Capítulo 27 - "Hay una primera vez para todo"

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—Vas a tomar el próximo vuelo a México, a las 4:30 de la madrugada.

Germán comenzó a instruirle calmadamente a Calle todo lo que debía hacer. Bueno, con toda la paciencia que esa clase de padre le podía tener a una hija que supuestamente no amaba.

No estaba de acuerdo con que la joven participara en esta parte del negocio, él prefería que se quedara en el club haciendo sus actos, o como él le llamaba, 'su trabajo de puta' y ganar dinero de esa forma. Sabía la cantidad de dinero que perdería por tener a la joven afuera del país por el fin de semana, pero después de Sebastián, su hija era la única persona en la que no podía, si no que debía confiar.

Dicen que 'de tal palo, tal astilla', tal vez Germán no debió haber confiado en Calle solo porque es su sangre, tal vez debió haberse imaginado que los pobres ejemplos de persona que le había dado a la joven a lo largo de sus veintisiete años influenciarían demasiado en lo que estaba por pasar, porque Calle de seguro no iba a tomar ese avión para ir a encontrarse con los socios de su padre, ella lo engañaría.

—González va a estar esperándote en el bar del hotel a las 16, horario de allí claro. —A todo esto, Calle solo escuchaba pacientemente y asentía, pero en realidad las órdenes de su padre se esfumaban de su mente tan pronto como eran escuchadas. —Asegúrate que te pague su deuda por completo, si no lo haces, me llamas tan pronto como puedas y me avisas. Haré que mis chicos se encarguen de él. —Dijo tomando un sorbo de su vaso de whisky.

—¿Qué vas a hacerle? —Preguntó curiosa, aunque estaba segura de cuál sería la respuesta.

—Nada que un equipo de forenses y una casa de sepelios no puedan resolver. —Dijo riendo mientras jugaba con los hielos en su vaso. —En caso de que eso llegue a pasar, quiero que vuelvas a Miami inmediatamente. —Calle asintió. — Una última cosa, la reservación en el hotel está bajo el nombre de Jade Armstrong. —Abrió uno de los cajones de su escritorio y saco una identificación falsa. Cuando Calle la tomó y noto lo autentica que lucía, y que la fotografía en esta era la misma que su verdadera identificación, miró a su padre confundida reclamando una respuesta. —Uno de los tipos que trabaja en el registro civil me debía un favor. —Le explicó.

—Entonces, creo que será mejor que vaya a empacar. —Antes de que se pudiera levantar de su asiento, Germán la detuvo. Le dio la vuelta a su escritorio para quedar justo frente a ella, y su mirada no trasmitía ningún tipo de cariño paternal, si no que le hacía sentir miedo.

—La única razón por la que te estoy enviando a ti es porque Sebastián tiene problemas con su pasaporte y no puede salir del país. —La joven asintió. — Confió en ti, y será la última oportunidad que te daré si no quieres que convierta tu vida en un infierno. —Calle rio por lo bajo ante la ironía de las palabras de su padre. — Si fallas, te prometo que cuando vuelvas no te encontraras con un pastel de "bienvenida a casa", mucho menos esperes que te reciba con los brazos abiertos. ¿Entendido? —Ante el silencio de la joven, Germán dejó su vaso sobre el escritorio y tomo el rostro de su hija con ambas manos, y con mucha fuerza también. —¡Te hice una pregunta Daniela! —Le gritó en el rostro.

—Entendido. —Dijo finalmente.

Lo cierto es que, Sebastián no tenía ningún problema para salir el país. El mismo Germán Calle se había encargado de dejar al chico limpió y sin algún problema judicial para que le sea eficiente en el negocio. Pero era fácil engañar al jefe cuando esta alcoholizado.

Calle sabia del viaje que el chico estaba próximo a realizar, y era una ruta de escape perfecta para ella, por lo menos durante este fin de semana. Fue en lo primero que pudo pensar cuando Poché le dio la loca idea de que se escapen de la ciudad por unos días, aunque Sebastián al principio no estaba de acuerdo con mentirle a Germán para que Calle pudiera escapar del club para pasar tiempo con Poché ya que seguía molesto por la actitud que la empresaria había tenido con su amiga cuando Mario quiso aprovecharse de ella, termino accediendo a ayudarlas a ambas. Sebastián era bueno para manipular a las personas, Calle era buena para mentir, y su padre era un idiota. No fue difícil que se comiera el cuento de los problemas de Sebastián y que después de él, Calle era la mejor opción para realizar esta transacción.

Culpable Tentación [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora