Romance. | yeongyu [Editando]

Capítulo 18

Caminamos alegremente hablando sobre la charla hasta que pasamos frente a un teatro, Beomgyu se quedó viendo las funciones y preguntó:

—¿Te gustan los miserables?

—¿A quién no le gusta los miserables?

Beomgyu me dio un pico en los labios y volvió a hablar con su voz juguetona.

—Si me dices qué te gusta de los miserables te invito a ver la obra mañana.

—¿No soy yo el que siempre está pidiendo que me des tu opinión de los libros?

—Exacto.

Cierto, muy pocas veces había dado mi opinión sobre alguna obra, prefería escuchar a Beomgyu hacerlo.

Puse todo mi valor e intelecto para dar una buena respuesta.

—Es una obra muy completa, no se cae por ningún lado a pesar de ser muy extensa —dije repasando las escenas mentalmente, buscando una opinión personal y no tan objetiva, como Beomgyu lo hacía—. Tiene una buena dosis de todo lo que necesita una obra dramática; a veces muy cruel y realista, a veces con un humor sarcástico y actual. En general es un clásico que encaja perfecto en cualquier época, por eso la siguen adaptando. 

Beomgyu aplaudió y saltó a mi alrededor.

—¡Bravo! te ganaste tu entrada al teatro mañana por la noche.

Estábamos tan distraídos que no reparamos en la persona que estaba parada a un lado de nosotros, revisando el cartel de las funciones en el teatro.

—Estoy de acuerdo contigo, es hermosa.

Ante esa voz los dos nos quedamos de piedra, miramos de reojo a nuestro lado.

Kim Namjoon estaba a un metro de distancia, sonriendo con hoyuelos todo amable.

Beomgyu tragó saliva, yo parpadee mil veces tratando de procesarlo. Iba a pellizcarme para comprobar si era real, hasta que Beomgyu lo hizo por mi. Siseé adolorido.

—Lo siento, tenia que comprobarlo —se disculpó dejando un beso en mi brazo.

Namjoon soltó una risa suave por la escena que estábamos montando, nuestra estupefacción seguro se le hacia chistosa.

—¿Debo suponer que ya saben quién soy?

Asentimos.

—Fuimos a su charla de hace un rato —aclaré, tratando de reponerme enderezando la espalda.

—¿No les aburrió escucharme hablar por dos horas seguidas? No creo haber dicho nada del otro mundo —negó con su cabeza, extendiendo su mano— de todas formas, encantado, soy Kim Namjoon, un ser humano al igual que ustedes, relájense.

Nos dio un apretón de manos a cada uno y esperó a que nos presentásemos también.

—Soy Choi Yeonjun.

—Yo soy Choi Beomgyu.

Voltee a mirarle, sorprendido de que le dijera su apellido real.

Namjoon alzó sus cejas en señal de sorpresa.

—¿Beomgyu y Yeonjun?

Asentimos nerviosos.

—¿No son ustedes escritores también?

Listo, estaba a punto de morirme, Beomgyu de seguro también, menos mal que estábamos juntos, de hecho, nuestras manos estaban fuertemente unidas, y caí en cuenta de eso al notar que a Namjoon parecía no importarle en lo más mínimo.

—Son muy talentosos, he leído tu libro Yeonjun, y mi esposa es muy fan de tu trabajo Beomgyu.

—¡Nosotros amamos su trabajo también! No tiene idea de cuanto me ha inspirado siempre, incluso hoy escucharlo fue todo un placer —declaró Beom con seguridad.

—Me alegra que encuentren entretenidas mis reflexiones. Ha sido todo un gusto conocerlos —sacó su celular que sonaba en su bolsillo— debo retirarme, pero podemos mantenernos en contacto y seguir hablando otro día.

Le dimos nuestros números aún en estado de shock total. Se despidió con un abrazo sutil y cruzó la calle para tomar un taxi. Cuando no hubo rastro de él ambos recuperamos la conciencia, respirando descompasados.

—¡Hoy es el mejor día de mi vida! —grito Beomgyu dando saltitos sin soltarme, haciendo que me tambaleara.

—¿Ese no fue el día que nos conocimos? —bromeé sin poder espirar con normalidad.

—Eres participe de los dos, no sé de qué te estas quejando.

Lo cogí de las mejillas y lo besé para liberar la adrenalina en mi cuerpo. Los chasquidos de nuestras bocas seguro desagradaban a los transeúntes, pero no me importó, yo seguí comiéndole la boca.

Kim Namjoon estuvo de alguna manera presente en mis mejores momentos. Beomgyu también. Perfecto.