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CAPÍTULO DIECISÉIS
𝐖𝐚𝐫𝐝 𝐬𝐞 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐜𝐥í𝐧𝐢𝐜𝐚
después de que Fitz le dijera que la probabilidad de que su amigo estuviera allí era más alta fue a buscarle. En realidad nadie quería trabajar con Ward así que le habían enviado solo a la clínica. Era mejor de esta manera porque Fitz había encontrado algo. Después de que Ward se marchara, había vuelto con su equipo y con el sismógrafo "He recalibrado el sismógrafo para, no solo detectar terremotos, sino también cualquier actividad vibratoria fuera de lo normal."
"Crees que Daisy está en el teatro" Coulson tenía una sonrisa de orgullo en la cara cuando se dio cuenta de que Fitz había estado los últimos diez minutos, convenciendo a Ward de que el teatro era mucho más grande mientras que la clínica era más pequeña para una sola persona. Ward no podía estar en dos sitios al mismo tiempo, así que estuvo de acuerdo y confió en el hecho de que Coulson era un hombre de palabra, que estaba realmente tratando de salvar a Daisy.
"Sí señor" Dijo Fitz mientras dejaba su tablet y miraba a Jemma quien le estaba sonriendo.
"Vale, todos, tened en mente que es una misión de rescate para Daisy, no una de captura o de eliminación" Ordenó Coulson. Por suerte le había dado a Mack, Hunter y Trip la misión de volar por los aires la ciudad, incluso si sospechaban que Raina estaba allí abajo, no podía confiar en ellos no utilizaran fuerza letal con Daisy si acababa estando en el lado equivocado.
Coulson se giró para mirar a FitzSimmons quienes estaban vestidos con chalecos antibalas, "¿Estáis seguro de ello?"
Bobbi miró a Simmons y sonrió cuando vio el miedo de sus ojos ahogado por la determinación de salvar a su amiga.
"Sí señor, Daisy es un miembro de nuestro equipo. Si le han lavado el cerebro, entonces una cara conocida puede ayudar."
Coulson estaba orgulloso de lo valientes que FitzSimmons se habían vuelto. Recordaba los primeros días, Jemma estaba emocionada pero preocupada por estar a punto de aventurarse en lo desconocido mientras que Fitz no le gustaba la idea del trabajo de campo. Ahora, Jemma era más cauta con lo desconocido y Fitz tenía más ganas de explorar el campo.
"Genial, traigamos a nuestra hacker de vuelta."
Skye había estado completando misiones desde que tenía doce años. Desde que su padre la dejó en aquella instalación, había estado entrenando duro para volverse más rápida y fuerte, para que nadie nunca pudiera tocarla de nuevo. Pocas veces veía a su padre y cuando lo hacía, tenía órdenes de no contárselo a nadie.
La primera misión que completó estaría siempre incrustada en su cabeza. Era una misión simple, matar a un cura aleatorio. Sin embargo, entrenarse para matar, y matar de verdad eran dos cosas muy diferentes. Tener doce años le daba una ventaja, era fácil jugar a ser inocente, especialmente cuando la persona era un cura.
