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Los acontecimientos del día anterior tenían nervioso al ruso. ¿Qué quería decir Conway con "las personas que amaba"? Joder, es que ni siquiera les dejó hablar el cabrón. Su cabeza estaba hecha un lío, tanto así que, en la última persecución en vez de seguir al atracador, terminó estampado en el suelo después de chocar una reja de un callejón, gracias a eso ahora se encontraba con una bolsa de hielo sobre su frente en el hospital general.
Soltó un jadeo cuando trató de moverse, su cuerpo seguía adolorido después del choque, y normal, después de todo no simplemente chocó contra la reja sino, además, su cuerpo salió volando para estamparse contra una pared antes de caer al suelo. El sólo pensarlo hacia que sus heridas dolieran.
Bajó de la camilla con cuidado, caminando hasta la puerta para observar el exterior. No veía médicos cerca, así que sin pensarlo mucho dejó la bolsa con el hielo derretido sobre una mesa y salió. No planeaba quedarse un minuto más ahí, debía trabajar y cumplir con su deber. Apresuró su paso cuando escuchó una voz femenina llamarle, acelerando hasta el punto de correr, la verdad de las cosas es que odiaba los hospitales, hacían que se pusiera más nervioso, por lo cual evitaba a toda costa accidentarse en las persecuciones o tiroteos. Además, tenía cosas más importantes que hacer.
Como hablar con Conway, por ejemplo.
Una vez estuvo lejos, disminuyó su carrera, cerrando sus ojos con una mueca ante el dolor de su cuerpo, quizás fue una pésima idea correr sabiendo que las heridas seguían frescas, después de todo le tuvieron que poner unos cuantos puntos en los raspones provocados por la acera. Sacó su móvil cuando escucho el tono de llamada, tasqueando su lengua al ver el nombre de su superior en la pantalla. Cuando querían los médicos eran rápidos, y joder la velocidad que tenían para informarle a Conway sobre su desaparición.
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ー¿Me explicas por qué coño
escapaste del hospital?
ーTengo cosas más
importantes que hacer
como para desperdiciar
mi tiempo en que curen
unos simples rasguños, Conway.
ー Saliste volando de la
puta moto, anormal.
Volkov gruñó en respuesta, pareciera que le estuviera regañando y eso no le gustaba para nada.
ー ¿Dónde cojones
estás ahora?
ー Llegando a garaje
central.
ー Cuando llegues, te quedas ahí
quieto, iré por ti,
¿estamos claros? Tenemos algo
pendiente de lo que
hablar todavía.
ー ¿A qué se refiere?
ー Dos cosas, y una de ellas
es sobre el asunto de la
otra vez, no creas que se
me ha olvidado.
"¿De qué cojones está hablando este gilipollas?"
ー Pues le comento que
yo igual necesito decirle
un par de cositas.
ー Perfecto, voy con Ivanov.
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Y sin más, el mayor colgó.
El peligris volvió a guardar su móvil en el bolsillo del pantalón y nuevamente emprendió su andar en dirección a garaje central, esta vez de forma más calmada, ya no le servía de nada seguir haciendo que su cuerpo doliera, además, tenía un pésimo presentimiento.
