo

— si, hiciste muy bien tu trabajo Victoria, hasta embarazada saliste. Que diría tu hermana si se entera de que te aliaste con su peor demonio.

— de que habla, me contrataste para separarlos, yo quería a Dante eso es todo.

— en estos momentos ella esta recibiendo nuestras conversaciones, leyendo tus mensajes, todo esta en su casa.

— No, no, no, porque lo hiciste. Dijiste que nadie se enteraría.

— Nunca confies en un hombre — sus palabras se me hacían muy conocidas, comence a llorar y mi vientre dolía, esto era demasiado. Mi hermana no me lo perdonará jamás

— tan ingenua Victoria. Acaso jamas te preguntaste por mi interés en tu hermanita, porque quería verla sufrir, porque la seguía.

— Váyase de mi casa, — no quería seguir escuchando, debia ir con Giu y explicarle — Dante llegará en cualquier momento. — Mi mano se fué a la parte trasera de mi pantalón y  tocando el teléfono, presioné el boton de bloqueo por tres segundos para llamar al contacto de emergencia. Contesta Giu porfavor, contesta

— no me engañas, el no vive contigo y menos después de saber que llevas un bastardo en tu vientre.

— ¿como lo sabes? — mi cuerpo completo temblaba, comencé a retroceder alejandome poco a poco

— Yo lo sé todo preciosa. — corri a la alarma para apretar el boton de emergencias pero el En segundos me tenía aprisionada contra la pared con su brazo en mi cuello casi ahorcandome, traté de detenerlo y el teléfono cayó al piso  — Eres una idiota Victoria — su mano resonó en mi rostro — ... Pero tan bella, como tu hermana. Igual me gustan embarazadas, podría hacer un trato con El conde y tu estado podría arreglarlo mas adelante.

— Suel... Teme — casi no podia respirar, aflojó el agarré pero sin soltarme

— El pasado siempre vuelve Victoria... Y Ernesto quiere que vuelvas con el.

— está muerto. Ese hijo de puta esta muerto, ya no existe

— ¿estas segura? — luché contra el pero me tapó la boca y todo se oscureció.

Giulliana

No podía creer lo que veía, pero quien es esa persona que queria hacerme daño, como fué capaz de llegar a tanto mi hermana. Dejé el paquete y le marqué a Joel y contestó de inmediato.

— Justo te iba a llamar, voy a tu casa.

— Gracias.

En minutos llegó junto a Damián y Dante.

— Ernesto tiene un hermano

— ¿Qué? No, yo jamas conocí a ningun hermano, era el solo.

— Fernando Riviera.

— Su apodo es Rey. — habló Damián

—  Te suena cierto Giu, porque a mi también  — Dante estaba tan impresionado como yo.  — ¡Hijo de puta! Estuviste todo ese tiempo con el, trabajaste para el sin saberlo.

— Yo... No puede ser cierto — me acerqué a la mesa mirando las fotografías. 

— jamas te entregó con Ernesto, ¿porque Giu?

— jamas nos conocimos Joel. Nunca nos habiamos visto y aprovechando que está Damian aqui Necesito que investigues este número  hace un rato me envío un mensaje, lo mismo que me decian por teléfono  " el pasado siempre vuelve"

Damián lo tomo y en segundos tenia información.

— Este número esta enlazado a este otro del cual te llamaron, pertenece a un hombre llamado Gastón Benavente. — miré su foto y lo reconocería en cualquier lugar.

— Trabajaba para Ernesto. Pero ese no era su nombre. Estoy segura.

— Se cambió la identidad de seguro, luego de encontrar a Ernesto el caería también.  — Gloria estaba tan asustada como yo, Joel se puso a su lado y la abrazó tranquilizandola

— El es esposo de esa mujer... Es el dueño de ella, de la rubia platinada

— De quien Giu

— Exocet. Esa maldita mujer que no han podido encontrar.

— Porque no me contaste nada Giu. Te amenazaron y no me dijiste nada, ¿que estabas esperando?

— Todo estaba complicado entre nosotros Dante, Joel me ayudó, te lo contaría mas adelante, no queria preocuparte.

—  Este lugar ya no es seguro — Habló Joel — debemos salir de aquí, mis amigos ya vienen viajando desde Alemania. Apenas lleguen tendremos mas información.

Dante fué al dormitorio a buscar a nuestro hijo, con ayuda de Gloria guarde lo necesario y juntos  salimos de esa casa rumbo a algun hotel.

Escuché vibrar mi teléfono pero con los nervios no lo pude encontrar hasta que la llamada se cortó, salía el nombre de mi hermana y al llamarla devuelta salía apagado.

— Era Victoria, sale apagado, quizás quería hablar contigo

— No quiero hablar con ella ahora

— siento lo del bebé

— lo sabias

— me lo contó en la tarde. Su plan siempre fué separarnos. Hoy día llegó a la casa unas fotografías de conversaciones que tenia con alguien, no se quién porque sale tapado el número. Pero el le pedía que hiciera su trabajo con nosotros y que fuera rápido.

— no sé que pensar.

— yo tampoco... Pero ella estaba mal Dante, necesitaba ayuda. Para ella no fue facil decirte la verdad y eso es un gran avance. Habla con ella porfavor.

— Lo intentaré Giu, pero solo por ti.

La Stripper 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora