"Y esa noche, en la que Willy salió a hacer travesuras con el híbrido de oso, se dió cuenta de lo brillantes que eran esos ojos verdes.
Esa fue la noche en la que Willy se enamoro."
• Willy x Rubius.
• Intento de algo soft
•capitulos cortos.
Dibujo...
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Besos.
Besos suaves y delicados.
Labios que se buscan con anheló y se encuentran con pasión, que se unen en un baile en donde todo a su alrededor a perdido todo el sentido de ser, y lo único que importa realmente son los finos dedos que recorren su espalda.
Guillermo se sentía en un sueño, como si estuviera flotando en una nube, ya había perdido la cuenta de cuántos besos se habían dado, ¿5? ¿O tal vez unos 10?, no lo sabía. Solo podía pensar en lo maravilloso que era besar a Rubén, en lo mucho que le gustaba como en esos momentos acariciaba sus cabellos con delicadeza o tiraba de ellos, o en como escuchaba suaves suspiros al acariciar la cintura del contrario.
Se separó por un momento, admirando lo precioso que era Rubius bajo la luz de la luna, sonrojado, despeinado y con esos lindos labios rosas ligeramente hinchados.
Sonrió al ver cómo Rubén ocultaba su rostro en su cuello, probablemente avergonzado de la forma tan fija en la que le miraba.
Pero, le era imposible no mirarle, amaba verlo, y más así, el como se sonrojaba, o sus orejitas se movían.
Un escalofrío le recorrió al sentir una de las manos de Rubius adentrarse en su camisa, suspirando al sentir esos fríos dedos acariciando su piel.
Y aunque creía que no podía ser mejor, cuando los labios de Rubén besaron su cuello, de forma suave, apenas rozando, no pudo evitar preguntarse si tal vez así se sentía el cielo, por qué el en definitiva se sentía así.
Y entonces algo sonó, no eran suspiros, ni suaves jadeos como los de hace un momento, fue algo diferente, un suave susurro, uno que provenía de Rubius y que había roto el silencio de la noche. Un suave te quiero que había escapado de esos labios rosas.
Y entonces, hubo más silencio por algunos minutos, minutos en los que Willy descubría que hay cosas que son capaces de llenarte de emociones y calentarte el alma, palabras tan simples como un te quiero que le llenaban de esperanzas.
Y el también susurro un te quiero.
Y beso esos labios de nuevo, pero con amor, intentando demostrar lo mucho que le quería en cada roce, caricia y beso que marcaba en la piel de Rubén.
Esa noche Willy y Rubius amaron como nunca antes lo habían hecho.
Y solo la luna y las estrellas fueron testigos de el cariño que se profesaban.
Esa fue la noche en la que Guillermo y Rubén se amaron por primera vez.
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Estoy muy emocionada, me encantó este capítulo, bueno en realidad siempre me encantan todos unu
Quería que esto fuera muy Soft, espero haberlo logrado.
Si les gusta la historia me gustaría que comentaran, amo sus comentarios como no tienen idea.
Recuerden tomar agua, y decirle te quiero a las personas que tengan un lugarcito en sus corazones.
Los quiero mis niños
Se despide:
Kimmy
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