Notas de una chica enamorada ©

Nota Final | El momento.

Nota de la autora: Está nota está narrada en tiempo presente, porque Rox lo está viviendo en ese momento.... Solo para evitar confusiones, por si acaso.

Sin más que decir, disfruta la lectura...

•° PRESENTE °•

Después de tantas notas escritas por mí, desde mi perspectiva más sana; ahora me encuentro aquí, con una confianza y un valor para lo que viene.

No voy a negarlo estoy muy nerviosa. Después de que llamé a Eros y a Dara para citarlos en un restaurante mis manos comenzaron a sudar.

Necesito hablar con ellos.

Camino por la calle llena de gente, la luz del sol tocando mis brazos y piernas, el aire caliente moviendo mi vestido y cabello. Hace mucho calor y eso no ayuda a mis manos sudorosas.

Las citas con mi psicóloga ayudaron, y mucho.

Todos empiezan a notar grandes cambios en mí. Y no, no volví a ser la chica de antes...  Mejor que eso, una Rox nueva y mejorada regresó.

Con el paso de los meses empecé a sentirme bien, empecé a aprender a quererme, a amarme tal cual soy, empecé a aprender demasiadas cosas sobre mí y para mí. Estoy feliz; me volví algo extrovertida, la confianza es parte de mí ahora.

Fue un camino largo pero se pudo, y estoy orgullosa de eso. Logré salir adelante y volví más fuerte que nunca.

Doy unos pasos más hasta encontrarme con el restaurante. Hay varias personas adentro pero todo luce tranquilo, mi vista recorre los asientos visibles a través de los ventanales hasta que mis ojos encuentran algo.  Ahí están ellos...

Dara y Eros sentados en una mesa al fondo, justo a lado del ventanal.

Respira Rox.

Entro al restaurante y me dirijo con una sonrisa hacia ellos. Tomo mi bolso con fuerza al estar más cerca.

Dara es la primera en verme. Sonríe y amplía sus ojos con asombro. Hace mucho tiempo no nos vemos. Eros es el siguiente en observarme. Al igual que Dara me muestra una hermosa sonrisa y actúa asombrado.

Luce impresionante con esa camisa negra pegada a su cuerpo definido, pero no me siento atontada, ya no.

—Hola —saludo nerviosa.

—Hola —saludan y tomo asiento frente a ellos.

Extrañaba verlos. Mi corazón palpita con rapidez, mis nervios provocan que mueva los pies con desesperación bajo la mesa.

Una camarera llega antes de que pueda decir algo. Tengo que calmarme si no quiero sufrir un paro cardíaco en este momento. La camarera toma la orden de Eros y Dara, yo solo pido un vaso de agua, la necesito urgente.

Carraspeo y tomo aire para hablar.

—Les agradezco a ambos por haber venido.

—No hay problema —contesta Eros tranquilo.

—Si, no te preocupes.

No sé como empezar esto. Estoy muy ansiosa pero mis nervios me dan una mala jugada, no puedo ordenar las palabras que quiero decir.

Repito una y otra vez en mi mente lo que quiero decir. Siento la boca seca, gracias a Dios la camarera llega con mi vaso de agua, tomo de esta refrescando mi garganta.

—Necesito hablar sobre muchas cosas, necesito dar explicaciones necesarias.

—Rox, no... —trata de hablar Dara pero la interrumpo.