𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐅𝐢𝐯𝐞. 𝐙𝐞𝐫𝐨 𝐃𝐚𝐲 (𝐈𝐈)

58 13 16
                                    

El sonido fastidioso de la alarma de su teléfono lo despierta con una mueca y un gruñido ahogado.

Siente la baba de su compañero deslizarse por su pectoral y rozar uno de sus sensibles pezones, sacándole suspiros imperceptibles. Con cuidado intenta salir del agarre de los brazos ajenos pero no lo logra, a cambio recibe quejidos y a él removiéndose sobre sobre su pelvis, enviando corrientes eléctricas a todo su cuerpo.

La alarma deja de sonar por unos minutos y él logra abandonar la calidez cómoda del colchón, mirando con ternura la cara de molestia de su compañero.

Masajea el cuero cabelludo ajeno y lo observa volver a dormirse con rapidez, niega divertido y se dirige al baño en donde hace sus necesidades. Después de lavarse las manos y el rostro, y las manos de vuelta sale y va al comedor.

La lista de las compras de víveres es lo primero que ve resaltar en toda la monocromática sala. Revisa la hora en su móvil y se da cuenta de que aún tiene tiempo de ir al mercado para comprar y regresar a prepararle el desayuno a su pequeño.

Se coloca la sudadera que estaba tirada en el suelo desde la noche anterior junto con una mochila vacía, se coloca las zapatillas y se encamina por los pasillos de su edificio, rumbo al ascensor.

───── •✧✧• ─────

« ¿Galletas de avena o de chocolate?» se hace la misma pregunta durante al menos diez minutos. Le gusta ambas y a su pareja igual pero ese no era el caso, sino más bien la diferencia de precio por el mismo producto de la misma marca pero diferente sabor y envase.

Le parece una estupidez la diferencia si ambas terminarían siendo la misma cosa dentro de su estómago pero no debate y mete ambas galletas en su carrito.

Camina por los pasillos empujando el carrito, cuando por su mente pasan las escenas de anoche y sonríe con orgullo al recordar fugazmente los gritos de su pequeño y como la pared termino con una pequeña abolladura por los constantes golpes de la cabecera de la cama. Siente que follaron toda la noche como si no hubiese un mañana.

Camina por la sección en donde se ve la variedad de lubricantes y condones pero se abstiene de comprar ambos por la cantidad justa de dinero que trajo consigo.

Pasa al lado de una adolescente temblorosa y jadeante sin notar como sus prendas se teñían de rojo segundos después, le sonríe con pereza a la cajera y saca su móvil para ver las notificaciones en lo que la mujer pasa bajo escáner los productos del carrito. Saca la billetera del bolsillo cuando le dice el precio a pagar por los productos y confirma que llevo todo muy justo de no ser por las galletas habría llevado ese lubricante sabor menta que le sedujo con su diseño de envase.

—Tal vez para la próxima lo tenga entre mis manos—murmura a sí mismo, y ve como la gente sale corriendo del supermercado en donde estuvo hace unos momentos, se acomoda bien la mochila sobre la espalda sin soltar las bolsas en sus manos.

La actitud agitada y nerviosa de la gente en el centro le llama la atención pero no hace nada, tal vez estaban muy apurados o llegaban tarde a su destino, se encogió de hombros y continúo caminando por la avenida principal mirando siempre al suelo cuando el rechinido de un vehículo lo sobresalta lo suficiente como para alzar la vista y ver como se estrellaba en una de sus cafeterías favoritas. Ve las llamas nacer del auto y un mal presentimiento se instala en su pecho.

Al llegar a la esquina ve el amontonamiento de personas en una de las sendas peatonales y se cuestiona si ese día no es el día de la mala suerte, escucha los gritos desgarradores provenir del grupo y mira por su hombros como las personas salen corriendo a todo prisa con pánico y otros con sus vestimentas cubiertas de sangre.

[𝐑𝐔𝐍!] 𝐑𝐔𝐍, 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐄, 𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐎𝐑 𝐃𝐈𝐄 #1 (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora