Y comenzaría a vivir con él. Dios, era tan estúpida. En vez de eso, él cambió su nombre a Skye y la dejó en una instalación llamada Hydra. Le dijo que no le dijera a nadie de su nombre y de su existencia.
"Skye" Skye estaba de pie en una línea con otras personas que eran de su misma edad, o más mayores. Levantó la cabeza y dio un paso hacia delante, "Estás asignada a Anton Ivanoff"
"¿Me asignan a esta zorra?" Skye le miró amenazándole pero no dijo nada cuando el ruso caminó hacia ella e inspeccionó su altura.
Desde el día que asignaron a Ivanoff como su SO, Skye pasó por un entrenamiento al que ningún hombre podría ser capaz de sobrevivir. No solo tenía que aprender auto-defensa ella sola, descubriéndolo poco a poco, sino también se llevó un par de puñaladas porque a su SO le gustaba demasiado utilizar cuchillos.
"¡Levántate!" Gritó Ivanoff mientras Skye se llevaba la mano al estómago en el que había recibido una patada. Miró a la niña débil frente a él y le aseguró, "Morirás antes de que acabe el mes" Eso fue lo último que dijo antes de patear su cara, haciendo que se desmayara.
Sin embargo, Skye no solamente consiguió sobrevivir un mes, sino que también escaló en el ranking, matando a sus oponentes durante los exámenes. Cada división tenía exámenes todas las semanas en los que tendrían que luchar contra otra persona de su división y matar a su oponente para sobrevivir.
Durante el entrenamiento, Ivanoff se volvió más duro con ella y acababa con más lesiones que el mes anterior. Meses se convirtieron en años y Skye pasó a ser una de las asesinas más despiadadas en Hydra. Ivanoff no solo la había enseñado a utilizar los cuchillos, sino también a utilizar la velocidad a su favor.
Ivanoff tenía que admitir, que se estaba encariñando con Skye. Al principio pensaba que iba a morir en el primer examen pero había conseguido sobrevivir. No solamente sobrevivió, sino que también había sido la persona más joven en completar una misión, a los doce años. Estaba orgulloso de lo que había conseguido como su SO.
Había creado a una máquina de matar perfecta.
"Número 804 contra Número 345"
Los ojos sin vida de Skye se abrieron de golpe cuando nombraron su número. Se levantó con la espalda recta y caminó hasta la arena con su arma en la mano. Sus ojos escanearon al objetivo frente a ella, 180cm y mucho más musculado de lo que ella podría llegar a ser. Los músculos del hombre harían que se moviera con más lentitud, así que utilizaría eso a su favor.
