Capítulo 11

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Desgraciadamente el día de conocer al querido novio de mi madre llegó. En ese momento no era consciente de lo mucho que significaría ese día, que más tarde cambiaría radicalmente mi vida, nuestras vidas.

Mi madre había preparado una comida en mi casa el sábado siguiente del cumpleaños de Camilla. Durante toda la semana había estado comentando con mis mejores amigos mis pocas ganas de conocer a ese hombre. Ellos me intentaban animar diciéndome que seguro que era muy majo y que me estaba preocupando por nada.

Ese día mi madre se despertó muy nerviosa y se puso a prepararlo todo meticulosamente, quería que todo saliera bien y que su novio y yo nos lleváramos bien. Limpió la casa, sacó vajilla nueva e incluso vio videos de cocina para hacer la comida. Yo le preguntaba el porqué de su actitud pero ella solo decía "tiene que estar todo perfecto". Realmente no lo entendía, si ese hombre quería a mi madre, ella debería mostrar las cosas como son en realidad y él debería amar su realidad, si ese hombre no aceptaba la vajilla vieja o la comida de mi madre sin ver videos de cocina, entonces no merecía la pena.

A pesar de que pensaba todas esas cosas me limité a no decir nada, ayudé a mi señora madre a colocar todo en la mesa y mantener todo perfecto. Después me vestí con ropa de salir, aunque íbamos a comer en casa, mi madre tardó mil años en preparase al parecer no sabía que vestido ponerse para causar buena impresión.

— Mamá da igual lo que te pongas, eres igual de hermosa con una camisa de cuadros que con un vestido de fiesta – eso le respondía yo cada vez que me preguntaba que debía ponerse.

La comida comenzaba a las tres y media del mediodía, pero el hombre llegó media hora antes. Cuándo sonó el timbre mi madre se puso demasiado nerviosa así que me hizo abrir a mi la puerta olvidándose de mi pánico a conocer gente nueva.

Abrí la puerta, un hombre alto y apuesto se encontraba delante mía. Tenía un poco de barba y un pelo color azabache muy bien peinado. Llevaba una chaqueta negra sobre una camisa blanca, iba elegante. Mientras yo me quedaba observando cada detalle de su aspecto, él miraba a mi madre que se encontraba detrás mía.

— Eh, esto... Soy Hunter – se atrevió a saludar ya que yo no soltaba ni una palabra –, debes ser Ellai, tu madre me ha hablado mucho de ti.

— Venga Ellai déjale pasar – habló mi madre desde atrás.

— Encantado – me hice a un lado y le dejé pasar.

Siendo realistas no daba mala impresión, parecía un hombre responsable y respetado.

Me senté en la mesa, mi madre estaba en un extremo y Hunter en el otro. Al principio se me hacía muy incómoda la situación ya que reinaba el silencio, después empeoró ya que Hunter le echó un piropo a mi madre y se pusieron a hablar de lo guapos que estaban cada uno.

— Bueno Ellai, Julia me ha dicho que te gusta mucho leer ¿Verdad? – asentí – a mi también me encanta leer, mi escritor favorito es Stephen King, sus libros son realmente buenos, supongo que tus libros favoritos son juveniles – me quedé en silencio pensando una respuesta.

— Vamos Ellai relájate – dijo mi madre al percatarse de que me costaba hablar – te encanta hablar de libros.

— Tu madre me ha dicho que te cuesta hablar – intervino él –, no te preocupes tómate tu tiempo, además es difícil elegir solo un libro favorito – justo eso era lo que estaba pensando, asentí sonriendo y ambos adultos parecieron estar más relajados, al ver que la presencia de Hunter ya no me hacía estar tenso.

— Es cierto, me gustan mucho los libros de mi edad – respondí tras pensarlo durante unos minutos–, como los de Gerónimo Stilton o los de Narnia, pero mi libro favorito es la vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne.

— He leído ese libro – respondió él, contento de haber contestado su pregunta – es bastante bueno, Julio Verne es un muy buen escritor, también tiene uno muy interesante sobre el centro de la Tierra.

— Sí, viaje al centro de la Tierra – respondí al instante, sorprendiendo de forma positiva tanto a mi madre como a Hunter.

La cena no resultó ser tan desagradable como pensaba, Hunter era un hombre muy interesante y divertido. Descubrí que mi madre y él llevaban casi un año siendo pareja pero lo habían estado ocultando por miedo a lo que yo pudiera pensar.

Después de esa cena Hunter se pasaba varias veces por casa, también nos íbamos a comer fuera e incluso nos íbamos al cine los tres. En poco tiempo podía hablar con él como si fuera un amigo. A veces, cuando mi madre no estaba porque estaba en el trabajo, me quedaba a solas con Hunter y me ayudaba con los deberes y las dudas que tenía.

•••

La relación entre Hunter y mi madre iba cada vez mejor, cuando estaban juntos podía ver lo feliz que era mi madre. Avanzó tanto la relación que Hunter decidió presentarnos a sus padres en la cena de noche vieja. Como ya debes saber yo no quería ir, una casa desconocida, con muchos familiares desconocidos, saludándose y dándose abrazos, no gracias. Pero mi madre me lo pidió, diciéndome que era una gran oportunidad para hacer más oficial su relación, cuando mi madre me pedía algo yo no me podía negar, haría lo que fuera si a ella le hace feliz. Así que me tragué mi pánico y asistí a esa cena. Conocí a los padres, primos, sobrinos, abuelos, etc. de Hunter, aún me preguntó cómo podía caber tanta gente en una casa. Mi madre intentó presentarme a los sobrinos de Hunter pero en cuanto tuve la oportunidad huí al jardín, donde me encontré un hermoso perro, él me hizo compañía hasta que llegó la hora de las campanadas y tuve que entrar para realizar la típica tradición de comer uvas y ver cómo la mayoría de los presentes se atragantában, mientras yo me comía mis uvas tranquilamente sin seguir el ritmo de las campanadas.

•••

A finales del sexto curso de la escuela, Hunter pasaba la mayoría del tiempo en mi casa, incluso había dejado gran parte de su ropa ya que se quedaba muchas veces a dormir. Por ese motivo, en su segundo aniversario, le pidió a mi madre que si podían vivir juntos, a ella le hacía especial ilusión y yo pensé que no habría mucha diferencia con la situación actual.

Así que a principios de junio había un nuevo miembro en mi hogar, Hunter. Una nueva etapa inició, aunque al principio no quería aceptarlo empecé a pensar en Hunter como si fuera un padre para mí, no sabía si era lo correcto, nunca había tenido padre así que no sabía lo que significaba. Y como he dicho antes en ese momento no era consciente de todos los cambios que se avecinaban.

El Diario de EllaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora