10 - Disgust

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Capítulo 10

"Inalcanzable, lejano, imposible de poseer. Yo deseaba la estrella más brillante y bella del universo pero yo no era suficientemente valiente como para llegar a ella."

Me encontraba recostado panza abajo sobre mi cama mientras hablaba, más bien escribía rápidos mensajes para Niall. A velocidad mayor que la luz él los contestaba.

Un símbolo indicándome un mensaje nuevo me distrajo de lo que le estaba a punto de decir a Ni. Abrí el mensaje tocando velozmente sobre la pantalla táctil de mi celular. Era de Louis.

"Paso por ti a las ocho ;)"

Mierda, mierda, mierda, mierda. Lo había olvidado. Había olvidado la bendita fiesta.

Me dirigí rápidamente al baño, tenía que arreglarme.

No había algo que más odie que los espejos. Especialmente el de mi baño porque inevitablemente tenía que ver mi estúpido reflejo en él. Abría la puerta y ¡BOOM! ya me encontraba con el asqueroso reflejo de mi serio y triste rostro.

Lo peor era que nunca me corría, no. Por más que me odie, continuaba viéndome, supongo que para tener un poquito más de odio hacia mí mismo, no lo sé. 

Me miraba. Era un asco, todo yo. Empezando desde mis orbes verdes sin vida hasta mis regordetes dedos pulgares de mis pies.

Quité mi camisa y automáticamente se me revolvió el estómago dándome náuseas. Nuevamente asco era lo que sentía y... Envidia. Sí, envidia. Envidia a las personas que estaban orgullosos de si mismos. Envidia a aquellos que podían verse en el espejo y que una sonrisa de complicidad se forme en su rostro. Envidia a los que podían sacarse una puta foto sin que sus ojos salgan vacíos,  tristes. Envidia a aquellos que estaban conformes con su cuerpo y podían mostrarlo. Envidia a aquellos que sonreían todo el tiempo. Envidia a aquellos de "familia perfecta". Envidia a cualquier ser humano que giraba a mi alrededor.

Asco me definía nuevamente.

Entré a la ducha sin poder sacarme la idea de asco de mi cabeza.

Todavía no estaba decidido en ir o no ir a la fiesta. El día anterior me lo había cuestionado toda la tarde. Al parecer ya no había vuelta atrás. Louis ya me había contado para la fiesta incluso pasará a buscarme. Un sonrojo leve se apoderó de mis mejillas.

Salí casi corriendo de la ducha aún con gotitas de agua en mi torso y la toalla envuelta sobre mi cintuta y me dirigí hasta mi cuarto.

Busqué en el closet algo lindo para ponerme. No sabía exactamente qué debía usar para esta ocasión. Seleccioné mis pantalones casuales negros ajustados. Sabía que me quedaban bien al cuerpo, incluso un poco sexy. Reí ante eso. Me coloqué una camisa blanca que casi nunca usaba, no porque no me guste sino porque casi nunca salía de mi casa y no tenía ocasión para usarla. Torcí mi labio hacia abajo mientras terminaba de abrocharme la camisa. Dejé solamente el primer botón desabrochado, no quería que viesen mi cuerpo. 

Me miré al espejo esta vez intentando no odiarme. Subí un poco mi camisa no quería que tapase mi plantón. Yo sabía exactamente por qué.

Agité mi cabello un poco haciéndolo alborotado, no tanto, sino lo justo y necesario. Estaba demasiado desprolijo para ser formal y estaba demasiado formal para ser desprolijo. Perfecto.

Mis pies entraron perfectamente en mis zapatillas negras bastante comunes. Quería quitarle un poco de formalidad a mi atuendo.

Me movía de un lado a otro, intranquilo, con nerviosismo. Bajé y subí las escaleras unas tres veces solo porque no podía calmar mi ansiedad. 7:49pm

PANIC - {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora