Encerrados

579 63 10
                                    

-¿De verdad creíste que sería tan fácil, Ramón? – me pregunta Stela mientras Poppy se pone a mi lado en posición de defensa – está demasiado lejos de casa, reina Poppy. ¿Enserio creyeron que me engañarían?

Unos guardias se acercan a nosotros y atan nuestras manos. Mi corazón ser aflige cuando escucho algunas quejas de dolor por parte de Poppy, le están haciendo daño y no puedo ayudarla.

-Muy bien hecho, hijo – dice mientras se acerca a Jess – te has ganado a tu pequeño amigo – por detrás se asoma aquel sirviente que vimos el primer día que estuvimos aquí, quien yo creo es el troll del que Jess está enamorado, pero tiene sangre en su rostro y se nota a kilómetros que ha sido golpeado por días.

El corre a socorrerlo, ¿ha tenido que vendernos para salvar la vida de su pareja?

-Aquí las cosas son simples, se hace a mi manera o enfrentas las consecuencias. Si yo decido que nadie además de la familia real debe tener magia, entonces ninguno debe tenerla. Ustedes han venido a desafiarme, y deberán pagar.

-Haga lo que quiera conmigo, pero déjelo ir, por favor – suplica Poppy. No, se supone que yo debo protegerla a ella. ¡Sabía que no debía traerla conmigo! La puse en peligro...

-Si hay alguien que merece castigo aquí, soy yo. Te puse en peligro... - la miro y le sonrío ligeramente – te daré lo que quieras porque le perdones la vida – le ofrezco a la reina Stela.

-Beban esto, y esta vez sin trucos – nos tiende la poción. No tenemos otra opción que beberla y renunciar a nuestra magia. Ya no tenemos como defendernos – guardias, llévenlos al calabozo, ya decidiré que hacer con ellos.

Y así es como terminamos en lo más profundo del castillo, Poppy y yo asustados en una celda. Tenía miedo de lo que fuera a pasar con nosotros, la villa está desprotegida y no puedo hacer nada aquí para tratar de escapar. Dejé todas mis herramientas en la entrada del reino. ¿Por qué acepte venir aquí en primer lugar?

-No debí dejarte hacer esto – mi novia tiene la voz quebrada y solo mira al suelo – no debimos salir de la villa. Tú me dijiste que la magia nos traería problemas y yo insistí en que estaríamos bien... otra vez, me metí a mí, a ti y probablemente al resto de la villa en este embrollo solo por pensar que el mundo es como yo quiero imaginármelo.

-No te culpes de esto, Pops. Eres la reina más fuerte, optimista y luchadora que jamás haya conocido. ¿Sabes que te hace tan valiente y especial? No ves el mundo por lo que es, si no por lo que podría ser, y das todo de ti por lograrlo – una ligera sonrisa sale de sus labios y me abraza.

-Siempre estás ahí para mí, muchachón, gracias – me deja un beso en la mejilla – te amo.

-Y yo a ti, con todo mi corazón.

[...]

Llevamos varios días aquí, ni Lila ni Jess se han aparecido y eso cada hora me enfurece más. ¿Vinimos aquí a ayudarles y ahora no son capaces de traernos al menos comida? Nos traen una sola ración al día y siempre le dejo la mayoría a Poppy. Ya estamos bastante débiles.

Aunque quisiéramos no podríamos escapar de ningún modo.

Escucho la puerta del calabozo abrirse, inmediatamente escondo a Poppy detrás de mí mientras veo a la reina acercarse con dos arqueros. Tiene una sonrisa muy terrorífica.

-Luego de varias horas pensando si les perdonaré la vida o no... he decidido que no me conviene dejarlos vivos.

-¿Qué quieres a cambio de perdonarle la vida? – pregunta Poppy y mi corazón deja de latir cuando veo que me está ofreciendo su corona.

-¿Qué? No, cariño. Reina Stela, haré lo que quiera por que la deje libre a ella.

-No me enternecen con sus escenas cursis, los dos morirán. No pueden hacer nada.

Los dos arqueros que venían con ella preparan sus armas y nos apuntan. Lo único que puedo hacer es abrazar al amor de mi vida y esperar nuestro final. Lamento no haber podido protegerte, cielo. 

[N/A: se acerca el final...]

Magia [Broppy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora