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Se miraba frente al espejo, con el cabello pulcramente arreglado y la túnica más cara que el dinero podía comprar, pero a pesar de ello ninguna sonrisa adornaba su rostro, ni siquiera había una pizca de felicidad en sus ojos.  Lo único que se denotaba en sus facciones aristocráticas, era la frialdad estoica que lo caracterizaba desde sus más tiernos años. 

Un poco agotado por una noche sin dormir; Draco tocó con sus finos y delgados dedos la superficie del espejo, que era decorado con hermosos rubíes en el marco.  Asi que dejando de lado sus bien ensayados modales se alejó del espejo solo para derrumbarse sobre un pequeño sofá y sin quererlo de sus ojos salieron un par de lágrimas. 

Tal vez, tal y como decían sus padres la boda que acontesería en ese momento lograría congraciar su apellido en un nuevo estatus sobrepasando nuevamente a todos los sangre pura, claro que a él no le importaba ni eso ni el echo de que al evento fueran a acudir periodistas y personas de prestigio, los que por supuesto solo le recordarían su propia desgracia.  Claro que no era culpa de nadie si no de el mismo y las dudas que empezaba a tener, las cuales si sus padres se dieran cuenta,  le aconsejarían que dejara de lado pues no tenían razón de ser, después de todo, la novia tampoco no era nada despreciable, era una chica agradable, de buena familia que también poseía un carácter firme que no dejaba de verse delicado en ella, en si la chica se convertiría en la esposa perfecta para un Malfoy.

Desgraciadamente el no era fan de su personalidad o frágil belleza que resaltaba con sus finos andares y cabellos rubios, en lo personal el prefería los cabellos enmarañados y la tez blanquecina de una castaña, que a pesar de que lo sacaba de quicio con todas sus manías y dotes intelectuales extremistas.  Era una chica increíble la cual se convirtio en la persona que le había regalado el mejor año de su vida, pero todo eso que ellos habían construido a base de esfuerzos y peleas se había destruido en el momento que su padre le impuso la absurda obligación que  supuestamente le correspondía como heredero. 

Aunque ahora que lo meditaba con más detenimiento, el no había puesto mucha resistencia, dejando que retornará el mal hábito que tenía de seguir las órdenes de sus padres al pie de la letra, además de que realmente le temía a  ser una deshonra para su familia, que ya suficiente tenia con lidiar con todas aquellas personas que los miraban por sobre el hombro como si fueran la peor escoria del mundo y tal  vez eso era lo que lo había echo acceder, aunque en estos momentos debía de admitir que su seguridad ante tal decisión  comenzaba a desvanecerse como si de finos hilos de telaraña se tratara, así que al estár a un par de minutos de iniciar su boda, se dio cuenta de cuán equivocada estaba su  decisión, pues a pesar de parecer lo mejor para su familia el se sentía realmente infeliz.

Lleno de desesperación intento retener la poca determinación que le quedaba para saber que hacer u con un último pensamiento hacia su amada Hermione tomó su desición.

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Había escrito y publicado esta historia en otro perfil pero aquí estoy publicando la una vez más, espero que la disfruten.

Se despide.
Abrils-Black

Azares Dorados [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora