⋰ ⌑ Actualmente El Rey ⌑ ⋱ ; Taekook~

⋰ ⌑ Capítulo 12 ⌑ ⋱

Se podía escuchar el constante latido de los corazones de los tripulantes.

No solo sus vidas estaban en riesgo, si no que también las vidas de toda una nación.

— ¿Y ahora que haremos, capitán? — Inquirió el subcapitán.

— Esperar. —

Eso era lo único que les quedaba. Esperar a que se rindiesen, o en cambio comenzar nuevamente una guerra.

Las dos naciones en total silencio. Los tripulantes de todas las naves de igual manera. La respiración agitada era el único compás.

Y de repente, las fuerzas de Japón comenzaron a retroceder. Todo el mundo celebraba, y en especial un chico pelinegro.

— ¡¡SII!! ¡OH DIOS! ¡WOOOUUU! — Sus amigos lo miraron algo confundidos, puesto que su festejo era demasiado grande.

— Oye, Jungkook, ¿Estás bien? — Jimin posó una de sus manos en su hombro.

— ¡AAH!… — Se giró hacia su amigo — ¿Uh? Si, si, estoy genial, solo que… — Se moría por decirles la verdad, pero no lo haría — Es que la persona que conocí es militar. — Se escabulló.

— ¡Oh! ¿Y por qué no nos dijiste antes? Así hubiésemos entendido por qué llorabas. — Seokjin se acercó y pasó su derecha por la mejilla izquierda de su menor, para limpiar la última lágrima que quedaba allí.

— Ya da igual. Me tengo que ir. — Tomó un abrigo que estaba tirado un su sillón y sin más salió corriendo de la casa. Sin importarle que estuviese en pantuflas.

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Luego de correr por veinte minutos y estar a un kilómetro del palacio, se puso a pensar, mientras aflojaba el paso.

Llegaría allí ¿Y qué? Diría "El Rey del Reino de Corea está enamorado de mi, ¿Me dejaría pasar?". No todos los que habitaban el palacio lo conocían, de hecho solo algunos guardias y sirvientes sabían de que tenía algún tipo de cercanía con su majestad, ya que, aunque confiasen en todos los que trabajaban allí, preferían no tomar riesgos. Nadie podía saber que había un ciudadano en el palacio.

Se recostó sobre una pared de ladrillos. La calle en la que estaba caminando iba cuesta arriba, así que decidió parar y descansar. La peor idea.

Cómo si lo hubiesen estado vigilando desde un tiempo atrás, ni bien se sentó dos hombres, bastante fornidos, se le acercaron. Él al verlos solo rodó los ojos.

— Hola niñito. — Habló uno de ellos, luego le dió una calada al cigarrillo que portaba en su mano izquierda. Jungkook no contestó.

— Mira, solo necesitamos que vengas con nosotros, si no te resistes será mejor para todos. —

— Muérete. — Soltó tajante, los dos hombres rieron.

— Bien… — Se acercó un poco más y el pelinegro se encogió en su lugar — Si no será por las buenas… — Sacó un arma — Será- — Fue interrumpido.

— Por las malas, me quedé al tanto. — Terminó la frase — ¿Qué quieren de mí? No tengo nada. — Dijo antes de dejarse tomar por los dos hombres. No sé resistiría, sería extremadamente estúpido.

— No lo sabemos, podrás preguntarle a nuestra jefa. — Dijo el que se subió del lado del conductor, en una camioneta negra.