Magia [Broppy]

El comienzo

-¡Ramón! Ven a jugar a Congelados – me invita Poppy. Ella corría alegre siendo perseguida por Grandulón, quién era el que hechizaba esta vez.

-No gracias, estoy bien aquí – comento. Ella para un momento haciéndome un gesto disgustado, ruedo mis ojos sabiendo lo que va a decir.

-Vienes aquí a jugar como un troll normal, ¡O te juro que...!

-¡Congelada! – la toca mi azul amigo paralizando a mi mejor amiga – parece que el señor Peluche tiene algo de sueño, volveré más tarde chicos – todos hacen sonidos molestos, sabiendo que estarán así unas buenas horas.

-¿Ahora ves porque no quiero jugar? – le pregunto a la reina. Ella rueda sus ojos con algo de dificultad – ahora estarás tooooodo el día congelada, sin poder cantar ni bailar... y yo que te invitaría a tomar una malteada de Chiquilina, tendrá que esperar.

Veo algunas nubes asomándose, tal vez llueva y no sé cuánto durará este absurdo juego, por lo que voy a mi búnker buscar varias frazadas que logren abrigarlos a todos mientras esperamos. Me siento extraño cada vez que noto como ha cambiado todo, luego de hacernos amigos de los bertenos y que recuperara mis colores, todo ha sido tan nuevo y cálido.

Tengo amigos que me apoyan y una mejor amiga que me quiere y se preocupa por mí.

Me acerco a paso lento al parque donde están mis amigos, de inmediato noto una criatura extraña acechando por detrás a Poppy. No puedo identificar qué tipo de animal es y eso solo hace que mis alarmas se activen, comienzo a correr lo más rápido que puedo hacia ella, pero en cuanto el animal amaga con saltar sobre ella, me doy cuenta que no lograré llegar a tiempo.

-¡Poppy!

Cierro mis ojos no queriendo ver la realidad. Mi corazón golpea con fuerza mi pecho y lágrimas caen por mis mejillas no queriendo creer lo que ha pasado. No puedo perderla, ella lo es todo para mí.

-¿Qué tienes, estas llorando? – la voz de Grandulón aparece detrás de mí.

-Ella... Dejé que el animal la comiera... Esto es mi culpa ¡Nunca debí irme!

-¿De qué hablas? ¡Si Poppy está allí! Sigue congelada... ¿Qué chispas...?

Observo con dolor y temor mi alrededor, buscando alguna trágica escena del crimen. Pero en vez de eso encuentro a mi amiga aún congelada, y el feroz monstruo detrás de ella, totalmente congelado en un cubo de hielo.

Grandulón se encarga de descongelar a cada uno de nuestros amigos mientras yo intento descifrar que ha pasado con esta criatura, ¡el hielo no se crea de la nada! No espero ni dos segundos en abrazar a Poppy cuando al fin es liberada del hechizo congelado, de verdad temí perderla.

- ¿Sabes que ha pasado? – le pregunto - ¿pudiste ver qué causó esto?

Ella me observa aún en silencio, detalla cada rasgo de mi cara y luego toma mis manos, buscando algo que no entiendo.

- Fuiste tú, Ramón.