CAPITULO 39

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Las escaleras se hacían interminables, las bajaba a toda velocidad, varias veces tuve que sostenerme de las paredes para no caer de tope al suelo. Pero es que mi raciocinio estaba cegado por la ira, la frustración, la decepción y el dolor. A lo lejos divise mi objetivo, la luz que se filtraba por las grandes puertas por donde atravesé, quería escapar correr tan lejos como pudiese, las paredes se cerraban a mis espaldas como intentado atraparme entre ellas, el ahogo amenazaba con trastornarme. Llegue afuera el aire fresco de verano me golpeo directo al rostro, la visión se nublaba por las interminables lagrimas que desbordaban de mis ojos como una corriente sin control.

Camine tambaleante de forma descuidada e irresponsable sobre el pavimento de la calle sin importarme si el transito estuviese activo, tropecé antes de llegar al auto.

Enfoque a mis amigos bajando de la camioneta con cara de precaución y alarmados ante mi lamentable estado.

No era yo por más preguntas que me hiciesen no reaccionaba, solo llore por lo que fui con él, por lo que le entregue durante todo este tiempo, y por todo lo que me arrebato.

Negaba continuamente con mi cabeza no quería creerlo, quería pensar que todo esto era una pesadilla bien elaborada por el destino para darme el peor de los golpes....

Al llegar a casa fui la primera en bajarme, había llorado todo el camino, intentaba controlarme pero mis nervios estaban revolucionados y mi niveles de vulnerabilidad por los cielos...

-luna por favor no nos asustes, ¿nena dinos que sucedió para que te pongas en ese estado?

-Alex no quiero, no quiero hablar quiero estar sola, déjenme sola...-hablar me ahogada, hasta razonar en estos momentos resultaba fastidioso.

Necesitaba de papa sentir sus brazos rodeándome, refugiándome del dolor, reconfortándome en el ser que más me amo y que para mi desgracia ya no tenia a mi lado.

De pronto alguien me envolvió, el perfume de mi querida Mommy era tan conocido, la oí rogarles que nos dejaran solas, el silencio gobernó el lugar no hubo más solo un sinfín de recuerdos proyectados en mi cabeza, imágenes de una felicidad falsa, palabras vacias y promesas perdidas.

Llore por todo, quizás fue un cumulo de cosas sentirme traicionada, abandonada, sola, y hasta huérfana, mi abuela solo se quedó allí acariciándome el pelo, besando mi cabeza, dándome ese amor que en otros momentos me tranquilizaba pero que ahora no surtía efecto con el corazón destrozado.

Estaba cegada por el dolor que estaba atravesando, no quería verlo ni saber de él, y que solo desapareciera de mi vida para siempre.

- habla hija, desahógate...

-me engaño Mommy, Maximiliano tiene una novia desde hace 6 años planean tener un hijo por eso rechaza mi bebe.... Ahora todo es tan claro solo fui un juego para él. Tenía una relación con ambas, ¿sabes lo retorcido que es? ¡¡¡Dios como pude estar tan ciega y ser tan estúpida!!!

-oh, cariño...cuanto lo siento, ¿pero cómo es posible?- sus dudas eran naturales después de todo siempre fue tan correcto que nunca se nos pasó por la cabeza sospechar de nada.

Estaba hecho un mar de lágrimas, y no tenía fuerzas para detenerme, mi cuerpo temblaba y mi garganta ardía del esfuerzo, del ahogo, me odiaba por haberme convertido en su muñeca de entretenimiento.

>>hija debes descansar y para de llorar esto no le hace bien: ni al bebe ni a ti...

-Mommy no puedo me duele, ¿Por qué amar duele tanto?

- NO EXISTE AMOR SIN DOLOR, las personas amamos a ciega, entregamos en profundidad, ni vemos obstáculos...así se ama sin miedos. Pero cariño no controlamos lo que sienta o las acciones del otro solo podemos resguardar lo que tenemos aquí...-sentencio colocando su dedo en mi pecho donde vivía mi corazón – no te odies por quererlo, mejor siéntete tranquila por haber entregado todo cuanto pudiste aunque no se lo mereciese, velo de esta manera perdió algo tremendamente valioso... te perdió a ti.

LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora