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.Tanto Volkov como Ivanov mordieron sus labios inferiores, y es que joder, la escena frente a sus ojos no era para nada desagradable. Conway acarició las mejillas de ambos, escuchando como estos suspiraban bajo ante el suave contacto, separando sus manos a los segundos para terminar de quitar su camisa de trabajo y tirarla por ahí. Empujó con cuidado los cuerpos de los menores, haciendo que se recostaran en la cama, y así poder empezar a acariciar por encima de sus telas. Ambos chicos cerraron sus ojos, disfrutando de los toques que el mayor les otorgaba, aunque fuera sobre sus prendas, se sentía bien.
ー Veo que les gusta lo que hago, ¿no?
La voz ronca de Conway hacia que sus cuerpos temblaran, era demasiado excitante poder escucharle de esa manera, y lo mejor de todo, es que lo tenían sólo para ellos dos.
Un leve jadeo escapó de los labios de ambos agentes cuando su superior acarició la parte interna de sus muslos, haciendo que sus piernas se abrieran en invitación a este. El primero que fue atacado por los labios del mayor fue Ivanov, soltando un suspiro pesado cuando este comenzó a morder su cuello. Su piel era tirada con fuerza, sentía el cálido aliento de Jack sobre su piel y su lengua no ayudaba de mucho, dejando un camino húmedo desde su cuello hasta su mentón. Los ojos del chico observaron a su compañero, notando como este ya se encontraba con la camisa abierta y disfrutaba de las manos del mayor sobre su cuerpo, al parecer Conway sabía cómo complacer a ambos al mismo tiempo, y joder que lo hacía bien.
Los labios del mayor se alejaron de la piel sensible del pelinegro, tomando dirección esta vez al ruso. Atrapó los labios de este, pasando su lengua sobre estos como si pidiera permiso, gruñendo cuando le dejó ingresar. Lo besó lento, disfrutando de sus belfos y su lengua, mientras que sus manos esta vez se dedicaban a tocar a Ivanov, quitando las prendas de este ciegamente. De a poco la situación comenzaba a calentarse, escuchándose leves gemidos y jadeos por parte de ambos menores ante las caricias de Jack sobre sus cuerpos.
El mayor se separó finalmente de los labios de Volkov, notando la respiración acelerada de este y sonriendo ante aquello. Se arrodilló en la cama para observar a sus dos agentes, tragando duro ante la escena frente a él. Los dos chicos se encontraban sonrojados, con leve sudor en sus frentes, sus pechos subiendo y bajando por sus respiraciones agitadas, y sus ojos entrecerrados con pequeños rastros de lágrimas.
"Vaya que lo están disfrutando."
Conway despojó de las prendas a ambos chicos, acariciando sus pieles en todo el proceso. Escuchaba encantado sus pequeños jadeos y quejas, incitándole a seguir con el jugueteo de sus manos sobre los cuerpos de estos, pasando las yemas de sus dedos por cada rincón. Tiró las camisas de ambos por algún lugar, apreciando la desnudes de sus partes superiores, y se dedicó a pasar dos de sus dedos por cada pezón de los menores, viendo como estos se estremecían levemente ante el contacto en tal delicada zona.
ー Joder, C-Conway.
Sonrió ladinamente ante aquello, apretando entre sus extremidades aquellos pequeños bultos de carne de sus chicos, siendo extasiado por los sonidos obscenos que escapaban de los labios adversos. Alejó sus manos cuando pensó que era suficiente, moviéndose de su posición hasta quedar a los pies de la cama, observando atento a ambos menores.
Se posicionó entre las piernas de Ivanov, desabrochando lentamente el cinturón de este, seguido de bajar la bragueta del pantalón y finalmente sacar este por completo, dejándolo sólo con su bóxer negro. Volvió a moverse, esta vez para quedar entre las extremidades de Volkov y repetir la misma acción, dejándolo en su ropa interior azul oscuro, acariciando sus muslos con suavidad una vez estuvieron expuetos, apretando la piel con sutileza.
Ambos chicos estaban atentos a los movimientos del mayor, jadeando complacidos ante cada toque de este contra sus pieles calientes, y es que no era para menos, el simple contacto de las manos de Jack sobre sus cuerpos era placentera, cada roce les quemaba exquisitamente, se sentían completamente en el paraíso.