⋰ ⌑ Actualmente El Rey ⌑ ⋱ ; Taekook~

⋰ ⌑ Capítulo 11 ⌑ ⋱

Luego de ese día, luego de saber que todo era posible, pudo valorar realmente el gran aprecio que le tenía su rey.

Aunque Jungkook no quisiese aceptarlo, el castaño seguía siendo un rey, con deberes de salvar a todo su reino, como en esos instantes.

Al saber que el menor debía ir a proteger las aguas del Reino de Corea (ya que ahí era donde se estaba generando la disputa), no pudo evitar sentirse horrible.

Le pidió a su rey para marcharse y estar junto sus amigos cuando el se fuese al mar, y este le dejó, aunque luego le dijo que no tenía que pedirle permiso, que no era un prisionero.

Se despidieron con un Taehyung derramando una lágrima y un Jungkook al borde de hacer lo mismo, solo que se lo quería guardar para su habitación.

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~ Mientras Tanto ~
~ En la ciudad ~
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Cinco chicos se encontraban en la sala de estar. Tres de ellos llorando desconsoladamente, mientras los otros dos solo derramaban lágrimas silenciosas para ser el apoyo fuerte de los demás.

Un mes y un poco más que nadie sabía nada de Jeon Jungkook, llamaron a las autoridades, pero estás no prestaron mucha atención. Solo les quedaba seguir buscando, o llorar para sacar toda esa tristeza retenida.

Tan destrozados se sentían que, al escuchar golpes en la puerta, ninguno se sentía con ánimos de levantarse.

Namjoon se decidió por hacerlo, y al abrir la puerta simplemente se quedó pasmado, su cerebro se detuvo por un instante. Era imposible.

- Ju...Jun...¿Jung-jungkook...? - Al soltar esos débiles balbuceos, también se escurrieron esas lágrimas que instantes atrás había retenido.

Yoongi, otro único que intentaba mantenerse calmado ante la espantosa situación, pudo escuchar el débil sonido de la voz de su amigo pronunciar ese nombre, así que al instante se paró y corrió hacia la entrada, desconcertado a los demás que lo siguieron.

Todos se toparon con la imagen de Namjoon abrazando tan fuerte a Jungkook que éste se quejaba. No podía decir nada de igual formaba, no podía decir que sabía, pero por lo menos entendía el dolor que estuvieron pasando.

- ¡JUNGKOOK! ¡JEON JUNGKOOK! - Pudo jurar que la vecina enojona de abajo lo pudo escuchar, ya que golpeó, como la mayoría de veces, una escoba contra su techo, osea el suelo de ellos.

Minutos después de centenares de abrazos, palabras cariñosas y lágrimas que llenarían los mares, se venía lo peor.

- ¡¿PERO DÓNDE MIERDA ESTABAS JEON JUNGKOOK?! - Seokjin le gritó con todas sus fuerzas.

Quiso decir algo, pero los demás chicos también comenzaron a gritarle palabrotas y reclamos, a lo que solo inhaló y exhaló pensando «Me merezco todo esto.»

Abrió sus ojos luego de percatarse que por fin habían dejado de gritar, para poder decir unas palabras.

- No les puedo decir con quién o donde estaba, por qué posiblemente la guardia real me lleve y el rey declare que la decapitación es posible, pero si les puedo informar que estoy sano y salvo, y que me trataron perfectamente bien, no estoy lastimado ni físicamente, ni psicológicamente, solo estoy perturbado emocionalmente. - Explicó, recibiendo miradas tanto de confusión como de furia.