La Stripper 2

Capitulo 15|Amenazas

No dormí en toda la noche, la cama se sentía fría, toda la casa se sentía vacía, hechaba de menos su aroma,su voz, sabia que me iba a doler por un tiempo pero poco a poco doleria menos... O eso esperaba.

Me puse un vestido,medias achiporradas por dentro y botas altas, mi abrigo lo llevaba sobre puesto sobre mis hombros, me sentía nerviosa y muy ansiosa,queria y necesitaba ocupar mi mente en otra cosa y eso solo lo lograría trabajando.

Conduje hasta la cafetería y me senté en una mesa al lado del ventanal, pedí un cafe doble mientras esperaba, aun era temprano, mi pies se movia rápidamente golpeando el piso de mármol nerviosa, mis manos estaban alrededor de la taza y el aroma entraba por mi nariz tranquilizandome un poco. El local estaba lleno como de costumbre a esta hora, todos a mi alrededor sonreían, hablaban y se veían felices, ponía atención en cada uno de ellos mientras yo deseaba estar asi con Dante.

— Giu, ¿que haces aquí? — me sorprendí al oir la voz de Joel, me paré para saludarlo y luego tomó asiento frente a mi

— Que gusto volver a verte Joel.

— Lo mismo digo. Que haces aquí sola.

— Una entrevista de trabajo.

— Me alegra escuchar eso, te ves... Bien

— Intento estar lo mejor que puedo, desde que... Bueno, tu sabes. No es facil

— Lo sé, créeme. Dante está igual, ya no es el mismo, muchas preocupaciones en el trabajo y lo que pasó entre ustedes no lo tiene bien.

— Fué la mejor decisión, solo nos estabamos haciendo daño y ya he sufrido bastante.

— lo sé Giu. Mereces toda la felicidad del mundo al igual que tu hermana.

— A Victoria le a costado mucho mas

— La vi hace unas semanas, estaba sola y se veía muy mal, le ofrecí mi ayuda pero creo que solo quiere a Dante, lo cual me preocupa

— Porque dices eso

.— No soy experto, pero he visto casos asi donde las personas sufrieron tanto que su mente no logra dejarlos ver más allá. Ella necesita ayuda de un profesional, no de Dante. Esta obsesionada con que su felicidad es el y no es así. Dante tampoco quiere entenderlo, se culpa por todo.

— He tratado de hablar con ella, ayudarla pero no me deja. Y en verdad necesito a mi hermana de siempre devuelta, a la risueña, la soñadora, la que siempre volvia a pesar de nuestras peleas. La extraño

— siento mucho que esta pesadilla aun no acabe para ti. Haré lo posible por que Dante me escuché y haga lo que le digo.

— te lo agradecería tanto Joel, porque ya no puedo mas — tomé una servilleta y sequé mis lágrimas antes que cayeran. — ¿Sabes donde vive?

— Claro, te doy su dirección — anotó en una tarjeta la dirección y me la pasó.

— Dante..  ¿Está con ella?

— No. Está conmigo.

— Gracias — tomó mi mano y la presionó — Debo irme, cuidate Giu y cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme.

— gracias

Estaba parándose cuando apareció Raquel que casi choca contra su cuerpo

— ¿Tú?

— ¿Se conocen? — pregunto curiosa

— Solo nos vimos el otro dia, compartimos mesa aquí — dijo ella.

— asi es — Dijo Joel, quien no despegaba la vista de ella. — Un gusto verte nuevamente. Espero no sea la última. — Se despidió y salió no sin antes mirarla nuevamente.

— La vida es un pañuelo — le digo, cuando ya esta sentada frente a mi

— así es. Aveces sorprendente

Tuvimos una reunión larga en donde me explicó todo con respecto a la empresa, horarios y su carpeta de clientes. Me sentía feliz y por un momento olvidé mis problemas y me centré por completo en esto.

Luego de dos semanas tuve mi primer trabajo, me fué excelente y lo unico que quería era salir a celebrar con mi familia. Durante la tarde fui junto a Gloria y Ángel a cenar, estabamos riendo porque mi hijo estaba lleno de salsa por todos lados y la gente a nuestro alrededor también lo hacía. Me paré con el y lo llevé al baño para lavarlo y ponerle otra polera cuando entra el servicio y se acerca a mi

— Señora le dejaron esta nota en recepción.

— ¿Quien?

— un hombre pero no dijo su nombre.

Ella salió y al mirar el papel no tenía ningun remitente, lo abrí y leí

"Un gusto verte mi querida Giulliana y que lindo niño llevas en brazos."

Mi corazón comenzó a palpitar a mil por hora, tomé a Ángel y sali casi corriendo

— vuelvo altiro — dejé a mi hijo con Gloria y fuí a la recepción

— Hola, ¿quién me dejó esta nota?

— No dejó su nombre señora.

— ¿Tienen camaras?

— si señorita, pero no podemos mostrarlas a menos que tenga una orden judicial, lo siento.

Suspiré frustrada y fuí a la mesa junto a Gloria quien me miraba extraña, sabía que me pasaba algo.

— Pasa algo niña — le mostré la nota y se asustó al igual que yo. — Ernesto — dijo asustada.

— esta muerto, es imposible.

— ¿entonces quien?

— no lo sé, pero será mejor irnos a casa.

Fernando Riviera

— Listo hermano, le entregué la nota — dije a través del teléfono, mientras la observaba desde mi auto que daba justo a la ventana del restaurante

— Inicia la tortura a mi querida esposa.

— Se arrepentirá de todo hermano, falta poco para que la tengas nuevamente.

— claro que se arrepentirá. Ya todo esta en marcha.

Colgué y seguí sentado viendola salir casi corriendo a su auto con mi sobrino en brazos. Lo primero que haré será matar a esa señora intrometida.

— Gastón, ya van devuelta.

— Nosotros ya nos vamos. Las camaras estan instaladas.

— Está bien.

Giulliana jamás te imaginarias lo que viene a tu vida. Encendí el auto y me fuí de ese lugar.