La vida no es significado,la vida es deseo
El juego ha comenzado, ambos la desean: Ella es el premio, ella es el trofeo. Dos amigos en competencia.
Pero ¿Qué pasará si uno de ellos se enamora?
Cliché o no, aquí no hay reglas, pero recuerda que si ju...
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Skyler's POV
El día de la cena con Parker Williams había llegado. Ashton estaba tan nervioso que podía verlo sudar justo ahora pero yo solo podía pensar en cuan sexy se veía en esa camisa blanca
— Te dije que no era necesario vestir formal — dije mientras posaba mi mano sobre la suya para seguir subiendo hasta su grueso y duro brazo
— Creí que era una ocasión para innovar un poco — sonrió tomando mi mano y dejando un beso sobre su dorso
Sonreí complacida dándole otra mirada. Ashton normalmente usaba poleras y camisetas rasgadas o de alguna banda musical. Siempre usando esos skinny jeans rasgados que marcaban perfectamente los lugares de su cuerpo ardientemente vendecidos por el señor. Me encantaba el toque que le daba cada vez que usaba esas bandanas por lo que no creí necesario que debiera cambiar su estilo. Me gustaba.
Pero ahora verlo en unos pantalones negros ajustados, botines negros, esa camisa blanca manga corta cuyos primeros botones me encargué de soltar para expusiera su masculino pecho, supe que tal vez si necesitaba una ocasión para innovar como él había mencionado.
Me quedé observando el collar que caía sobre su fornido pecho cuando justo atrás de él pude divisar a mi padre junto a dos de sus conocidos guardaespaldas. Parker le dio algunas indicaciones y se quedó con uno de ellos, habló con la recepcionista quien le indicó nuestra mesa
— Ya llegó — le avisé a Ashton en un susurro
—Mierda— murmuró por lo bajo soltando mi mano y tratando de arreglar su cabello
Parker Williams apareció, con un traje azulino de Christian Dior perfectamente planchado y un camisa pastel que hacía juego con su vestimenta.
Cuando Ashton lo notó se pudo de pie casi de inmediato — Senador Parker — saludó con respeto extendiendo su mano hacia él
— ¿Ashton, verdad?— preguntó aceptando el saludo
—Ashton Irwin, señor — dijo mientras estrechaban sus manos
Mis ojos rodaron pues detestaba tan formalidad — Si, si. Ashton, él es Parker. Parker, él es Ashton. Sentémonos porque muero de hambre — acoté mientras señalaba el asiento entre nosotros dos.
Parker sonrió sin protestar pues me conocía, pronto su guardaespaldas atrás de él llamó a dos empleados que se acercaron con las cartas en las manos — Bien, si mi hija tiene hambre, traiga su mejor vino por favor — pidió a uno de ellos
Ashton me dio una tímida sonrisa mientras aceptaba la carta. Iba a ser una noche larga.
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