Magia [Broppy]

Trollstopía

-¡Ya despierten, dormilones! Queda poco para llegar a mi reino – grita Lila fuera de nuestra tienda. Poppy hace unos sonidos de queja mientras se remueve entre las hojas que la tapaban.

Tardamos un rato en terminar de levantarnos y ponernos la ropa que usaríamos para ver a la reina Stela. Habíamos arreglado que nos presentaríamos como simples trolls que estaban perdidos en el bosque, que no tienen idea sobre la existencia de la magia. Poppy se viste con un vestido hecho con hojas que hicimos ayer, despeina un poco su cabello y esconde su corona en su melena.

-¿Se supone que yo debo cambiar en algo? – le pregunto.

-Tú siempre pareces un troll del bosque – me dice y me saca la lengua.

Cuando ya estamos listos, salimos de la tienda y limpiamos todo el espacio que usamos para acampar, entre sonrojos y sonrisas cómplices. Poppy, Lila y Jess hacen su típico número musical mañanero mientras yo termino de hacer un desayuno rápido para todos.

Más tarde, ya no encontramos caminando los últimos kilómetros que nos faltaban para Trollstopía, totalmente nerviosos por como avanzaría nuestro plan. ¿Y si la reina Stela se da cuenta que somos intrusos? ¿Qué haría contra nosotros? ¿Qué haría contra Poppy?

-Awwwwww – grita Lila, sorprendiéndonos por detrás – ¡es tan adorable que caminen de las manos! Te lo dije, enamorado. Soy la mejor cupido de todas.

-¿Llamas besarme, ser buena cupido? – le pregunto mientras ruedo mis ojos.

-Permítenos cuestionar tus métodos – agrega Poppy.

-¿Funcionó o no? – nos pregunta mientras infla sus mofletes.

-Gracias – le sonríe mi amiga no amiga. ¿Cómo chispas llamo nuestra relación ahora?

Caminamos por algunas horas entre bailes y canciones, aprovechamos a hacer algunas manchas de tierra en nuestro cuerpo para que de verdad parezca que estábamos sobreviviendo en el bosque. Incluso me hice algunos raspones en los brazos.

-Quédate quieto – me dice Poppy. Alza sus manos y cierra sus ojos concentrándose, siento una brisa algo fuerte en mi cara – ahora tienes el cabello despeinado y algunas hojas alrededor, ¡Se ve tan natural! – expresa feliz.

[...]

-Recuerden, nadie debe saber que vienen de Villa Troll y mucho menos que pueden controlar su magia. Los trolls aquí suelen ser bastante expresivos respecto a abrazos, cuando se encuentren con mi madre traten de lucir asustados. Solo canten cuando Stela, Lila o yo hayamos cantado, aquí no serán considerados líderes por lo que se vería raro si protagonizan una canción. Hagan reverencias cuando lo vean necesario, noté que en su villa no lo hacían pero aquí sigue siendo una costumbre.

Escuchamos con atención todas las recomendaciones de Jess, quién se coloca su corona (la cuál admite que no le gusta usar porque siente que no le pertenece) y por fin entramos a su aldea. No es muy distinta a la nuestra, la única diferencia notable es que sus hogares no son capullos, sino pequeñas casitas construidas con madera y hojas gigantes de árboles.

Es raro ver como todos hacen reverencia a Lila y Jess mientras caminamos por algunos senderos del pueblo. Poppy sonríe a cada troll que saluda, es algo natural en ella ser bondadosa y plasmar sonrisas en las caras de los demás.

-Buenas tardes, altezas. ¿Desean tomar una taza de té con pastelillos? O tal vez algodón de azúcar... - nos ofrece una anciana saliendo de su hogar. Incluso sin mirarla sé que Poppy debe estar haciendo babas, hace días que no comemos dulces.

-Hola Linda. Nos encantaría un par de algodones de azúcar – los toma y le deja un par de monedas - ¡Que tenga un buen día! – se despide Lila y nosotros solo los seguimos mientras comemos nuestro dulce.

-Amigos míos, siéntanse bienvenidos en mi hogar – dice Jess.

Su casa es bastante más grande que las del resto del pueblo, está decorada con muchos estilos de flores coloridas. Entramos de manera silenciosa y Jess nos dirije a un salón con un bonito trono en el centro, donde yace la reina sentada. Viste un vestido ostentoso y una corona enorme.

-Buenas tardes, madre – dice nuestro amigo mientras hace una reverencia. ¿Incluso su propio hijo debe postrarse ante ella?

-Tía Stela – reverencia Lila – perdone las molestias, pero hemos encontrado a estos jóvenes en el bosque. No tienen hogar, ¿podemos ofrecerle una cama donde dormir esta noche y algo de ropa?

La reina nos mira despectiva, noto en sus ojos como detalla y juzga nuestra ropa y cabello sucio y mal peinado. Poppy y yo hacemos la reverencia y ella nos sonríe. No ha hablado aún y ya me cae absolutamente mal, ¿acaso le divierte sentirse superior a nosotros?

-Lila, hace mucho tiempo no te veía por aquí. ¿Sigues usando tu corona?

-Seré princesa hasta el día que muera, tía Stela. Es el legado que me dejó mi padre.