Capítulo 7
- "Estás gritando, pero todos alrededor tuyo están sordos"
Otra vez era lunes. No había algo que deteste más que la rutina. Ver como los días pasan y uno simplemente continúa haciendo exactamente las mismas cosas que la semana anterior. Es como si alguien mayor y más poderoso que nosotros nos hubiese escrito una especie de agenda gigante que teníamos que obedecer al pie de la letra. Siempre quise intentar algo distinto, escapar de la rutina que no tolero en absoluto.
Me desperté pero no salí de mi cama calentita. Tomé mi celular que estaba apoyado en la mesita de luz, para mirar la hora: 6:47 am. Decidí quedarme descansando unos minutos más mientras jugaba con mi teléfono.
Tenía un mensaje de Louis que, por alguna razón, no había leído ayer.
"Seguro te quedaste dormido pequeño. Duerme bien :)"
El domingo a la noche no habíamos parado de mensajearnos ni por un segundo, a tal punto que mi mamá creyó que hablaba con Niall. Sonreí al releer el mensaje una y otra vez. Él se comportaba muy dulce conmigo y yo sentía que no lo merecía.
Estuve haciendo tiempo con un jueguito de mi celular que me tenía bastante viciado últimamente. Se trataba de ir tocando ciertas cosas que caían del cielo antes de que toque en piso. Era bastante estúpido, lo sabía. Pero era realmente bueno en eso.
Por fin me levanté de la cama, quejándome para mis adentros. Me dolía todo el cuerpo, yo sabía claramente por qué. Abrí mi armario, realmente necesitaba renovar mi ropa. No tenía idea de qué usar. Tomé lo primero que mis ojos vieron. No solía pensar qué vestir. Podía tener dos remeras favoritas, un jean y un par de zapatillas deportivas y vivir bien con eso. No me importaba lo que los demás pensaban de mí.
Tomé la misma remera manga larga se siempre. Se trataba de una remera color violeta con manchitas de otros colores. Era divertida por eso me agradaba. Luego de vestirme completamente tomé un buso azul con capucha en caso de que refrescara. Agradecí profundamente que mi remera logró cubir por completo las marcas rojas en mi antebrazo.
Bajé las escaleras a paso de tortuga. Mi cuerpo estaba adolorido pero no me quedaba más remedio que actuar como si nada ocurriera.
Me senté en la mesa mirando mi taza de café con leche ya servida.
— Buen día. — Dijo mi madre levantando apenas la vista.
— Buen día — Correspondí.
No solíamos ser muy afectivos el uno con el otro pero nos amábamos profundamente. Era la típica conexión madre e hijo pero eso no significaba que algún día se pudiera romper, pero en nuestro caso, era casi imposible.
Apenas vi que se acercaba el horario de entrada del colegio me levanté de mi asiento y saludé a mi madre con un beso. Sonrió. Si tan solo ella supiera.
(...)
Por fin había terminado la última clase y, por primera vez, estaba feliz en la hora del almuerzo. Resulta que había obtenido un 80% en mi examen de química. Era una materia que realmente me costaba estudiar pero lo había logrado.
Estaba dirigiéndome hacia algún asiento libre con mi almuerzo en una bolsita de cartón marrón. Había llevado comida desde mi casa por primera vez desde que iniciaron las clases. Louis se interpuso en mi camino con una inmensa sonrisa de alegría mostrando todos sus dientes blancos. Inmediatamente una pequeña sonrisa apareció en mi rostro.
— Tengo que contarte algo. — Habló rápido antes de que pudiese siquiera saludarlo.
Tomó de mi brazo arrastrándome con él. Creo que se le había hecho una mala costumbre hacer eso conmigo.
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PANIC - {Larry Stylinson}
Teen Fiction"Yo solo quería esconderme del mundo. Como cuando un niño se esconde bajo las sábanas de su cama porque piensa que hay monstruos debajo de ella. Era tal cual esa situación. Necesitaba una sábana para ocultarme debajo. Había muchos monstruos afuera."