¿En Verdad Eres Tu?

43

- Qué te sucede Izumi, te veo muy nerviosa - dijo Zuko entrando a la tienda junto a mí.

- Es solo que tengo algo de miedo, ya sabes es nuestra noche de bodas - hablé poniéndome roja cual tomate.

- Creí que ... Tú sabes - estaba igual de nervioso que que yo, me causo ternura. - lo haríamos en un lugar más tranquilo, ya sabes está mi tío en la tienda de al lado y tú abuelo en la otra.

- Tienes razón - dije desarmando mi peinado - no es el mejor lugar para hacerlo por primera vez.

- Te ves preciosa - nos sentamos en la cama - estás asustada por mañana? - preguntó tranquilo.

- En realidad no, no importa lo que pase esto acabará mañana - me puse entre sus piernas y nos abrazamos - mientras estemos juntos no me importa  si el mundo se acaba, a tu lado sé que estará todo bien.

- Yo si tengo miedo, de enfrentar a todo mi pasado junto, también tengo miedo de perderte  - escondió su cabeza en mi cuello - quiero estar siempre a tu lado, incluso cuando esta vida acabe - sentí como su esencia se combinaba con la mía, algo cambio por unos instantes, un dragón? Sentí como un colmillo rozó mi cuello y luego una mordida, mi cuerpo entero se estremeció sentí su energía fluyendo por mi cuerpo, fue tan íntimo - siempre estaremos juntos - volvió a decir.

Una pequeña gota de sangre se deslizó por mi cuello y él la lamió. Me di vuelta para verle, había fuego en sus ojos - Siempre estaremos juntos - susurré sobre sus labios, para luego besarlo con pasión, esta vez no sentí ningún miedo, estaba completamente dispuesta.

- Izumi, mi amor - dijo sonriendome - es hora de que durmamos, sé que es lo que deseas - vi el brillo en sus ojos - yo también lo hago - tomó mi mano y besó mis nudillos delicadamente - pero ahora necesitamos descansar, te prometo que no te haré esperar mucho más - besó mi frente y me envolvió con su cuerpo.

- Buenas noches señor del té - me dio una leve risa.

- Descansa mi señora del té - luego de despedirnos ambos nos dormíamos profundamente.

A la mañana siguiente todos se estaban preparando para lo que sería la llegada del cometa de Zozin, nos dividiremos en grupos para avanzar de distintas maneras.

- Tú príncipe Zuko tienes que ir al palacio de la nación del fuego y tomar tu lugar, será mejor que vayas con Katara, Azula no entregará la corona fácilmente - habló serio Iroh.

- Qué hay de mi? También iré con ellos sabes bien que puedo ganarle a Azula - dije poniéndome en pie.

- Respóndeme algo Izumi, qué era lo que más querías cuando estabas en la armada? - todos me pusieron atención esperando mi respuesta.

- Aparte de lanzarse me por la borda - reí sin ganas - detener a la armada,  evitar que siguieran consumido el mundo, eso era lo que más quería cada ves que bajaba de ese barco, cada vez que saqueabamos una aldea, cada vez que tomábamos un prisionero, cada vez que se pedía una vida - me puse de pié - tienes razón, mi lugar está con Toph, Sokka y Suki, ayudaré a detener a la armada.

- Ya es hora de irnos - anuncio Angg, nos dimos un último abrazo grupal, para luego tomar diferentes caminos.

- Espera, nos falta nuestro abrazo - Zuko me abrazó con fuerza - cuídate mucho.

- También tú, tu hermana está perdiendo la cabeza no te confíes - le besé y me fui con los chicos.

Sokka, Suki, Toph y yo nos logramos tomar el control de uno de los globos de guerra, con el único fin de acabar con los demás globos. El cometa ya estaba sobre nosotros y le estaba dando a los maestros fuego un gran poder.

- Hay demasiado fuego, esto es terrible - dijo triste Suki.

- Lo sé, pero les prometo que lo detendremos - puse mi mano en su hombro - cuál es el plan compañero Sokka.

La energía que me daba el cometa era impresionante. Sokka decidió que era buena idea chocar esta lata voladora contra las demas, el impacto hizo que perdieramos a Suki, mientras que Toph y Sokka quedaron colgando.

- SOSTEGANSE VOY POR USTEDES.

- DATE PRISA, NO AGUANTAREMOS MUCHO AQUÍ.-me gritó Toph.

Corrí para ayudarlos a subir, pero fui rodeada por soldados de la armada, esto no puede ser, son demasiados.

- Miren nada más que tenemos aquí la perra traidora, la asesina del almirante- habló un miembro de la armada, él fue mi compañero en el barco Zhao.

- Yo no lo asesine, fue el espíritu del océano - respondí molesta - ahora salgan de mi caminó.

- Lo siento querida tú eres una traidora, no puedo dejar que sigas haciendo de las tuyas - todos comentaron a atacarme.

- IZUMI DATE PRISA - estuche a Sokka gritar - NOS ESTAN RODEANDO.
 
No podía acercarme, me estaban atacado de distintas direcciones tuve que empezar a dejar de solo defenderme y atacar si en verdad  quería llegar hasta ellos, recibí un par de golpes directos, pero seguí atacando, lanzado fuego para hacerlos caer, esto es demasiado lento. Acabaré con esto de una vez por todas Lancé un rayo al piso y todos saltaron en un intento por salvar su vida. Fui a subir a Sokka y Toph cuando vi  que Suki maniobraba otra de estas latas.

- Hay que lanzarlanos al globo que maneja Suki - todos asintieron y de lanzaron.

Una vez vez ahí Sokka comentó que perdió su espada y si boomerang. Mientras ayudaba a Toph a ponerse en pie vi todo borroso y sentí que pedía el aliento.

Suki se acercó a verme - tu nariz está sangrando - pero si yo estoy bien, de pronto una idea aterradora paso  por mi mente.

- Algo malo le pasó a Zuko - me pare rápidamente - debo irme.

- Espera Izumi qué vas a hacer? - me detuvo Sokka preocupado.

- Iré con él, toma - dije entregadole mi espada - vi que perdiste la tuya. Cuídala con tu vida. - dije para luego saltar de esa lata.

Izumi eres una tonta, estás demasiado lejos del palacio, no lograrás llegar a tiempo, pensé mientras corría por la ciudad desierta. Un tanque de la nación del fuego apareció por una de las calles, genial ya tengo transporte, saqué a sus ocupantes y fui al palacio lo más rápido que pude. Una vez llegué le prendi fuego al tanque y corrí hasta donde estaban.

Cuando abrí la puerta del palacio vi mi peor pesadilla, a Azula lanzando un rayo y  Zuko recibiéndolos. Katara corrió tras ella y yo a ver a  Zuko, pero cuando llegue el ya no estaba ahí. No hay tiempo para llorar, debo ayudar a Katara.