Capítulo 6

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—¡Tu casa está de locos! —exclamó Jury asombrada, mientras paseaba sus pequeños ojos escaneando en toda la amplitud y detalle cada parte de la sala. Sostenía las ligas de su mochila sobre su pecho con ambas manos, llevaba el cabello en un moño y solo su espeso flequillo abarcaba toda su frente y cubría sus cejas.

Reí de su expresión mientras me cruzaba de brazos recostada en la puerta.

—Exageras.

—¡No puedo dejar de ver todos esos cuadros!...Tan raros —se paseaba analizando y tocando con extrañeza una hilera de pinturas abstractas, pegadas a las paredes de la sala.

—Ah, son de papá.

Jury se detuvo de un susto en frente de una fotografía tamaño real de Teodorus, sujetada sobre la chimenea.

—¡Wou!....pero que macho alfa, pecho peludo sangre y herencia de espartanos —soltó con una voz agravada y frunciendo sus cejas. Me pareció demasiado gracioso.

—¡Qué ocurrente eres, santo dios! —exclamé apretando mi estómago en carcajadas.

—Es la purita verdad —añadió mostrando sus palmas.

—Es el objeto de atracción principal de toda la sala según él —acote y me enojé de hombros.

Repentinamente Jury volvió su mirada con velocidad a mi haciendo que su fleco se sacuda de forma sincronizada.

—¿Cómo eres de egoísta conmigo? —reprochó de repente, tenía el rostro contraído de enfado y desconcierto, la miré sin comprenderla.

—¿Qué sucede? —inquiri.

—¡Tienes la colección completa de videojuegos! —soltó en diversión suavizando su gesto y señaló un estante repletos de CD's que se encontraban a lado del plasma —¡Y no me lo dijiste! Eres una jodida doggy... Sabes que sueño tenerlos todos —chillo sorprendida y corrió hacia ellos para apreciarlos con fascinación.

—No son míos, son de mi hermano —aclaré entendiendo a lo que se refería.

—Cielos...Tu hermano debe ser todo un gamer demon.

Me dirigí hacia uno de los sofás escuchándola.

—De hecho ya no los juega —expliqué tomando asiento en el sofá individual. Una luz de entusiasmo se formó en el rostro de ella y lo entendí perfectamente —Ah no, ah no... se lo que piensas-acusé.

—¡Debería dármelos! —expresó con una sonrisa ancha y esperanzada.

Negué con desaprobación —Ah, ah.

—¿Si no los juega, para que los quiere? —cogió un montón de CDs en sus manos y los apretó en un gesto de pertenencia —¡Diosss, debería ser pecado no aprovecharlos!

Me levanté y le arrebaté todos ellos para ponerlos de vuelta en su lugar. —Seguro que sí, pero mientras tanto seguirán siendo suyos —afirmé. Jury frunció los labios en un gesto de tristeza.

Después de que Jury hiciera un recorrido turístico por cada rincón de mi casa, nos dispusimos a comenzar una parte del trabajo para el proyecto mientras esperábamos a que lleguen los demás. Ella se acomodó en el sofá familiar, mientras yo subía en busca de la laptop de la oficina de papá, por supuesto que yo tenía el mío, pero no funcionaba correctamente. Así que tomé el suyo aprovechando que no se encontraba en casa, mi idea era devolverla a su lugar antes que llegue a casa, en todo caso si no lo hacía se cabrearia un montón.

El repiquete de notificación de mi celular sonó, eran mensajes de Liam, avisando que ya se encontraban en frente de la verja.

—Liam y Tomas, ya están aquí. Voy por ellos —anuncié a Jury.

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⏰ Última actualización: Feb 02 ⏰

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