Capítulo 35: Greendale

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Buenos Aires, año 2036.

Despierto aturdida en la cama, Jenni está dormida en el suelo y Peter mirándome fijamente. Yo, me levanto como puedo tratando de mantener el equilibrio y no pisar a Jenni mientras me dirijo a la puerta. Lo de anoche sigue doliendo, entiendo su miedo a ser descubierto pero me parece egoísta la forma en la que habló de mí con Jenni. Lo quiero tanto a Peter que me duele todavía más, cuando estoy llegando a la puerta se abre de golpe y Alec aparece bastante serio, con unas ojeras que podrían llegar hasta el suelo y me mira fijamente a mi.

Alec: Magnus quiere veros en su despacho a los dos. - Dice rápido y conciso, cierra la puerta y se va.

Peter: que simpático tu marido. - Me salta irónico y yo lo miro enojada.

Lali: ¿Sabes una cosa Peter? - Lo miro fijamente a los ojos. - Sos un tarado. - Cierro la puerta rápido y fuerte, yendo hacia el despacho de Magnus.

Cuando entro, Magnus se me queda mirando en silencio. Yo estoy bien enojada y puedo ver mis luces parpadeando intensamente, me perturba porque se está volviendo incontrolable. Magnus, me da una infusión y yo me la tomo, mientras el silencio se vuelve más incómodo veo como las luces poco a poco dejan de brillar. Yo me siento más relajada y se agradece. Minutos más tarde entra Peter, entonces Magnus se pone en pie y empieza a dar vueltas por el despacho.

Magnus: vosotros dos, me dais demasiados dolores de cabeza. Os aprecio, demasiado porque si no, no logro entender como os aguanto. - Su tono de enfado y reflexión, siempre me había parecido tierno en algún punto. - Pero, mi paciencia tiene un límite. Lo que hemos vivido, lo hemos vivido todos, Peter nadie te entiende como yo, no obstante, ahora tenéis la oportunidad de poder disfrutar de vuestro amor. Las cosas deben seguir su rumbo pero ya han jugado con el destino así que, primero, viajaréis a Greendale. Valentina y Dante irán con vosotros, para que no os mateis. Tendréis que estar en conjunción porque tendréis que ocuparos del glamour para camuflar a Dante, solo vuestro poder sirve. Así que buena suerte, salis esta noche. - Sin darnos opción de responder, con un sutil gesto abre la puerta mientras vuelve a su asiento invitándonos a abandonar su despacho.

Yo he sido la primera en salir y no me he parado a mirar atrás, directamente me he ido hacia el patio interior, donde me he encontrado con Vale paseando. Por un momento he querido irme sin que me viera porque no tengo muchas ganas de hablar, pero cuando he querido darme cuenta la tenía al lado.

Vale: Lali... ¿Ya hablaron con Magnus? - Me pregunta un poco nerviosa.

Lali: si, ya nos puso al tanto. - Le respondo con media sonrisa.

Vale: ¿Seguís queriendo ir sola?

Lali: no, tal y como están las cosas con Peter, mejor que no. - Respondo intentando no ser muy dramática.

Vale: solo necesitan un poco de tiempo...¿Vos como estás?

Lali: he estado mejor, pero tranqui, se me pasará.

Vale: tal vez, pasar tiempo juntos les venga bien para menguar las aguas. - Sugiere dulce y agradezco su buen gesto, pero no sé si eso será posible.

Lali: yo lo intentaré pero no creo que Peter y yo estemos en nuestro mejor momento. - De pronto veo algo moverse rápido y me doy la vuelta, entonces veo a Amenadiel apartado en una esquina. - Después te veo Vale, tengo que hacer algo primero.

Vale: claro... Hasta luego Lali. - Se va continuando su paseo y yo me acerco hasta Amenadiel.

Amenadiel: mi hermano me dijo que querías verme, aquí estoy. - Dice serio.

Lali: siento mucho molestarte, pero debes saber que se cambió el manuscrito original de los Guardianes del palacio, Alexander Lightwood no es el verdadero guardián. Mercedes, fue quien lo hizo, Lucifer me dijo que ese trabajo no le correspondía a él.

La viajera del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora