En los huesos

INSOMNIO

Casi daban las 12:30 de la noche y nosotros nos encontrábamos en la horrenda sala de espera en la morgue, pronto nos darían los resultados de la autopsia, deseábamos encontrarán algo mejor de lo que teníamos vagamente.

Realmente estábamos muertos, no había sido un buen "primer día" para Ridley, su cara ya no era tan agradable como a principios del día, su coleta se había vuelto una cebolla dispareja, tenía algo de maquillaje corrido en los ojos y marcas de lo que algún día se le llamó labial.

-Me estoy sofocando.- le replicaba a Ridley.

-Igual yo...

-¿Qué tenemos para el informe de mañana?, debemos entregárselo al jefe Hunk antes de las 8.

-Pues ya determinamos la identidad del sujeto.- acomodándose en aquella silla plástica, retorciéndose al tratar de estar en pose.- su nombre es Steve Fronk, 56 años, caucásico, no tenía un domicilio fijo, vagabundo, frecuentaba el comedor comunitario todos los sábados en la iglesia San Antonio de Padua, católica y lo sabemos porque muchas de sus detenciones por alterar el orden público, atentados al pudor fueron allí, ninguna investigación se judicializó, todos los casos archivados.- contestaba a duras penas con los ojos cerrados, casi suplicando quedar dormida y que nadie lo notase.

- Claro, ¿qué ganas al arremeter con un vago?.

-La justicia es ciega, tenga o no profesión, dinero o casa, si tenían lo necesario debieron arremeter contra el.- Ridley se había despertado con el tema de conversación.

-Pero da lo mismo, ¿de la foto que tenemos?.-cerrando su innecesaria rabieta.

-No hay huellas en la imagen, tuvo mucho cuidado el o la que dejó esto en la escena.

-¿Qué quería con ello?, ¿quién se tomaría el tiempo de esto?.

-Driver, un vago aún es un ser humano.

-A nadie le interesan, ¿acaso tú les abres la ventana de tu carro y das dinero?.-interrogándola directamente.- absolutamente no, te aterra la idea te hagan algo, nos educaron erróneamente quizá, pero no te arriesgas.

-Yo no...

El tintineo de la puerta robó nuestra atención, el forense nos invitó a pasar, por fin había terminado el procedimiento, pero la cara de aquel tipo no me estaba agradando en lo más mínimo, sabía que este caso me volaría la cabeza, no sabía si la hora o los hechos, pero algo perseguía mi sentir.

Nos colocamos guantes como era el protocolo, nos limpiamos como nos indicaron y procedimos, Ridley estaba impactada, era un sitio algo intimidante con un olor peculiar, era como entrar a una carnicería, helada, penetrante, incómoda.

Debíamos charlar con el perito autor de la autopsia y comprender la causa de muerte, era prácticamente el último vistazo que le daríamos al cadaver.

Ridley se encontraba anonadada al visualizar el cuerpo, en sus ojos pude ver pánico, terror, no era nada fácil de procesar, pero no debía interactuar con ella, no ahora, no era momento.

-¿Entonces como murió el tipo?.- Le preguntaba al forense al lado mío.

-Su estómago fue una bomba, había una extraña mezcolanza entre alcohol y pastillas para dormir, una porquería... se ahogó con su propio vomito al dormir y ya muerto le ocurrió este arreglito en el rostro.- explicaba burlonamente.

-No es gracioso.- Ridley una vez más interactuando de manera agresiva.

-Entendemos, muchas gracias por toda la ayuda James.- estrechándole la mano, intentando evadir una vez más el mal humor de Ridley.- creo venderemos muy seguido.