Volkov
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Era la tercera noche que pasaba despierto. Miraba por el ventanal de su departamento, moviendo lentamente el vaso con vodka y divagando profundamente en sus pensamientos. ¿Cómo había llegado a eso? cerró sus ojos y soltó un suspiro, sintiendo el leve calor del amanecer frente suyo.
"Tks..."
Maldita alarma, aunque la escuchaba lejos, le seguía molestando. Movió su cuerpo de manera molesta en dirección a su cuarto, dejando el vaso vacío sobre el mesón de la cocina. Sobó su sien derecha, tomando su móvil para apagar el horrible sonido, seguido de desbloquear la pantalla y leer las notificaciones.
- Joder con los robos de vehículos. - Susurró tirando el aparato entre las sábanas, retomando su andar en dirección al baño. Se daría una ducha para despabilar y poder ir al trabajo. Tenía el leve presentimiento de que sería un día largo.- como sea, este departamento no se paga sólo.
*
Se movía al compás de la música de fondo, animándose un poco. Nunca lo admitiría, pero amaba el «¿Trap?» No sabía si estaba en lo correcto, pero le encantaba, se sentía como... «Una perra empoderada», jaja. La verdad es que le gustaba bailar y ese estilo le motivaba, no sabía el porqué, pero simplemente se dejaba guiar por su cuerpo, era algo que lograba desestresarle un poco.
No faltaba mucho para llegar a comisaría, y eso le molestó. No quería encontrarse con cierta persona, o bueno, ciertas personas. Seguía pensando en ese acontecimiento de hace algunos días, ¿realmente había pasado? ¿por qué fue tan idiota? ¿Por qué tuvo que confesar todo? Ahg, seguía sin creerlo, es que no le entraba en la cabeza. No le quedaba de otra, ya había faltado los últimos dos días sin dar motivos y eso le costaría caro, no quería tener más problemas que los actuales.
"Vamoh' a perrear, la vida e' corta.~"
*
Se miró por décima vez en el espejo, se sentía raro. Por más que se "arreglaba" seguía sin quedar conforme, esto era tedioso. Sin más que hacer, suspiró molesto y se alejó de su reflejo, quizás lo mejor era simplemente salir de ese lugar, pescar su coche e ir a patrullar por la ciudad.
"- Volkov, a mi
despacho, ahora."
"Mierda"
- 10-6
"- Me la suda tu
10-6,
A mi despacho, ya.
"¿Este era el llamado de la muerte?"
- 10-4.
Apagó la radio con rapidez, mierda, ¿por qué tenía tan mala suerte? lo menos que quería en ese momento era ver la cara de Conway, simplemente no podía. Salió enojado de la sala, sabía que si no iba le podía costar su trabajo, y no era muy buena idea.
Mientras más se acercaba al despacho, más se aceleraba su corazón. Estaba nervioso, incluso podía decir que tenía un poco de miedo. Era la mano derecha del superintendente, sí, pero eso no significaba que este no pudiera despedirlo o incluso, matarlo.
Tocó tres veces, con el corazón en su garganta y espero la afirmación del mayor para ingresar, susurrando un bajo "permiso". Caminó con cautela hasta acercarse al escritorio, atento a cada movimiento del adverso. Estaban solos, eso significaba peligro, no había nadie que fuera testigo de lo que podría pasar en esa sala.
