Después de aquella conversación con su madre, Emilio tras pensarlo algunas horas más; llegó a la misma conclusión, dejar a Joaquín en paz.
— ¿Ya estas mejor? —preguntó la madre del rizado, al verlo bajar de su habitación.
— Si —contestó con simpleza.
— Me alegro —contestó, sabía que aunque preguntara de nuevo no le diría nada, incluso aún seguía sorprendía de ayer Emilio hablara de cómo se sentía, él jamás había hecho eso— Ya está tu desayuno, lo deje en el refrigerador.
— Gracias ma'
Mientras tanto Joaquín se encontraba acostado, en su cama, aún no se levantaba, desde ayer no podía dejar de pensar en a que se refería Emilio, con eso de que merecía a alguien que no dudará de sus sentimientos; sus pensamientos fueron interrumpidos al ver a su madre en su puerta.
— ¿Por qué no te has levantado? Siempre estás desayunando desde muy temprano —preguntó la madre del castaño.
— Solo tengo flojera, más tarde me levanto.
— ¿Supongo que no irás a la fiesta de tu tía? —dijo.
— ¿Es hoy? —murmuró, su progenitora asintió— No tengo ganas, me quedaré en casa.
— De acuerdo —se acercó para dejar un beso en la frente de Joaquín, antes de salir de la habitación.
[...]
Las horas pasaron, Joaquín siguió en su habitación, acostado en la cama, solo bajo por algo de fruta, para no morir de hambre. Sus padres se habían ido hace un par de horas. Justo ahora se dio cuenta que el estar ahí no haría que llegarán las respuesta de sus preguntas, así que se levantó cambiándose por algo que no fuera su pijama, bajo a la cocina prepararía algo para comer, antes de ir a buscar la respuesta.
Tras terminar de desayunar, Emilio regresó a su habitación para leer un libro, si tal vez esa no era su costumbre, pero al menos eso le distraerá un poco de Joaquín. O al menos eso pensó, ya que para su desgracia el regalo de su tía era un libro de romance, haciendo que cada momento le recuerde a Joaquín. Se dio por vencido después de dos capítulos, tomó sus audífonos, bajo a su patio trasero, empezando a calentar para hacer ejercicio; inconscientemente llevó su mirada al balcón de los vecinos, encontrándolo totalmente vacío, sintiendo una punzada en su pecho.
El sudor comenzó a aparecer en su cuerpo, tras hacer más de media hora de ejercicio; aunque fue interrumpida, por su madre.
— Vinieron a verte —dijo, su progenitora.
Justo cuando el rizado estaba por preguntar de quién se trataba, Joaquín se asomo saludándolo con un ademán de mano, la madre de Emilio se fue de inmediato.
— Hola —susurró el castaño muy tímido, llevó su mirada al torso desnudo de Emilio, que brillaba por el sudor, se sonrojo al ver que notaron cómo lo miraba.
— Hola, ¿qué haces aquí? —preguntó el rizado.
— Quiero preguntarte algo —admitió Joaquín, sin poder evitarlo miró hacia dónde está su balcón, notando que se veía a la perfección, se sonrojo aún más al recordar todas las veces que lo miraba desde ahí — ¿A que te referías con, mereces a alguien que no dude lo que siente por ti?
— ¿Para qué quieres saber? Me pediste que te dejara en paz, eso fue lo que hice; ahora me vienes a buscar y a interrogarme.
— Solo contestame, te prometo que después de eso no volveré a molestarte.
— No ganarás nada con saber la respuesta Joaquín, mejor solo olvidalo al igual que a mi —lo último lo susurró, pero aún así el castaño lo escuchó.
— ¡Maldita sea Emilio!, solo dime lo que te pido; después de todo me debes eso —gritó exaltado, el rizado se sorprendió tras ver aquella actitud, jamás lo había visto así.
— Cuando te dije, creo que me gustas no mentí, por eso te dije eso, tú mereces a alguien que no dude de lo que siente por ti y esa persona obviamente no soy yo —admitió, Joaquín se le quedó viendo totalmente sorprendido.
— No juegues así conmigo —susurró controlando su emoción.
— No lo haría, ya no más —contestó, en cuanto terminó, sintió los brazos de Joaquín rodeandolo de la cintura.
— Jamás pensé en escuchar esas palabras de ti —murmuró, con una gran sonrisa, se colocó de puntitas para reducir la diferencia de estaturas, y así poder unir sus labios con los de Emilio besándola con suavidad, al principio no fue correspondido, pero después le siguieron el ritmo.
— No Joaquín —dijo al separarse del beso, el mencionado lo miró totalmente confundido— Te lo dije mereces a alguien seguro y yo no soy ese alguien.
— ¿Es enserio? —preguntó con los ojos cristalizados, Emilio asintió, se separó del abrazo— Vaya volví a quedar como estúpido y tú volviste a ilusionarme con simples palabras, al parecer tu ya no más, no fue muy cierto—las lágrimas empezaron a caer, se dio vuelta dispuesto a irse.
— No, Joaquín —tomó del brazo al castaño impidiendo que se vaya, y dándole vuelta para quedar frente a frente, ahí noto las lágrimas que corrían por sus mejillas, haciéndolo sentir aún peor.
— Sabes que Emilio, ¡vete al carajo! Venirte a buscar fue la segunda peor decisión que pude tomar; la primera fue enamorarme de ti —expresó Joaquín, intentó de nuevo irse, pero de nuevo se lo impidieron— Solo suéltame —pidió, pero fue ignorado por completo —¡Qué me sueltes! —grito, propinándole una cachetada al rizado, quien lo soltó.
Joaquín salió corriendo de la casa, las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas, llegó a su habitación se tiró a llorar en su cama; ¿cómo pudo ser tan ingenuo para volver pensar que podrían tener algo? Continuó lamentándose.
Después de que Emilio recibiera la cachetada, se quedó completamente en shock, solo reaccionó al ver a su madre viéndolo muy preocupado, ignorandola, subió corriendo a su habitación, las últimas palabras que le dijo el castaño si que le dolieron; pero eso no superaba el enojo que tenía consigo mismo, al hacer llorar a esa linda persona; pero él sabía que iba a ser la última vez que lloraría por él, después de todo era lo mejor ¿no? Así ya no le afectarían las dudas que tiene.
-----------------------------------------------------------
Me tarde mas de lo que esperaba en subir capítulo, pero bueno.¿Teorías?
Gracias por leer los amo 💜
ESTÁS LEYENDO
Crush
FanfictionJoaquín no supo en qué momento su vecino reservado se convirtio en su crush, ni mucho menos se dio cuenta en que instante terminó llorando después de acostarse.