Capitulo 14: Naciente como la Maldad del corazón

154 5 14
                                    

-Los presentes en la sala estaban muy atentos, a lo que sea que hiciera la rubia; tenían un montón de dudas a la razón de la llamada de Koharu.

-El patriarca de la familia Ono trago saliva, y pregunto.

Señor Ono: Koharu-san, porque el repentino llamado, si es por buscar a mi hija y al joven Haruo; te he dicho que esperemos hasta mañana.

-Como si fuera a decir la muerte de alguien, la adulta oscureció su mirada, para luego decir.

Hidaka: La búsqueda no niego que será en otro momento, pero ahora mismo tengo un aviso que es dispensable que todos lo sepan, y por favor pido que todos estén listos, y no me interrumpan.

Señor Ono: Veo que debe ser muy importante, está bien, por mi ten por seguro que no te molestare.

Hidaka: Esta bien... Y de parte de los demás, quiero que por favor sigan el ejemplo del Señor Ono, y no me interrumpan.

-Las palabras y mirada seria de Hidaka hizo que todos aceptaran sus demandas, y luego asintieran con la cabeza.

Hidaka: Antes que nada, quiero dejar bien en claro, que mis intereses personajes con Akira y Haruo, me los guardare para mí; del resto ustedes pueden hablar después.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

-En otro lado de la ciudad, podemos ver como en una mansión un hombre de pelo negro estaba al frente de un saco de boxeo; y a su lado estaba un hombre de tez morena, el cual estaba usando solo unos pantalones cortos.

Haruo: Bien, ¿Estás listo Gaolang?... sé que soy un poco exigente, pero no soportare desaciertos.

Gaolang: Lo que usted me diga lord López, no voy a darme el lujo de fallarle.

Haruo: Eso espero; pero ya fue suficiente charla.

.

.

-Levantando su mano, el joven adulto chasqueo sus dedos y al hacer eso; Gaolang corrió hacia el saco de boxeo para luego golpearlo y azotarlo con sus puños.

Haruo: Como tu jefe, tu deber es protegerme, a mí a y cualquier persona que yo ordene que debe ser protegida.

-Al terminar de decir eso un agujero se abrió en el saco; a lo cual la arena que estaba dentro del saco, salió dirigida hacia el adulto de pelo negro con rasgos japoneses.

-Pero la arena nunca llego a tocar a Haruo, pues como si se tratara de un escudo, Gaolang protegió al pelinegro usando su cuerpo musculoso como una defensa impenetrable.

Haruo: ¡¡Excelente, tu cuerpo no solo es un arma letal, que hace más daño que cualquier arma; sino que tu propio cuerpo es una fortaleza, tan resistente como la muralla china!!

Gaolang: Entreno todos los días mi cuerpo, para poder pagarle el gran favor que me hizo; porque gracias a usted es que ahora puedo tener una vida tranquila.

.

.

.

.

.

.

.

.

Escape por Amor Haruo x Akira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora