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-IZUMI QUÉ PASA? DESPETAAA!!!!- Me gritaron todos al mismo tiempo.

- Qué acaso no puedo tomar una siesta?- pregunté molesta y confundida.

- No, casi nos matas de un infarto- me respondió Toph rápidamente, yo solo reí.

Estamos camino de vuelta al templo del aire del este, mi quemadura sanó por completo y por suerte Zuko no perdió su fuego control. Solo quedaba acabar la guerra dentro de nuestras preocupaciones.

- Así que princesa ehh - dijo Sokka Rompiendo el silencio.

- Ehh si - respondí jugando con mi pelo.

- Por qué no nos cuentas cómo es que es eres una Princesa - sugirió Toph.

- Está bien, pero presten atención por qué no lo repetiré dos veces - todos me miraron atentos - cuándo me encontraron los guerreros del sol, supieron que yo no era una niña normal, así que decidieron hacerme su princesa al ver un dragón en mi. Shaw y Ran me enseñaron fuego control hasta que cumplí 5 años y fui llevada a la nación del fuego por el tío de Zuko- dije tranquila- bueno y ya conocen el resto.

- Tengo una pregunta - dijo Angg levantando la mano - desde cuando sabes que Zuko es un dragón?

- Tengo la misma pregunta - dijo Zuko mirándome.

- Pues verán, recuerdan la verdad que me lancé al pantano? - todos asintieron menos Zuko quien me miraba confuso- ese día conocí al espíritu de un dragón antiguo, él me dijo que mi otra mitad iba a matarme. Cuando Zuko casi me mata en Ba Sing See supe que él era la otra mitad.

- Eso explica muchas cosas - habló Zuko serio - Izumi podemos hablar en privado?

- Por su puesto - le seguí hasta un de los acantilados - Que es lo que sucede?

- Aún te debo una disculpa, lamento todo lo que te hice pasar, no solo lo que pasó en Ba Sing See - hizo una pequeña pausa - ya sé por qué mi padre quería que te casaras con Zhao, también sé por que el te envío en su barco - sonreí triste.

- Con que ya lo sabes, entonces sabes cómo se comportaba Zhao conmigo - él me tomó las manos.

- Considero que parte de eso también fue mi culpa, no debí permitirlo - se veía molesto.

- No te culpes por eso, después de todo también eras un niño, los verdaderos culpables son Zhao y Ozai.

Dicho eso fuimos a cenar había sido un día largo, ya todo estaba más tranquilo y todos aceptaban a Zuko, bueno Katara no tanto, pero solo necesita tiempo. Después de comer me retiré a dormir, si bien mi herida ya sanó aún necesito reponer energías.

Estaba por domirme cuando escuché un ruido fuera de mi puerta - Quién anda ahí?- apunte lista para lanzar fuego.

- Tranquila soy yo, baja los brazos.

- Qué te trae por aquí Zuko?

-Puedo dormir contigo - me crucé de brazos y alce una ceja- me da miedo dormir y despertar en el castillo, darme cuenta que no hice nada para arreglar las cosas.

- Está bien, solo esta noche - él sonrió y se acurrucó junto a mi para dormir, a veces aún parecía un niño pequeño.

Dormimos tranquilamente toda la noche, no puedo negarlo extrañaba dormir con él. A la mañana siguiente se levantó muy temprano, lo cual me inquietó. Resulta que iría con Sokka a la roca hirviente, una prisión de máxima seguridad en la nación del fuego para buscar a Hakoda, quise acompañarlos pero ambos se negaron a dejarme ir con ellos.

- Izu entiende, estás recién recuperada, no quiero que te expongas otra vez - rodé los ojos.

- Está bien, pero llévate esto- dije entregándole mi espada.

- Gracias, pero tengo las mías - señaló las espadas gemelas.

- Todo el mundo sabe que el príncipe Zuko tiene esas espadas, mejor lleva esta.

El aceptó y se fue, espero que ese par no haga nada estúpido, esperaré tres días si se demoran más que eso significa que ese par de idiotas quedó atrapado en la prisión.

Hoy ha sido un día tranquilo, resulta que Angg, Katara y Toph creen que Zuko y Sokka están de pesca, un momento eso suena muy pegadizo, Zuko Sokka eso me hizo gracia, concéntrate Izumi, me regañe a mi misma.

- Angg te parece si entremanos? Ya sabes, algo de fuego por aquí unas llamas por allá - él río

- Claro Izumi, sería un honor aprender de ti - me sonroje.

- Entonces no hay tiempo que perder - respondí animada.

Angg era un gran alumno, entendió que el fuego no es sólo atacar, que también es un elemento noble. Hicimos formas con el fuego, ejercicios de respiración, por supuesto que también practicamos algunos ataques.

- Chicos les diré las debilidades de un maestro fuego - dije de forma misteriosa - si los haces enojar su fuego a menudo se descontrola y se les vuelve díficil de manejar.

- Creo que eso ya lo habíamos notado Izumi - habló Toph como si fuera obvio.

- Mmm si los mojas es más díficil hacer fuego control.

- Eso también lo sabíamos - está ves era Katara quien hablaba.

- Está bien se los diré, para tener ventaja sobre algún maestro fuego debes interrumpir su respiración.

- Cómo hacemos eso? - quiso saber Toph.

- Un golpe en el estómago de esos que te dejan sin aire para nosotros puede ser fatal, solo tomen atención de como se comporta el fuego - hice una pequeña llama en mis manos, primero comencé a respirar hondo y con calma, la llama creció firme, después respiré como si estuviera cansada, estás ves la llama creció mucho más, pero descontrolada y con menos fuerza, por último bote todo el aire de mis pulmones y no volví a respirar, como si hubiera recibido un golpe en el estómago, la llama se apagó súbitamente.

- Ahora entiendo a que te refieres, por qué no nos dijisteis ésto antes?.- preguntó Toph - no sabes lo útil que hubiera sido esa información antes - estaba algo molesta.

- Emm, lo sé, quizá porque estaba concertada en no morir - me encogí de hombros y todos reímos.

- Gracias por darme otra mirada del fuego, aún me cuesta dejar de verlo como un elemento perverso- habló Angg.

- No hay de qué, el fuego es como el agua - hice movimiento suaves para balancear la fogata de manera uniforme - también puede ser como la tierra, necesitas determinación para manipularlo - de  manera firme hice la llama creer - O puede ser libre con el aire - Sople y la llama se comportó como una especie de remolino - Claro que lo que más me gusta del fuego es su chispa- dicho eso pequeños destellos salieron.

Luego de esa conversación el día transcurrió tranquilo, pero aún así estaba preocupada por ese par, era de noche y aún no había rastro de ellos. Fui a mi cuarto para tratar de dormir, pero fue muy díficil lograrlo, extrañaba sentir el calor de su cuerpo junto al mío.

¿En Verdad Eres Tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora