Me sentía un ser repugnante que no pertenecía a este mundo, que no merecía vivir.
Me observaba constantemente en el espejo; miraba con desagrado mi cuerpo, mi cabello, mi rostro, mis manos, absolutamente todo de mí.
¿Quién se fijaría en alguien como yo?
De solo pensarlo me resultaba ridículo. Dara era hermosa, los chicos la seguían como perros en celo, tenía mil pretendientes mientras que tú eras el único chico con el que hablaba, claro, antes de las peleas.
Ahora estaba sola.
«Eres horrenda. Una desgracia para la humanidad. No eres capaz de que los chicos te miren, eres simplemente horrenda, una chica con falta de belleza. Nadie te quiere, tu mamá dice que lo hace pero es para que no te sientas mal. No ha es nada bien, eres inservible. No mereces vivir...»
Eso era yo, esas palabras era en lo que me había convertido, lo que me repetía día a día.
Sin duda había cambiado, y no para bien.
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Notas de una chica enamorada ©
RomansaEl primer amor siempre te deja algo lindo que recordar. La primera experiencia de estar con alguien que te gusta y que incluso llegaste a querer, y en algunos casos, a amar. Tu primer beso con él y las mariposas en el estómago cuando se tomaban de...
