|¿Y si fuera él?|
~ 2 ~-¿O sea que la bruja te dio seguridad para decirle todo a John?-me preguntó Nidia, mi mejor amiga. Iba vestida de pirata, por la fiesta de disfraces que yo había organizado por la inauguración de la cafetería.
-No, esa mañana que vi a Gala yo ya estaba decidida a confesarme a John-subí mi antifaz de hada hasta la frente, me estorbaba para tomar la malteada-. Creo que me quitó las pocas dudas que me quedaban.
-Pero John es casado.
-Lo sé, eso no le ha impedido coquetear conmigo-Nidia afirmó, sabía que tenía razón.
-Lo que no me queda claro es el cómo estás tan segura de que es John. ¡Hay muchísimos hombres blancos en el mundo! Podría ser cualquiera, hasta mi hermano.
-Todo lo que Gala me dijo me indicaba que se trataba de John, estoy segura que es él.
-O quieres que sea él-sonreí-. Me preocupa lo sugestionada que te veo.
-Obviamente las cosas no se darán como dice esa profecía.
-Estás convencida de que así será-me tomó las manos-. No actúes influenciada por lo que la bruja te dijo, haz lo que te parezca mejor sin sentirte presionada por esa profecía-sonrió, parecía que le divertía la palabra.
-Yo sólo le diré a John lo mucho que me gusta, si debe pasar algo, que pase. No voy a creer en las palabras de Gala-sentía que estaba mintiendo y la cara de Nidia me decía que ella también lo sabía-. Es que... ¡Aaaay!-apreté los ojos con fuerza, incapaz de aprisionar mi sonrisa-. ¿Qué sentirías si alguien te dice "le gustas al que te gusta"?-Nidia se carcajeó, me hizo sentir una tonta.
-Si me lo dicen así, sería raro. Pero tengo que aceptar que sería muy tentador.
¿Cómo no iba a serlo? John tenía más de un año coqueteándome, mandando indirectas (¡muuuy directas!), más de una vez ha intentado besarme... Y yo, ¡como idiota! No pienso en otra cosa que no sea él, me la paso imaginando cómo será un beso suyo y muchas veces me he descubierto soñando con él como mi amante. ¡Necesito detener la situación!
-Este es el plan-doy otro sorbo a mi malteada para evitar sonreír con todo lo que estuve pensando-: le digo a John que me gusta y me alejo.
-¿Eso qué maldito sentido tiene?
-¡No pretendo encamarme con él después de confesarme!
-¡Por favor! Esto tampoco tiene un maldito sentido de ser-bufa-. ¿Para qué vas y le dices lo que sientes sin tener un objetivo?-buen punto-. Esto sólo me hace pensar que irás a decir todo convencida de que la profecía se cumplirá-¡demonios, lo descubrió!-. Pero es tu decisión, no creo que algo bueno obtengas de esto, sobre todo porque John es un reverendo idiota-otra vez tiene razón-. Tantos hombres en el mundo y tú vas y te enamoras del más patán y del que no puede corresponderte. Eso es masoquismo.
-¡Hola, Nidia!-me congelé al escuchar la voz de John detrás de mí-. ¿Interrumpo algo?-Nidia hizo una sonrisa hipócrita. Rayos, creo que odia a John por culpa mía-. Hola, señorita-me abrazó por detrás y me dio un beso en la mejilla. ¡Maldita sea! No pude aprisionar mi sonrisa estúpida.
-Hola, John-apenas si tuve voz para saludarlo-. Me alegra que hayas venido. ¿De qué estás disfrazado?-el infeliz no se integró a mi dinámica.
-De abogado-rió, extendió los brazos para que pudiera ver su formal atuendo. Yo me reí con él, pero Nidia dio otro sorbo a su malteada, era obvio que la había molestado el comentario de John-. Nidia-él tomó mi mano y yo sentí que en la panza me revoloteaban un centenar de polillas, esas cosas no eran mariposas, ¡casi me perforan el estómago de tanto movimiento!-, ¿te molestaría si te robo un momento a Pam?
-¿Para qué quieres robarme?-cielos, siento que estoy sonriendo como una tonta.
-¿Quieres bailar?-acarició mi brazo mientras me hacía una miradita que... ¡Aaay! ¿Cómo decirle que no? Arreglé mi antifaz y salí a la pista tomada de su mano.
-¿Y tu esposa?-me tomó de la cintura con una seguridad increíble.
-¿Ya vamos a empezar con preguntas incómodas?-me hizo esa sonrisa hermosa por la que yo estaría dispuesta a matar. ¡Compostura, Pamela! Si voy a confesarme, debo tener el control-. No quiso venir-sonrió-. Fue bastante conveniente-susurró.
-Muy conveniente-¡tenía el camino libre! Podría hablar con John sin sentirme observada y culpable. Pensé en Gala, ¡qué atinada había sido! Nada podía salir mal, la profecía marchaba bien, ¡bien!
