Capitulo 8| Libre

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Fernando Riviera|

El dinero lo puede todo, que mejor regalo que tener a mi hermano de vuelta en mi pais. El juez le dió la libertad condicional debido a su "Estado", Ernesto conocía a un médico en Alemania que compartía los mismos gustos y falsificó datos para que su diagnóstico fuera cáncer terminal y además de que estaba en silla de ruedas ayudaba mucho mas, me encargué de comprar una finca adaptada a sus nuevas necesidades, esta a mi nombre por lo que no habrá ninguna conexión con el porque fuí mucho mas astuto que mi hermano y legalmente uso el apellido de la zorra de nuestra madre o mi apodo.

Preparé todo como me pidio, un gran sitio, una casa grande con muchas habitaciones, un sotano y adaptamos un ascensor para el al igual que su dormitorio, contraté una enfermera segun sus indicaciones, su amiga exocet se encargo de buscar a una de sus mejores sumisas, le debía mucho a mi hermano, es lo que es gracias a el.

— Hermano por fin llegas — le doy la mano y nos vamos por el túnel privado hasta el auto, bajamos la rampla y el sube.

— Espero todo esté en orden.

— claro que si. Iniciaremos la caceria despues de las fiestas

— ¡Quiero a una ya!

— Tranquilo hermano, haremos las cosas bien. No queremos levantar sospechas.

— Lo unico que quiero es tener a esa perra frente a mi y matarla con mis propias manos, es por lo unico que estoy aqui.

— Debes saber que apenas el se entere que estas aqui va a doblar la seguridad con Giulliana.

— Victoria lo mantendrá ocupado, la muy estupida esta cooperando con un viejo amigo, siempre tan ingenua, aun no sabe que soy yo quien está detras de todo. — le sonrío al escuchar eso, sabia que no se quedaría de manos cruzadas — insertamos un gps en el auto de esa puta, cuando salga sabré exactamente donde se dirige. Debemos hacer lo mismo con su teléfono y necesito que llames a alguien que ingrese a la casa y ponga cámaras.

— Claro hermano. Como mandes

— llévame a una mujer de tu club a la casa, deseo dominar a una zorra, quiero a alguien experimentada, que haga bien su trabajo y le guste duro.

— tengo a alguien, pero le gusta el dinero, si deseas dominarla te saldra extra

— el dinero no es problema.

— Su nombre es Pink. Te complacerá hermanito, es una zorra de primera.

Apena se van los demas hombres, cerramos la puerta y se para lo cual me sorprende

— ya me tenia arto esta maldita silla de ruedas, pasé meses sentado en ella.

— Eres un hijo de puta — digo sorprendido — hasta yo me creí tu falsa.

— el dinero lo puede todo, para un doctor que necesitaba mucho dinero y que tenia algunos secretos fue facil hacerlo mentir, solo tu lo sabes. Aun no confío en nadie para decirlo.

— Claro hermano.

Luego Hago lo que me ordena y mando a buscar a Pink al local, mientras lo llevo a la sala preparada y queda sorprendido con todo lo que logré en tan poco tiempo

— Esta sala es perfecta — Dice mientras se camina lentamente viendo cada uno de los objetos que hay. Desde palos, fustas, conturones, cuerdas y distintos medios de torturas. — lo hiciste bien.

— aprendí del mejor.

Una hora después mi hombre entra con Pink, traía los ojos vendados y la guiamos hasta la sala, Ernesto se puso una mascara que ocultaba la mitad de su rostro, no queria que nadie lo reconociera y cuando me dió la señal le destapamos los ojos a Pink

— Te presento a mi hermano.

— Un gusto señor.

— Date la vuelta — ordena y lo hace, siempre obediente. — eres muy bella y perfecta para lo que quiero.

— los dejo.



Giulliana|

La navidad estaba cerca, asique Fui con Gloria y ángel a comprar un arbol de navidad y algunas cosas para adornar la casa ya no podia seguir esperando a Dante, desde que formó su empresa a estado mas ocupado de lo normal.

— Este me gusta — era un arbol artificial muy grande y frondoso.

— siempre soñé con un arbol asi — me dice Gloria — nunca pudimos pagarlo.

— lo siento, yo hace mucho tiempo no tenía una navidad, asique espero esta sea especial, además ahora esta nuestro pequeño.

— aunque no hubiese nada seria feliz igual junto a ustedes mi niña.

— Lo sé Gloria.  — la abrazo y seguimos caminando por el local buscando adornos en tonos dorados y rojos. Ella aprovecho de comprar algunos obsequios y yo me fuí al supermercado mientras Angel dormía en el coche.

Estaba pidiendo la carne cuando vi que de lejos alguien me observaba y se esfumó rápidamente, di la vuelta para ir al otro pasillo y de reojo pude ver al fin quien era

— hola hermana — me acerqué por detras — por fin te encuentro

— No quiero hablar contigo Giulliana y no me llames hermana

— No me hables asi porfavor, eres mi hermana pequeña, te adoro Vic. No quiero que estemos asi.

— debiste pensar eso antes de meterte en mi relación.

— Lo siento, en verdad

— eso no arregla las cosas.

— ven a mi casa. Pasa navidad con nosotros — casi se lo pedí rogando, no la veia hace tanto tiempo que solo queria abrazarla — el es tu sobrino, se llama Ángel

— Lo sé. — suspiró y por primera vez me miró y dejó lo que estaba haciendo — No pretendas arreglar las cosas porque no se puede, la única manera sería que no te casaras con Dante, pero se que no lo harás, porque siempre quieres tener todo, ser el centro de atención.

— Algun día cambiaras de opinión y verás que no es como dices Y te vas a arrepentir.

— No lo creo. — dió la vuelta y se fué. Tras de mí apareció Gloria y tomó mi hombro

— Ya todo se solucionará, ya lo veras niña.

— Gracias Gloria, siempre me das ánimo.

— Eres una hija para mi, no me gusta verte sufrir ya lo hiciste mucho en el pasado, merecer seguir adelante.

— lo intento, pero me gustaría compartir esa felicidad con mi hermana.

— recapacitará, ya lo verás.



Para cuando Dante llegó teniamos toda la casa lista y el arbol encendido, quedó sorprendido y se disculpó por no ayudarme.

— me encontré con Victoria hoy dia. No se veía bien, su mirada era extraña — Dante deja de comer y me mira

— que te dijo

— Aparte de que me odia, nada mas. La invité a pasar la Navidad aquí

— ya me imagino su respuesta — tomó mi mano y la besó — dale tiempo.

— la extraño Dante. Quizás podrías hablar con ella

— No creo que eso ayude.

— Por favor, búscala, tu tienes como hacerlo y habla con ella. No quiero que esté sola en navidad. Porfavor Dante — le supliqué, luego de unos minutos asintió.



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