Le dolía el culo de estar sentada en aquella silla de metal y sus muñecas le dolían ligeramente por las esposas. Bobbi, Bakshi y un agente estaban allí con ella.
"¿Podemos terminar esto? Tengo cosas que hacer" Dijo Daisy, no estaba bromeando. Había tenido en cuenta la posibilidad de pelear para salir de allí, más tarde recordó que si huía, tendría que pelar contra Bobbi para que pudiera mantener su tapadera.
"¿Qué les dijiste?" Preguntó Bakshi mientras dejaba con un golpe las hojas de comunicaciones en la mesa.
Daisy miró las hojas y se encogió de hombros, "¿Decirle a quién?" Daisy iba a apostar por hacerse la tonta.
"No te hagas la tonta conmigo niña, ¿Qué le dijiste a SHIELD?" Daisy nunca había visto a Bakshi así de preocupado antes. Oh, a lo mejor Bakshi se había metido en problemas con Whitehall, "Comencemos con la pintura"
"Ya te lo di-"
Bakshi golpeó la cara de Daisy, "¡No me interrumpas!"
"¿Eso fue un puñetazo o una cachetada?" Daisy se burló con una sonrisa en su cara. Sabía que el guarda de Hydra estaba pensando que era una psicópata, mientras que Bobbi apretaba sus puños para no dar un paso contra Bakshi.
Con enfado lanzó otro golpe... y otro, y otro, y otro.
"Señor" Bobbi detuvo su puño enfadada, "Golpearla no hará que hable"
Daisy tenía que admitir que su cara comenzaba a picarle y no ayudaba el sabor metálico que tenía en la boca. Su cara iba a estar llena de moratones mañana.
Una sonrisa sádica apareció en la cara de Bakshi, "Es cierto Agente Morse", Bakshi caminó hasta el guarda de Hydra y agarró la porra pero eso no es todo, presionó un botón que dejó salir una corriente eléctrica.
Daisy miró sarcásticamente a Bobbi diciendo, gracias por la ayuda, mientras que Bobbi le devolvía una pidiéndole perdón, "Sabes Bakshi, te vas a arrepentir cuando consiga quitarme las esposas"
Bakshi soltó una risa y se acercó más a la cara de Daisy, "Me arriesgaré", dijo mientras dirigía la porra llena de electricidad a sus abdominales, haciendo que apretara los dientes, "Ahora dime, ¿Dónde está la pintura?"
"Ya te dije que-"
Una vez más empujó la porra a su estómago, pero Daisy se negó a darle la satisfacción de dejar escapar un quejido. Había estado en peores situaciones, la electricidad de Lincoln era mucho más fuerte que esa cosa.