Nada era igual.
Me sentía fatal. Viví un dolor profundo que me oprimía el pecho y me cortaba la respiración. Era horrible.
Todos los días pensaba en ti, en Dara, en las discusiones con ella y contigo; pero lo que más se repetía era cuando decidiste ignorarme.
Recordaba tus palabras y el tono severo de tu voz, recordaba tu mirada adolorida y con enojo a la vez. Tu cuerpo alejándose después de decirme que no sabías que me pasaba pero que ya era suficiente, suficiente de las constantes peleas, suficiente de lastimarnos mutuamente.
Todo se volvió soledad; la rutina de mis días cambió, ahora era solo yo, solamente yo y mi dolor.
ESTÁS LEYENDO
Notas de una chica enamorada ©
RomantikEl primer amor siempre te deja algo lindo que recordar. La primera experiencia de estar con alguien que te gusta y que incluso llegaste a querer, y en algunos casos, a amar. Tu primer beso con él y las mariposas en el estómago cuando se tomaban de...