Mientras deslizaba el calzón por la rodilla se quedó mirando el tatuaje que hasta ese momento no había reparado. Era sólo una línea que descendía milímetro por milímetro describiendo leves curvas. En cierto punto de la pantorrilla hacia varios bucles, un nudo, una espiral descendente, una escalera, una rosa, una fecha y al final nada...
Levantó la vista y preguntó si la línea terminaba allí. No obtuvo respuesta. Los labios besaron justo al final queriendo ser ellos la próxima marca.
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Tatuajes para no mostrar
Short StoryLa piel lleva marcas que nos identifican, tatuajes que nos hizo el pasado, dolorosos todos. Algunos nos adornan, otros nos estigmatizan. Ninguna piel está a salvo de las agujas invisibles.