Wos; Rendidos

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Decepción y furia.
Esas eran las emociones que dominaban su cuerpo
Llegó a su habitación y cerró la puerta con la misma fuerza que había cerrado la de Rufina
Le importaba muy poco si se rompía o si alguien le decía algo por eso
En este momento no podía pensar en eso

Su respiración agitada y la furia de su rostro eran la muestra de enojo que lo colmaba, se sentó en la cama y se llevó las manos a la cara
No pudo calmarse así que tiró un par de almohadones contra el Placard

Se paro otra vez y comenzó a caminar mientras se rascaba la nuca

-ella no quiere nada... Bien, entonces no va a tener nada, hasta acá llegue Rufina, me canse de buscarte, me canse de tener que aguantar tus arranques y que siempre te hagas la importante, de tus silencios y tu arrogancia, me obstine de que seas tan infantil y caprichosa, que siempre tenga que ser yo quien deba ceder... ¿Por qué no lo haces vos? -cuestiono en alta junto a la pared, sabía que no iba a escuchar, pero tenia el tonto pensamiento de que quizás si-

Se alejo de la pared y fue hasta la heladera
Saco una botella que tenía muy poco y lo tomo de un trago

Apoyo las manos sobre la pequeña heladera, sus nudillos se pusieron blancos por la presión que ejercia sobre sus dedos. Dejo libre un suspiro intentando controlarse, cerró los ojos y hasta su mente llegó la imagen de Rufina, primero en su cama desnuda, bajo su cuerpo, entregada a el, a sus caricias y sus besos, tan hermosa, pero después llego la de minutos atrás, esa fría y distante que le bajó las ganas al segundo, nego con la cabeza intentando sacarla de su mente, pero era imposible

-la puta madre, deje el bolso en su habitación, no tengo ni un estúpido cepillo de dientes! -se quejo golpeando la heladera- no pienso ir a buscarlo, no voy a permitir que crea que va ganando

Se llevó una mano a la nuca para masajear la y darle alivio a la tensión, camino para volver a la cama y lucho contra el deseo de acercarse a la ventana y sacar la cabeza para mirar a la habitación de al lado

-te desconozco Valentín, de verdad das pena... Podés tener cualquier mujer, la que sea y estás evaluando en ir y hablar de nuevo con ella ¿Que mierda te pasa? -se preguntaba mirando la ventana-

Se levantó y se acercó a ver el cielo brillar, sin abrirla, sin sacar la cabeza

Llevo sus manos a la traba y la destrabó
Estaba a punto de abrirla pero se alejo para no caer en la tentación
Se volvio a acercar a la cama y se dejó caer en ella
Llevo las manos a su cara y la paso repetidas veces para que se vaya ese pensamiento, pero era imposible

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Es cortito para que se queden con intriga ahre