Taehyung y el mini Kook |T.K|✔

VII Don't Hug Me!!!

¿Cómo había llegado hasta su cama?

Taehyung no tenía idea.

El chiquillo Kookie dormía profundamente al pie de la cama en dónde sabía que no podía molestar a Taehyung, pero a éste le molestaba todo. Así que ahora lo estaba observando meticulosamente y en su cabeza estaba maquinado una cantidad infinita de planes para sacarlo afuera de la casa.

Pero entre todos esos planes, solo se le ocurrió levantarse, tomar a Jungkook de la camiseta mini y llevarlo hasta su ventana. Lo tuvo que dejar en el marco para destrabarla y así abrirla, luego cuando quiso dejarlo al otro lado, afuera muriéndose de frío, una orbe de luz dorada se formó entre todo el cuerpo de Jungkook, haciéndolo despertar.

Y Taehyung no podía hacer salir su mano de la ventana, esa bola que cubría a Jungkook no se lo permitía.

—No puedes Tae... — chilló Jungkook y con sus poderes cerró la ventana. La luz dorada que lo cubría ya no estaba.

Jungkook lloraba sentadito en la palma de Taehyung y Taehyung solo ponía los ojos en blanco.

—Me fastidias. —al fin y al cabo Taehyung resolvió volver a la cama, quería continuar durmiendo. Eran las cuatro de la mañana.

Taehyung se acostó y dejó a Jungkook por algún lado de su habitación, le dió la espalda pero volvió a abrir los ojos cuando este comenzó a iluminar toda la habitación, haciéndose grande.

— Bueno... Ahora sí dormiré más cómodo. — mientras Tae no lo veía Jungkook se colocó la ropa robada de Taehyung y se metió a la cama con él. Taehyung al sentir el real peso extra se volteó, encontrándose con el Jungkook grande mirándolo con ojos brillantes. Aún tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.

Estaban cara a cara.

—¿Porque debo tenerte aquí? —pregunto Taehyung otra vez. Estaba harto de no tener respuesta.

—Porque es tu deber darme amor, así como yo entregarte mi compañía.

—No necesito compañía, mucho menos si viene de un... Hada mágica.

—No soy un hada, estoy en el medio, ya te lo dije.

—Bueno, no me interesa tenerte aquí. Yo nunca pedí una solicitud de hadas mágicas a mi casa para que me hagan compañía. Estoy bien solo.

—Ni tú te crees eso. —Jungkook grande lo desafiaba con la mirada. Ciertamente era diferente del mini Kookie. Había una chispa en esos ojos castaños... —Yah, vamos a dormir.

Y entonces Jungkook se recostó sobre el pecho de Taehyung y en ese momento Taehyung comprobó que Jungkook pesaba como un humano, no como cuando estaba en su fase miniatura.

—Quitate. —le dijo Tae despectivamente.

—Ño... —Jungkook lo abrazo más, le dió mucho más amor y después de varios intentos fallidos de Taehyung por sacarlo, tuvo que ceder y dejarlo dormir sobre su pecho.

Su corazón estaba llenándose de amor, pero su mente se negaba a aceptarlo. ¿De qué rayos le servía a él sentirse querido? ¿Para que lo necesitaba?

La misión de Jungkook era hacer a Taehyung feliz. El consejo de las hadas había deliberado que si alguien no hacía algo, Taehyung corría riesgo de suicidio, y ni siquiera él lo sabía, y nunca lo sabría porque Jungkook había llegado a tiempo.