-¿Ah, sí?-me estrechó a su cuerpo con suavidad-. Dime por qué.-Porque necesito decirte algo importante-¡Cielos, cielos, cielos! Mi corazón se aceleró de sólo pensarlo, ¿me daría un paro cardíaco si le decía? John carraspeó-. Lo siento... Es que... Estoy nerviosa.
-¿Tan malo es?
-Supongo que el sentimiento no es el malo, sino las circunstancias-ahora se me hizo un nudo en la garganta, genial, ahora no sé si seré
Capaz de hablar. John se acerca a mi oreja, recargando su mejilla sobre la mía.
-Puedes decirme lo que quieras, Pam.
-Me gustas-susurro a su oído. ¡No inventes! ¿De veras lo hice? ¡Lo hice, maldita sea, lo hice! John volvió más fuerte su abrazo.
-Dímelo otra vez-me pide con un susurro meloso.
-Me gustas, John, me gustas mucho-susurré, abrazándolo con suavidad. Me hizo sentir segura de lo que sentía, su abrazo me dijo que él sentía lo mismo, que no había cometido un error al haberme confesado.
-¿Qué te gusta de mí, Pam?
-Todo-seguía susurrando, seguía sintiendo que estábamos en una nube, que en ese momento sólo existíamos él y yo. ¡Todo era perfecto!
-Dímelo.
-Tienes unos ojos preciosos-sonreí-. Y eres un hombre increíble: siempre has estado para mí.
-¿Sólo eso?-percibí que sonreía, tenía su mejilla tan cerca de mi rostro que podía sentir sus gestos-. Ese "todo" incluye muy poco.
-Estoy nerviosa, no puedo creer que esté diciéndote todo esto. No debí hacerlo.
-Si sabías que no debías hacerlo, ¿por qué lo hiciste?
-Porque me la paso día y noche pensando en ti, en mil maneras en las que podríamos estar juntos...
-Lamento ser una molestia para ti.
-Nunca lo has sido-John me toma de los hombros para ponerme frente a él, para mirarme a los ojos. Está sonriendo, pero su sonrisa no complementa ese abrazo tan cálido que me dio: parece una sonrisa orgullosa.
-Pam, mi linda Pamela-acaricia mis labios con su suave pulgar-. Eres más transparente que el aire que respiro, no resultas un misterio, ya estás develada.
-¿Eso qué signi...?
Iba a empezar a descifrar sus palabras, pero me distraje cuando John comenzó a acercarse a mí, preparando sus labios para besarme. ¡Cielos, cielos, cielos! ¡Va a besarme! No puede hacer eso, ¡es casado! Todo mundo aquí podría vernos, nos van a juzgar, seguro le dirán todo a su esposa, ¡no, no puedo meter a John en...! ¡Aaay, no, ya está más cerca! ¿Qué hago? ¡No quiero rechazarlo! ¡No, Pamela, no puedes ser tan descarada! ¿O sí? Creo que mi cuerpo decidió perder el descaro: mis labios se prepararon para recibirlo. Pero era mi mejilla quien debía prepararse, pues John depositó ahí su beso. Cuando abrí los ojos, él me miraba haciendo una sonrisa divertida.
-Debo irme, Pam-su voz también sonaba divertida, ¿pero qué era tan divertido?-. Mi pequeña y enamorada Pamela-lanzó una risita que parecía burlona, ¿pero de qué demonios se reía?-. Adiós, Pam-volvió a acercarse a mí, besando la comisura de mis labios. Luego me miró sin quitar esa sonrisa idiota y se fue, dejándome a media pista sin saber qué hacer.
-Voy a cachetearte si no aceptas que todo lo que hizo fue una reverenda canallada-murmuró Nidia, acercándose a mí para bailar conmigo y disminuir mi vergüenza.
Rayos, ella tenía razón, pero no podía aceptarlo. Algo me decía que yo estaba haciendo lo correcto, sólo debía darle tiempo a John: tenía la certeza de que él sentía lo mismo por mí, no por lo que Gala me hubiera dicho, sino porque era verdad. Un abrazo como ese que me había dado no podía mentirme. John también estaba enamorado de mí.
🍂🍂🍂🍂🍂¿Qué opinan? ¿Creen que Pamela tenga razón?
Sé que les debo un personaje, no se desesperen, ese Robert pronto aparecerá 😉
Azul🍂
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¿Y SI FUERA ÉL?(ROBERT DOWNEY JR)(TERMINADA)
RandomLa salud de su mejor amiga empeora con el tiempo y la extraña solución es que ella inicie su vida sexual. Sencillo para cualquiera, excepto para Pamela: sus miedos y traumas de la infancia la detienen. Sabiendo que cuenta con la ciega confianza de l...