Internet no decía mucho sobre aquellos extraños seres, no había información, parecía como si la humanidad hubiese ocultado la existencia de las criaturas mágicas. Tanto Taehyung como Yoongi no habían podido encontrar información al respecto.
Ya era de noche y Taehyung había tenido una gran idea para sacarse a Jungkook de encima.
—Ire a conseguir una pizza ¿Porque no me acompañas? — preguntó con amabilidad por lo que a Jungkook le pareció bastante extraño.
—Mm... Vas a dejarme afuera de la casa, Taehyung. ¡No soy estúpido! —le chilló el mini Kookie desde la mesa. Taehyung se molestó por eso.
—¿Ahora también lees mentes? Tú si que eres un pesado.
Jungkook otra vez estaba por empezar a llorar.
—¡Abracitos! —pidió antes de que una lágrima rodara por su mejilla regordeta.
—No quiero darte abrazos... Corta ya con ese rollo. — lo regañó Taehyung y salió dando grandes zancadas hasta su habitación para buscar su billetera. Jungkook aprovechó su astucia y saltó hasta el perchero dónde colgaba el tapado gris de su mayor, y se metió al bolsillo.
Taehyung volvió revisando algunos mensajes en su celular, todos de Yoongi gritando que estaba loco y que el gnomo lo quería comer. Lo ignoró por completo, se puso el saco y no fue hasta casi llegar a la pizzería que se dió cuenta de que Jungkook se había metido en su bolsillo.
—¿Me estás jodiendo? — le preguntó despectivamente. —me tienes harto y estoy así de cerca de enviarte a volar cerca del lago. ¿Me entiendes?
Algunas personas que pasaron al lado de Taehyung lo observaron como si estuviera loco.
—En serio, enano, ¿Cuánto más tendré que soportar así? ¡Ya pasaron seis días, mocoso! Quiero que te vayas, ¿Acaso no lo entiendes? ¡No puedes seguirme a todos lados, no tengo privacidad! —Taehyung metió la mano a su bolsillo y dejó a Jungkook en la calle, pero éste lo seguía a todas partes.
A pesar de que Taehyung caminaba lo más rápido posible, Jungkook le seguía el paso entre los pies de las personas que no podían verlo. Ya le habían pisado sus zapatitos y lo habían lanzado cerca de los cruces de autos.
—¡TaeTae! —pero Jungkook lo perdió de vista. Los pies de las personas seguían llevándolo por delante, al parecer en la ciudad todos iban apurados ¿Que rayos les pasaba? —¡¿Tae?! ¡Taeee!
Sus pies pudieron moverse cuando las personas se detuvieron en el semáforo. Cruzó la calle.
Pero al cruzar un auto le pasó por encima, Jungkook se agachó entre las ruedas para que no lo pisara. Estaba asustado y su estatura no ayudaba de nada.
—Ya, carajo eres imposible —Le dijo una gruesa voz mientras lo levantaba del suelo. Jungkook mini estaba todo mugroso.
Taehyung había visto como Jungkook se desesperaba en buscarlo y no reaccionó hasta que algo le susurró al oído que debía sacar a Jungkook de la calle, o un auto lo aplastaría y lo haría papilla de calidad.
—¡Tae... No me dejes solito! —sollozo Jungkook mientras se agarraba del saco de su mayor. Taehyung quería apartarlo otra vez. Era insoportable.
—Eres un inútil. No puedes siquiera cruzar la calle. —lo regañó él y antes de entrar a la pizzería le dijo: —ahora cierra la boca, entra al bolsillo y déjame hacer el puto pedido en paz ¿Entiendes enano?
Kookie aún llorando por el susto que había tenido, asintió con la cabeza y se metió al bolsillo.
Y el pobre no abrió la boca en toda la noche, ni siquiera cuando se convirtió en el Jungkook grande. Hizo su trabajo de abrazar a Taehyung mientras éste dormía hasta que se encogió nuevamente al despertar del alba al día siguiente.
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Taehyung y el mini Kook |T.K|✔
RomanceLa vida de Taehyung, un estudiante universitario con poco tiempo para si mismo y poco afecto por los demás, cambia cuando encuentra a un ser mágico de luz que llega en una noche a cumplir su misión. Pero... ¿Que sucederá cuando Jungkook cumpla la m...