DanteLlegamos a la casa junto con los policías, cada quien se puso a revisar cada rincón buscando algo, alguna pista que nos dijera dónde estaba Victoria.
Ya había pasado una hora y un agente venía para acá con información nueva.
— Que novedades hay
— Victoria estaba involucrada con Gaston. El es quien la contrató para separarlos
— Ella no haría algo así
— de seguro no sabía quién era el realmente, pero hay llamadas y mensajes que pudimos recuperar de su teléfono. Podemos rastrear el número de teléfono y con suerte quizás nos lleve a ellos.
— El la tiene entonces. Maldita sea, no otra vez.
Pasó otra hora más y al menos teníamos la ubicación del tal Gaston, con suerte esto nos llevaría a Ernesto y rescatar a Victoria.
— ¡Salgan ahora! — Venia Joel corriendo bajando las escaleras con los agentes
— ¿que pasa?
— ¡afuera ahora! — me tomó del brazo y salimos, apenas lo hicimos algo explotó dentro de la casa y fuimos lanzados metros más adelante, mis oídos dolían y sentía un pitido, miré a mi alrededor y había mucho humo, agentes tirados, y Joel a mi lado tratando de pararse sin lograrlo. No oía nada, veía que me hablaba pero no lograba escucharlo. Cuando logré pararme le extendí la mano y el también lo hizo, pasaron muchos minutos hasta que alcancé a oír las sirenas de los bomberos acercándose cada vez más.
— Nos tienen vigilados, debemos ir al hotel
— ¡Maldita sea! Hijo de puta — habían varios agentes heridos, los que pudimos nos fuimos rápidamente al hotel, el tráfico no ayudaba y era como si todo estuviese en contra, lo único que esperaba era ver a mi Giulliana a salvo junto a mi hijo. Que estuvieran bien y sentir su abrazo cálido, pero algo me decía que no sería así.
Giulliana
Me llevaba a rastras bajando las escaleras, luchaba con todas mis fuerzas para soltarme pero no podía
— ¡Sueltame Idiota! ¡No pasaré por esto nuevamente!
— No es tu desición, el amo manda
— te juro que lo mataré, ya no me hara daño, no lo dejaré
— No seas estupida
Me lanzó a un calabozo y cerró con candado.
— Diviértete Zorra ahi tienes compañía
Ni siquiera sabia a lo que se refería, miré a mi alrededor y me puse a buscar algo que me ayudara a salir de este asqueroso lugar. Habian botes de pintura, cadenas, palos hechos pedazos. La luz que había no me dejaba ver muy bien, estaba desesperada y solo habia un fierro que me podría servir. Solo debia saber como utilizarlo. Caí agotada afirmandome de la pared, puse mi rostro entre mis piernas tratando de pensar en como salir de este maldito lugar.
Las horas pasaban y no se oía nadie, miré por la ventanilla y traté de respirar un poco, cada vez se ne hacia mas dificil hacerlo y habia un olor a putrefacción que a cada hora se intensificaba mas.
Miré nuevamente a mi alrededor y alcancé a ver algo tapado con una sábana, me acerqué y al levantarlo lo único que pude hacer fué gritar y gritar cada vez más fuerte
— Esto no — Me alejé a la puerta gritando por ayuda y cayendo al piso llorando y gritando como loca. Luego de unos minutos volví a acercarme a rastras y mis manos tocaron algo pegajoso... Era sangre...
El cuerpo inerte de mi hermana estaba sobre una tabla, su cara estaba llena de marcas y moretones, sangre seca en su boca, sus senos destrozados al igual que su abdomen, estaba desnuda y a su lado cayó ropa ensangrentada y aún tenía el cuchillo incrustado en su abdomen.
— Victoria... No.... hermana... No merecias esto vic... No esto... — lloré por largas horas a su lado sosteniendo su mano — te mataré Ernesto, con mis propias manos — me armé de valor y cerre los ojos tomando la fuerza necesaria para hacer lo que necesitaba... Con mis dos manos tomé el cuchillo y lo saqué de su cuerpo, temblaba completa y cuando estuvi fuera caí a su lado — lo haré pagar por esto Vic.
Mis ojos querian cerrarse y descansar junto a ella pero a mi mente venía Ángel y todas las fuerzas volvían a mí nuevamente, no me podía rendir, mi hijo merecía mucho más.
Escuché una puerta abrirse y me paré rápidamente al mirar vi al hombre que me trajo bajando, tomé el fierro de mi costado y lo posicioné de manera que pudiese tomarlo rápidamente, el candado sonó y la puerta crujió al abrir
— veo que ya viste la sorpresa que tenia mi patrón para ti. — lo miré con odio y tras de mi sostuve el fierro fuertemente — Vino alguien a visitarte y creo que te gustará — iba a tomarme pero fui mucho más rápida y el fierro resonó en su cráneo, cayó al instante y la sangre comenzó a salir llenando el lugar, no se movió y jamás volvió a cerrar sus ojos
— Esto es por mi hermana — sin poder contenerme volvi a golpearlo una y otra vez hasta cansarme.
Revisé su ropa y saqué el arma que llevaba y el cuchillo que era mucho mas grande que el otro. Lo puse a un costado y en una mano llevaba el arma y en el otro el fierro.
Subí las escaleras lentamente, tratando de no meter ningun ruido al llegar a ls puerta miré con cuidado pero no se veía nadie, habia un silencio absoluto. Me agaché pasando detras de los sofás llegando a la puerta trasera de la cocina y recién ahi pude ver que en el patio habían personas arrodilladas, personas que jamás creí volver a ver, esto no podía ser posible...
ESTÁS LEYENDO
La Stripper 2
RomansaUn año a pasado desde el juicio contra Ernesto y su problematico divorcio. Todo en la vida de Giulliana y Dante se normaliza e inician con los preparativos de su boda. Aunque no todo será tan facil como ellos lo imaginan, por que fantasmas del pasad...