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Las hermosas flores que adornaban el camino alfombrado, por donde pasaría la novia lucian frescas y fragantes en medio de un montón de sillas que se encontraban ordenadas en fila, para la gran cantidad de invitados que se encontraban llegando. 

Una rubia de sonrisa encantadora observaba todo desde un rincón donde no podía verla mientras los nervios jugaban con ella y la hacían temblar como nunca creyó que lo haría. 

El tiempo pasaba y se acercaba el momento en el que el novio entraría, para esperar a Astoria en medio del hermoso altar que no se comparaba a nada que la futura esposa hubiera visto.  Astoria miraba fijamente el reloj mágico que reposaba en su muñeca como queriéndose burlar de ella pues el novio llevaba cinco minutos de atraso, algo que no sería tan preocupante si no supiera que su futuro esposo era en extremo puntual, aunque la rubia prefirió retribuirlo a un ataque  de nervios como el que ella estaba teniendo y no a cualquier otra cosa y mientras la novia esperaba el champagne comenzó a calentarse a pesar de los echizos mágicos que eran lanzados sobre la botella, las frescas flores comenzaron a verse desmejoradas, y la familia del novio acompañaba en su decepción a Astoria que lloraba en brazos de su hermana. 

Las horas habían pasado y el novio nunca se había presentado, en su desesperación hasta los padres de Draco se habían atrevido a entrar a la habitación donde debería estar su hijo, encontrando solo una habitación vacía y una nota en la que se leía una sola palabra escrita con fina letra,  'adiós'. Esto los había echo enfurecer pero al desconocer la ubicación de su heredero no tuvieron más opción que disculparse y acompañar a los familiares de la novia a pesar de su creciente cólera.

Bien otro cap.

Se despide Abrils-Black

Azares Dorados [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora