EN LOS HUESOS

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-¿Cómo saber eres tú?.- preguntaba Ridley incrédula.

-¿Cómo saber no lo soy?.- elevando satíricamente la mirada.- no veo la razón para dudar en exceso; les quisiera interrumpir sus juegos o suposiciones, he de pensar me será imposible soportar la noche entera con vida.

Pareciera como si aquel hombre disfrutara el momento; le podía ver en el rostro aquella emoción contenida, sus ojos reflejaban éxito vigorosamente, pero aquellas ojeras daban de de desvelos y noches eternas; su fantasía se cumplía segundo a segundo y podía deleitarse con nuestra desesperación; había escuchado anteriormente sobre personas así, donde lo imaginario les era más apetitoso que lo real, un escenario inerte y desquiciado era siempre del gusto de personas como ellos.

Podía percibir este había planeado mil maneras diferentes en cómo se darían las cosas, millones de escenarios donde partíamos de dicha conversación, cientos de opciones de cómo usar artefactos en otros; quizá hasta nuestra muerte ya había previsto...

-Sere directo y rápido, que el tiempo no me queda mucho; me dolería perderme de tan amena oportunidad de conversar con ustedes antes de partir.- murmurando en silencio, sus expresiones eran tranquilas, se notaba no le causaba terror alguno nuestra presencia, si no todo lo contrario, se sentía el regocijo en el.

Me sorprendía que sus manos eran imprecisas, no podía contener el júbilo en moverlas milimétricamente por la emoción, aterraba el alma.

Vi a Ridley levantarse del asiento y segura en sacar su arma de la cintura, su impaciencia la volvía frágil, volátil, inexperta; debiéndole jalar del brazo con fuerza para que volviera al asiento; si bien no nos era cómodo estar y esperar, pero francamente era lo único que podíamos hacer, pues aunque hiciéramos aquella detención, el sustento único sería su voz, un dicho tan maleable que parecería burla.

-¿Me dejarán proseguir?.- cuestionando nuestro repentino actuar.

-Eres una basura.- sosteniéndole la mirada con un odio implacable Amanda.- cuando terminemos contigo, no volverás a ver la luz del sol.

-Querida, yo se que no volveré a toparme con ello, estate tranquila tu deseo será realidad... pero si me permiten, iniciaré de una vez por todas con este embrollo.

-¿Quién eres?.- posando en el fríamente la mirada.

-¿Tu crees "somos" algo?.- tratando de profundizar la pregunta, casi como si pudiera abrirse un foro de filosofía o quizá un debate.- creo no va bien dirigida tu primer pregunta, pero tampoco esperaba lo fuera.- sonriendo sin sorpresa, era obvio lo había previsto así.

-Mejor dinos lo que quieres decir.- empujando la pieza de pastel, casi como si eso pudiera ir al grano.- estoy seguro que esta reunión no fue espontánea y mucho menos dicha nuestra encontrarte.

-Sabría que nadie más podría entender mis señales, claramente ustedes eran los únicos candidatos factibles; sujetos tan dañados que lo único en lo que podían mantenerse de pie, era con trabajo, olvidados, siendo unas bolsas de basuras inertes que flotan por las avenidas de la ciudad; que va, seres que solicitan mis servicios a gritos... pero lamento decirles no he venido hoy a esto; pudiera ser que por Amanda, pero no cumple los requisitos por completo, además no me lo ordenan.

-Supongo es verdad, pero ilústranos de igual manera.- tratando de posar lo más relajado posible, pues el no debía tener control del momento; no encontraba sentido en lo que buscaba plantear, ni siquiera si debía tener razón sus oraciones, pero el rostro de ella estaba cambiando drásticamente, le podía sentir estaba aterrada, pálida y rogando en silencio huir de allí.

-He de suponer ya tienen un perfil para alguien como yo, pero el motivo, eso es lo que les rompe la cabeza; verán, yo era uno más que ustedes, en el colectivo de las avenidas, en el vagón del metro, el tipo de las rosquillas o quizá el de alguna ventana observando desde su apartamento; la cuestión es que un día, sin más, yo desee cambiar mi entorno, así, porque si.- dándole un trago a su café, haciendo una pausa que dolería a continuación.- pero me cansé, me cansé de estar perdido en una vida sin sentido, donde las multitudes van tras las tendencias sociales, aceptando o negando creencias solo por buscar una aprobación.

En los huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora