|¿Y si fuera él?|
~ 1 ~
La cafetería olía a incienso y a otra cosa que no pude reconocer; había llamas en platos sobre el piso, flores tiradas en la puerta de entrada, charcos de alcohol en las mesas y cuchillos con listones de colores a la entrada de la cocina. Todo era muy extraño para mí, pero mi abuela tenía la firme creencia de que eso nos ayudaría para alejar malas vibras y atraer la buena suerte al nuevo negocio familiar, por eso había llamado a su amiga Gala.
-¿Quién es la dueña del negocio?-preguntó Gala, paseando la varita de incienso por la que sería la barra de postres.
-Pamela-respondió mi abuela al tiempo que me empujaba-. La cafetería quedará a su cargo-Gala me miró formando una sonrisa.
-Entonces debo hacerte una limpia-dejó el incienso clavado en una de las macetas de la barra y se sacudió las manos-. Mary, necesito que nos dejes solas-mi abuela se apresuró a atender las indicaciones de su amiga. Su ausencia me dio inseguridad-. Será rápido, cariño.
Lo fue: pasó el incienso por el contorno de mi cuerpo, igual hizo con un ramo de hierbas mientras recitaba cosas que no entendí. En realidad no entendí nada de su trabajo hasta ese momento.
-¿Sería todo?-pregunté cuando vi que hurgaba en su bolsa.
-Si así lo requieres, pero el servicio incluye lectura de cartas-sacó un paquete de tarot y me sonrió-. ¿Quieres que te las lea?
Yo dudé. La verdad era que no creía en eso, pero la curiosidad fue más que mi incredulidad. Me acerqué a Gala mientras afirmaba, no quería aceptar en voz alta que iba a aceptar algo en lo que yo no creía.
-¿Qué hay que hacer?-ella se sentó en la mesa próxima y me señaló la silla frente a ella. Yo dudé en sentarme, no estaba segura de lo que haría; juraba que me diría cosas que no encajarían con mi vida o que intentaría adivinar algo que significara algo para mí. Y aún con todo eso en mente, me senté.
-Debes barajear las cartas cada que te lo pida-me pasó el paquete de cartas, lo barajeé y lo devolví-. Las cartas nos dirán la suerte de tu negocio, del amor y de tu vida, ¿quieres omitir alguna de ellas?-yo negué-. Di tu nombre y tu edad.
-Soy Pamela y tengo 27 años-respondí como presentándome, ¡qué boba!
Pero Gala sonrió y echó las cartas: el negocio marcharía bien, mi salud mejoraría si yo decidía hacerlo (¿esa tontería qué significaba?), las relaciones familiares estarían estables... Todo bien.
-Ahora, el amor-hizo una pícara sonrisa mientras volvía a echar las cartas que volví a barajear-. Bien...-acarició su barbilla y miró con atención-. Veo un hombre blanco-podría ser cualquiera-. Es un hombre muy cercano a ti-pista inútil-. Hay una decisión de por medio, una decisión que cambiará tu vida-¡por dios, hablaba de John!-. Cuando le digas lo que sientes, las cosas marcharán mejor: tu salud, tu autoestima, su relación-me miró, coqueta-. Le gustas, no tienes nada que perder-me quedé helada cuando escuché eso, ¿le gustaba a John? ¡Por dios! Esa sería una suerte tremenda, ¡increíble!-. Por esa sonrisa, veo que sabes a quien me refiero. Háblame de él.
-Bueno...-carraspeo, nerviosa-. Cuando me habló sobre un hombre blanco, pensé en John y en Robert, pero tiene que ser John.
-¿Por qué tendría que ser él y no Robert?
-John y yo trabajamos juntos hace poco-sonrío-. Y él nunca perdía oportunidad para coquetear, incluso una vez intentó besarme. Yo moría de ganas por aceptar su beso, pero él hace poco se casó y no podría meterme con un hombre casado.
-Pero veo una decisión de por medio-insistió.
-Quiero decirle que me gusta.
-Las cartas dicen que debes estar realmente convencida de que eso es lo que deseas, si lo haces sin convicción, las cosas pueden salir mal.
-Estaba convencida de hacerlo antes de que usted me dijera todo esto. Ahora tengo la completa certeza de que debo hacerlo.
-¿Y Robert?
-Él es mi mejor amigo, pero hace mucho que no lo veo-suspiré-. Él es casado también. Y sé que usted no me habla de él porque dejamos bien claro nuestro papel en nuestras vidas: fue mi novio y no puedo forjar una amistad con un exnovio si no hay cuentas claras de por medio. Además, me consta que ya no le gusto.
-Muy bien, entonces estás segura de que es John-el sólo escuchar su nombre me hizo sonreír-. Y estás completamente segura de que le dirás que te gusta-asentí-. Debes tener mucho cuidado, mi niña: ambos se atraen, pero lo suyo sólo será pasajero, no debes ilusionarte demasiado-siguió sacando cartas-. Veo que este hombre te ayudará a ser más segura, hará que tu salud mejore, te ayudará a creer de nuevo en el amor, ¡este hombre será tu cura y tu perdición!
-¿Mi perdición?-realmente me asustó escuchar eso. Gala sacó otra carta.
-Sí, si no sabes cómo manejarlo así será-la siguiente carta que sacó generó una sonrisa en su rostro-. Podría ser una perdición de otro tipo: las cartas dicen que si sigues siendo tú misma a pesar de todo lo que pase entre ustedes, él podría...-hizo una pausa en la que me dirigió una pícara mirada-. Enamorarse de ti-me erguí, impactada-. Pero todo lo blanco tiene una mancha negra: podrían enamorarse o perderlo todo.
-¿Cómo que perder?
-Estarían arriesgando su amistad por esto, pero podrían envejecer juntos si saben manejar el asunto.
-¿Las cartas no dicen qué es lo más probable?
-Las cartas marcan tu futuro de acuerdo a lo vivido hasta esta hora: puedes cambiar el destino con una decisión; la más próxima es la que marcan las cartas.
-Esa decisión es el decirle a John que me gusta, ¿verdad?-cerró los ojos mientras afirmaba.
-Luego de eso, tu futuro con John es incierto, mi niña. Si vas a hacerlo, recuerda manejarte con sabiduría, de manera auténtica, porque él podría volverse un dulce muy amargo entre tus labios.
-Bueno y...-miré a Gala, indecisa-. ¿Cuál es el resumen de mi vida, según las cartas?
-El negocio irá bien, sólo debes hacer publicidad; económicamente te irá bien, no gastes demasiado en tonterías; tu salud tendrá un giro inesperado, pero las cosas se solucionarán, no te preocupes, John tendrá mucho que ver en tu mejora. En el amor debes ser astuta: este hombre me inquieta, aparece como una difícil decisión, como tu salvación y tu perdición, tiene que ver con recuperar tu salud... Pero no son claras las cosas, es algo en lo que no puedo indagar a profundidad y no sé por qué. Ve con cuidado, mi niña; pueden enamorarse, pero si no sabes cómo manejar las cosas, seguramente lo perderás todo.
Yo respingué. ¡Tonta Pamela! Se supone que no creo en estas estupideces, ¿entonces qué hago preocupándome por lo que podría pasar? ¿Será cierto todo lo que Gala me dijo? ¡Debo manejarme con cautela! ¿Y si ya no hago nada? ¡No puedo dejarme llevar por las palabras de Gala! ¿Y si me equivoco? ¡Basta, Pamela! Como sea, estoy decidida: John sabrá que me gusta.
🍂🍂🍂🍂🍂Así comenzamos la historia, con una chica que muuuy incrédula no resultó XD Ya veremos cómo avanza con su plan y si es que las cartas tenían razón ;)
Azul🍂
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¿Y SI FUERA ÉL?(ROBERT DOWNEY JR)(TERMINADA)
RandomLa salud de su mejor amiga empeora con el tiempo y la extraña solución es que ella inicie su vida sexual. Sencillo para cualquiera, excepto para Pamela: sus miedos y traumas de la infancia la detienen. Sabiendo que cuenta con la ciega confianza de l...