El tiempo pasaba volando cuando estaba contigo, tanto que en un parpadear de ojos ya habían pasado tres meses de conocernos, después fueron cuatro, cinco, seis, siete...
Ocho meses. 243 días. 5,832 horas. 349,920 minutos y muchos segundos...
Tanto tiempo de momentos buenos y malos. Aunque contigo nunca eran malos, nunca discutimos o algo así. Era genial estar a tu lado, todos tus amigos lo decían y no lo podía negar.
Cada segundo que pasaba contigo terminaba cada vez más loca por ti. En todo ese tiempo nos volvimos mucho más cercanos...
Aún recuerdo la primera vez que tu nombre salió de mis labios.
Eros...
Era irónico que te llamaras justo como el Dios del amor. Me flechaste con tu belleza desde que te vi caminando con Roco, tu pastor alemán y fiel compañero. Amé a ese lindo perrito desde que me lo presentaste, se mostró muy cariñoso.
También recuerdo el primer momento en el que mi nombre salió de esos labios tan carnosos y rojizos. Esos labios que moría por probar...
Me causó un estremecimiento cuando tu voz ronca pronunció mi simple y corto nombre, se escuchó como lo más hermoso que pudieron pronunciar tus labios.
Me hiciste suspirar de locura por ti por primera vez. Y ese suspiro se convirtió en un número sin fin de ellos con cada segundo de tu compañía.
Y en cada uno de ellos se notaba lo tonta que me tenías.
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Notas de una chica enamorada ©
RomanceEl primer amor siempre te deja algo lindo que recordar. La primera experiencia de estar con alguien que te gusta y que incluso llegaste a querer, y en algunos casos, a amar. Tu primer beso con él y las mariposas en el estómago cuando se tomaban de...
